Aprueba Senado reforma para prohibir vapeadores pese a llamados a regulación

La reforma contra el uso de cigarrillos electrónicos, vapeadores y fentanilo fue aprobada por los votos de las bancadas de la coalición de Morena, Partido Verde Ecologista de México y Partido del Trabajo, así como del PRI y el PAN.

Dos senadores se abstuvieron, el priista Manlio Fabio Beltrones, separado de su bancada por diferencias con Alejandro Moreno, y el chiapaneco Luis Armando Melgar Bravo, del Partido Verde Ecologista de México.

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Solo los cinco votos de Movimiento Ciudadado rechazaron la reforma. Incluso su coordinador Clemente Castañeda se sumó a las protestas ciudadanas afuera de la sede del Senado un día antes.

Los senadores y senadoras del PAN y el PRI que sí aprobaron la reforma en lo general pedían principalmente que se modificara el término de prohibición en el uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos y se estableciera su regulación. Por eso, los votos generales fueron de 110 a favor, cinco en contra y dos abstenciones; pero en lo particular finalizaron en 86 votos a favor y 39 en contra.

Los principales cambios de la reforma es la adición de un párrafo quinto al artículo cuarto de la Constitución para sancionar la producción, distribución y comercialización de cigarrillos electrónicos, vapeadores y sustancias tóxicas no autorizadas, como el uso ilícito del fentanilo.

También adiciona un segundo párrafo al artículo quinto, que busca limitar el ejercicio de cualquier profesión, industria o actividad comercial relacionada con estas sustancias y dispositivos.

La presentación la hizo el morenista Enrique Inzunza. El argumento principal fue la protección de las y los adolescentes, quienes son, dijo, blancos de la mercadotecnia que promueven los vapeadores y cigarrillos electrónicos como si fueran inofensivos.

“Los vapeadores comercializados, por cierto, como alternativas al cigarro, contienen sustancias tóxicas que impactan de forma severa la salud de quienes los utilizan”.

Mientras que el fentanilo y otras drogas sintéticas han incrementado la violencia, debilitado el tejido social y cobrado miles de vidas. Por ello, este proyecto se basa en dos cambios fundamentales.

En un principio, se aclara que la prohibición no afecta el uso médico de la sustancia como analgésico y anestesia.

Inzunza defendió que la reforma tiene un sentido preventivo y que abarca la protección de la salud, el fortalecimiento de la seguridad pública y la lucha contra el crimen organizado.

“Las drogas sintéticas, particularmente el fentanilo, han generado una crisis de seguridad que trasciende fronteras y que exige una acción contundente del Estado mexicano. Con la aprobación de esta reforma estamos enviando o dejando testimonio claro de la posición del Estado mexicano frente al concierto internacional de que la protección y el bienestar de todas las personas son la razón de ser de las instituciones”.

Advertencias

La senadora priista Claudia Anaya advirtió que si bien la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se pronunció sobre el comercio de vapeadores, las personas que utilizan los vapeadores podrán ampararse por su derecho al libre desarrollo de la personalidad.

Por lo que pidió que se regule el uso de vapeadores y no se prohíba, para que los consumidores —que los habrá siempre— sepan de dónde vienen esos productos.

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“No pongamos en inseguridad a quienes consumen vapeador, porque así ellos ya no sabrán quién es el productor responsable de la calidad del producto que están ingiriendo y es muy importante que existan responsables de la calidad de esos productos, porque habrá —quieranlo o no– habrá consumidores de vapeadores, así como los hay de marihuana y así como se los mandato.

En tanto, Alejandra Barrales criticó que la propuesta de un gobierno de izquierda, en lugar de prevenir el consumo de sustancias, sea prohibir.

“Esta prohibición está equiparando el uso de vapeador con el uso de drogas como el fentanilo. El absurdo es evidente (…) Se está utilizando la Constitución para enviar un mensaje a nuestros vecinos del norte”.

Por el PRI, la senadora Carolina Viggiano explicó que su bancada votó a favor de la reforma pero criticó que se coloque en el mismo nivel al fentanilo que los vapeadores y cigarrillos electrónicos.

Propuso que se sustituya la palabra “prohibir” con “regular” en el uso de los cigarrillos electrónicos.

“Estamos de acuerdo en eso con ustedes, con el oficialismo pero no estamos de acuerdo con prohíbir porque una medida prohibitiva y conservadora lo único que hace es que esto sea un problema mayor”.

La senadora Amalia García, de MC, intentó convencer a los senadores oficialistas con un recuento histórico de la prohibición del alcohol en Estados Unidos.

Recordó a capos como Lucy Luciano, Al Capone, que controlaron ese mercado y extendieron el tipo de delitos.

“Lo que se ha provocado con el prohibicionismo es que crezcan los cárteles, es que aumente el consumo, es que aumente la corrupción. No es ni el prohibicionismo de esa sociedad de la templanza, ni el de Nixon lo que va a terminar con el consumo”.

Buscan enviar mensaje a Trump

El panista Ricardo Anaya enfatizó que los vapeadores no deben ser promovidos por el daño a la salud que generan.

“¿Dónde quedó prohibido prohibir? Es que, ni la ultraderecha más radical en el mundo se ha atrevido a plantear en la Constitución una prohibición a los vapeadores”.

Anaya criticó también que se use la palabra fentanilo en la Constitución, a diferencia de otras drogas y acusó a los legisladores oficialistas de usarla para mandar un mensaje al presidente electo Donald Trump.

“Están usando la Constitución y es una falta de respeto brutal para mandarle un mensaje a Donald Trump, porque de hecho la crisis del fentanilo no es una crisis mexicana, es una crisis gringa (…) ¿En qué cabeza cabe que porque esto es un problema en Estados Unidos ustedes reforman la Constitución mexicana como si no hubiera otras drogas peligrosas, ilícitas? Ustedes que se dicen patriotas, defensores de la soberanía, ¡caramba! Hacerle eso a la Constitución de México, poner un recadito a Donald Trump en el artículo cuarto constitucional?”

Anaya argumentó que hay más de 2 millones de personas en México que utilizan los vapeadores y ejemplificó sus cuestionamientos con el uso de tabaco y alcohol como ejemplos de regulación.

“Van a poner en la Constitución que están prohibidos los vapeadores cuando este Pleno está atascado de vapeadores. Quienes van a votar a favor, muchas y muchos de los que van a votar a favor, usan vapeadores de manera cotidiana y regular. Lo saben, las hemos visto y los hemos visto entonces.

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