Tras ascenso de David Morell, ¿podrán estos dos cubanos ganar la lotería del Canelo Alvarez?

Cansado de esperar, David Morell Jr. se fue a la división superior. Su paciencia se agotó y decidió buscar pastos más verdes en las 175 libras ante la imposibilidad de enfrentar a David Benavidez y mucho menos a Saul “Canelo’‘ Alvarez. Eso nunca iba a pasar.

Alvarez ha tenido este efecto despoblador de sus mejores oponentes en la categoría súper mediana y, si derrota a Jaime Munguía, como indican los pronósticos y apuestas, quedará eso que ya algunos dan en llamar la “División Canelo’‘, donde hará -como ha hecho casi siempre-,lo que le plazca.

Pelear con Canelo es como ganarse la lotería y no son pocos quienes le han enfrentando, han agarrado la bolsa y la notoriedad de sus vidas y se han marchado al crepúsculo de sus carreras sin tener que trabajar un días más en sus vidas, como ejemplifican Sergey Kovalev o Billy Joe Saunders.

¿Pero a alguien tendrá que enfrentar Canelo en sus futuros mayos y septiembres? Todavía quedan muchos millones por facturar dentro de esa división que tanto domina a su imagen y semejanza. Se habla del puertorriqueño Edgar Berlanga, del camerunés Christian Mbili, pero tímidamente, casi en un susurro, comienzan a mencionarse los nombres de dos compatriotas de Morell: William Scull y Osley Iglesias.

Scull tiene una oportunidad tremenda de mostrarse a un público nuevo y en la verdadera meca del boxeo actual, la T-Mobile Arena. No es casualidad que haya brincado el Océano Atlántico, dejando atrás los horizontes alemanes que le han visto crecer como boxeador hasta convertirse en uno de los mejores súper medianos.

Ciertamente, está casi en los inicios de la velada y contra un cuasi desconocido Sean Hemphill, pero nadie puede negar que una buena actuación aquí dotaría a su equipo de trabajo de argumentos para vender una potencial pelea contra el hombre grande de Jalisco.

Semanas más tarde, Iglesias retornará a los confines de Montreal para medirse al ruso Evgeny Shvedenko en lo que puede ser una prueba dura, pero que le permita demostrar -como ya hizo hace poco en ese mismo lugar contra el argentino Marcelo Coceres- que ya está listo para las Grandes Ligas y al que es reconocido como la Cara del Boxeo.

A favor de Iglesias y Scull están las partidas de Benavidez y Morell. Ahora mismo existe un gran vacío que puede ser aprovechado por este dúo de cubanos. En su contra, y aquí habría que decir la verdad, aparece el hecho de que no son conocidos aún por el gran público estadounidense y mexicano que son la materia prima del Pago Por Ver.

Deportivamente, ambos se han ido ganando el derecho de estar en el círculo cerrado de aspirantes a rivales del Canelo. Desde el punto del vista del negocio, sería muy difícil calibrar si un choque entre el mexicano y alguno de los antillanos sería apetecible para el gran público o las plataformas que venden estos eventos.

Pero si alguna vez existió un Rocky Fielding, un Avni Yildirim y, estirando la cuerda, un John Ryder en la carrera del Canelo Alvarez, ¿por qué no pueden insertarse un Scull o un Iglesias que harían un papel más digno que los antes mencionados?

Ojalá que, a diferencia de Morell y Benavidez, no se cansen de esperar. Ojalá que, como Munguía y los anteriores, puedan ganarse la lotería que significa enfrentar a Saul “Canelo’‘ Alvarez.