‘Asesino de Grindr’ plantó nota de suicidio falsa en la víctima que lo incriminaba de otro asesinato, según investigación
Una investigación sobre los asesinatos de cuatro jóvenes homosexuales se averiguó que el asesino colocó una nota de suicidio falsa en una víctima para incriminarlo por la muerte de otra.
Anthony Walgate, de 23 años, Gabriel Kovari, de 22, Daniel Whitworth, de 21 y Jack Taylor, de 25, fueron asesinados por Stephen Port, ahora de 46, en el este de Londres entre junio de 2014 y septiembre de 2015.
Port, quien conoció a sus víctimas a través de la aplicación de citas Grindr y las envenenó con GHB, una droga para violación, fue condenado a cadena perpetua en noviembre de 2016 por los cuatro asesinatos y múltiples delitos sexuales contra otros hombres.
La investigación actual examina la competencia de la Policía Metropolitana y si podrían haber detenido a Port antes.
La investigación averiguó que el asesino trató de distanciarse de Kovari, su segundo asesinato, al falsificar una nota de suicidio de Whitworth, su tercera víctima.
La nota falsa, leída al jurado de la investigación el viernes, decía: “Lo siento por todos, en especial por mi familia, pero no puedo continuar.
“Le quité la vida a mi amigo Gabriel Kline” (Kovari).
"Estábamos divirtiéndonos en casa de un amigo y me dejé llevar y le di otra inyección de G." - refiriéndose a la droga, GHB.
La nota manuscrita continúa diciendo “por favor no culpen al chico con el que estuve anoche” y “Me he tomé lo que me quedaba del G con pastillas para dormir, así que si me mata es lo que merezco”.
Más tarde, la policía se enteró de que Port era el responsable de la nota, no Whitworth, en un intento de distanciarse del asesinato.
La investigación también fue atendida por el ex vecino de Port, Ryan Edwards, el jueves, quien estaba preocupado por Kovari después de reunirse con él en el piso de Port días antes de su asesinato.
Edwards dejo saber a la investigación que Kovari dijo que Port "no es la persona que crees que es, no es un buen hombre", lo que llevó a Edwards a ofrecerle refugio en su casa cercana.
Kovari no respondió a los mensajes consecuentes de Edward y fue encontrado muerto en un cementerio en Barking, al este de Londres, días después, sin que Edwards lo supiera.
Edward's también describió que Port tenía un "apetito voraz" por conocer a hombres "muy jóvenes", una obsesión "extraña" con los juguetes de los niños y temía que Port pudiera haber tenido "tendencias pedófilas".
La investigación continúa.
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