Ataque de los hutíes del Yemén contra Israel reaviva el miedo a una escalada regional

El Ejército israelí anunció este domingo haber interceptado el lanzamiento de un misil balístico disparado desde el Yemen contra el centro de Israel, reabriendo el temor a una posible escalada regional, pese a que este última acometida no causó muertos ni heridos graves.

Las alarmas antiaéreas sonaron en el centro de Israel, incluido Tel Aviv, alrededor de las 6:20 de la mañana hora local (3:20 GMT), y unos 15 minutos después, el Ejército confirmó haber identificado un misil tierra-tierra lanzado desde Yemen.

“Las explosiones que se han escuchado hace unos minutos son de los misiles interceptores. El resultado de esa intercepciones está bajo investigación”, indicó un comunicado castrense alrededor de las 7 de la mañana. Ya por la noche, el Ejército confirmó que uno de los interceptores sí que había alcanzado el misil, llegando a fragmentarlo pero no a destruirlo del todo.

El servicio de emergencias israelí Magen David Adom informó de que sus sanitarios trataron y evacuaron a hospitales a nueve personas que habían tenido heridas leves mientras se encaminaban a los refugios, pero no dio información sobre las circunstancias.

Varios fragmentos de los interceptores israelíes causaron daños en una estación de tren en la localidad de Modín, cercana a Tel Aviv, mientras que otros cayeron en zonas abiertas, informó el Ejército.

“Nuevo misil balístico supersónico”

Los hutíes del Yemen, por su parte, reivindicaron el lanzamiento de un “misil balístico supersónico” y aseguraron que alcanzó con “éxito” un sitio militar en Tel Aviv, sin ofrecer más detalles y contradiciendo la versión israelí.

En un comunicado, el portavoz militar hutí, Yahya Sarea, dijo que el misil recorrió una distancia de 2,040 kilómetros en 11 minutos y 30 segundos, creando “un estado de miedo y pánico entre los israelíes” que corrieron a los refugios, si bien no especificó daños causados.

El portavoz hutí enmarcó esta acción en la quinta fase de la campaña militar que los rebeldes, de la rama islámica chií y aliados de Irán, libran contra Israel en solidaridad por la guerra en la Franja de Gaza, que desde octubre ha dejado más de 41,200 palestinos muertos.

Ya el pasado 19 de julio, un dron disparado y reivindicado por los hutíes impactó contra un edificio de Tel Aviv matando a una personas e hirió a otras ocho. La explosión se produjo sin que sonaran previamente las alarmas antiaéreas, algo que Israel justificó por el tipo de dron que usaron los yemeníes.

Este ataque provocó que, al día siguiente, Israel bombardease el puerto yemení de Hodeida, provocando al menos cinco muertos e hiriendo a unas 90 personas, según el Ministerio de Salud yemení, controlado por los rebeldes.

Además de estos ataques directos contra Israel, los hutíes llevan lanzando desde mediados de noviembre de 2023 decenas de ataques contra navíos mercantes en los mares Rojo y Arábigo, a fin de ejercer presión económica contra Israel y EEUU.

Siete frentes abiertos

Los ataques desde el Yemen contra Israel se engloban en los acometidos, desde el inicio de la guerra en Gaza tras el ataque de Hamás, por otras milicias proiraníes tanto en el Líbano como en Siria o Irak, todos ellas parte del denominado ‘Eje de la Resistencia’.

Este mismo domingo, en un fuego cruzado que se repite desde el 8 de octubre de forma casi diaria, Israel detectó el lanzamiento a manos de la milicia chií Hizbulá de unos 40 proyectiles, dirigidos desde el Líbano contra la Alta Galilea y los Altos del Golán ocupados, si bien la mayoría fueron interceptados y no causaran heridos.

El propio ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha repetido en varias ocasiones que Israel libra en los últimos 11 meses una batalla con “siete frentes (abiertos)“, entre los que incluye Irán, Gaza y Cisjordania, Líbano, Siria, Irak y Yemen.

Tanto los hutíes como Hizbulá insisten en que sus ataques contra el territorio israelí cesarán en cuanto Israel ponga fin a su guerra en la Franja de Gaza, que ya suma más de 41,200 muertos, mientras que la comunidad internacional teme que estos choques incendiarios sean la mecha de un conflicto aún más extenso.