Arizona restringe agricultura para cuidar agua subterránea

FLAGSTAFF, Arizona, EE.UU. (AP) — Las afueras de Kingman, Arizona, solían ser un lugar en el que los pilotos podían entrenar y los aficionados probaban sus vehículos todoterreno.

Pero el paisaje seco y vacío se ha transformado en algo mucho más verde que sustenta huertos de pistachos y almendros, y campos de ajos y papas en un clima similar al del Valle Central de California. Los cultivos se alimentan de aguas subterráneas que también abastecen a la ciudad de Kingman.

Esta semana, el Departamento de Recursos Hídricos de Arizona puso un límite a la cantidad de tierra que se puede regar, designando al valle de Hualapai como una zona de riego sin expansión. Eso significa que si alguien no ha cultivado allí más de 0,8 hectáreas (2 acres) durante los últimos cinco años no podrá hacerlo.

Es la primera designación de este tipo en Arizona en cuatro décadas, lo que pone de relieve los problemas en todo Estados Unidos a medida que disminuyen las reservas de agua y crecen las tensiones entre agricultores y ciudades. La semana pasada, por ejemplo, una junta que asesora al gobernador de Kansas autorizó una recomendación histórica para proteger el acuífero de Ogallala, el cual ha sido explotado durante décadas para regar cultivos en una región árida.

En Arizona, funcionarios electos apoyaron la designación, señalando que quieren garantizar que los residentes tengan acceso a agua asequible en el futuro.

Algunos residentes consideraron que la designación era un ataque a sus derechos de propiedad privada, y los agricultores se sintieron señalados como devoradores de agua a pesar de utilizar lo que ellos dicen que es la mejor tecnología disponible para conservar.

“Es muy complicado”, comentó Kathy Tackett-Hicks, consultora de Peacock Nuts, LLC, que cultiva árboles de pistacho en unos 13 kilómetros cuadrados (5 millas cuadradas) del valle. “Nadie tiene toda la razón y nadie está totalmente equivocado".

El valle de Hualapai se extiende más de 97 kilómetros (60 millas) desde la desembocadura del río Colorado en el Gran Cañón hasta el sur y el este de Kingman, incluyendo pequeñas comunidades no incorporadas en el condado de Mohave. Según algunas estimaciones, casi 57 kilómetros cuadrados (22 millas cuadradas) son de riego.

El director del Departamento de Recursos del Agua estatal, Tom Buschatzke, dijo que el ritmo de recarga de las aguas subterráneas no corresponde con el de extracción. Si no se toman medidas, señaló el departamento, uno de cada 20 pozos dejará de producir dentro de 100 años. En cualquier caso, se prevé que el nivel de las aguas subterráneas descienda.

La nueva designación no restringe la cantidad de agua que puede utilizarse, sino que prohíbe regar más tierras de las que han estado en producción en los últimos cinco años. La restricción no incluye a quienes quieran cultivar huertos o tierras de menos de 0,8 hectáreas (2 acres).