Apoyemos a Israel de todo corazón, pero no olviden al pueblo palestino | Opinión

Apoyo y estoy inequívocamente con Israel en este momento de insondable tragedia y guerra, al igual que la mayoría de las personas y líderes del sur de la Florida, hogar de una de las comunidades judías más grandes del país.

El brutal ataque sorpresa de los terroristas de Hamás el pasado fin de semana en un día sagrado de celebración fue como un 11 de septiembre para Israel.

Familias enteras tiroteadas en un kibutz; 260 jóvenes masacrados en un concierto de música, otros tomados como rehenes; reportes de bebés degollados y cabezas cortadas; y bombardeos continuos sobre la ciudad de Ashkelon, en el sur de Israel, y sobre Tel Aviv.

En nuestro país, el dolor fresco de las crecientes pérdidas del pueblo judío se mezcla con nuestras propias heridas, embotadas, pero nunca olvidadas, de actos de terrorismo igualmente incalificables cometidos contra nosotros aquel horrible día de septiembre.

Al momento de escribir estas líneas, más de 1,200 personas han muerto en Israel desde el sábado —incluidas personas con estrechos vínculos con el sur de la Florida— y más de 2,900 han resultado heridas mientras las fuerzas de Hamás desataban el salvajismo contra inocentes.

Han cometido atrocidades que no se veían desde las decapitaciones y secuestros de ISIS.

Entre las víctimas se encuentran familiares del alcalde de Hollywood, Josh Levy: un niño de tres años, dos hermanas gemelas de seis años y sus padres. Su casa fue incendiada por militantes de Hamás, quienes los mataron a disparos mientras huían del humo, le dijo Levy a WPLG Local 10.

Es demasiado.

Miami está con Israel”, rezaban las pancartas que enmarcaban a la afligida comunidad judía reunida el martes por la tarde en torno al Holocaust Memorial en Miami Beach.

Sí, así es, y ese mensaje de unidad, dejando a un lado las diferencias políticas sobre el gobierno autocrático de derecha del primer ministro Benjamin Netanyahu, es importante.

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No se puede subestimar lo que está ocurriendo en Israel, infiltrado por militantes de Hamás procedentes de la abarrotada Franja de Gaza, de dos millones de habitantes, gobernada por Hamás desde 2007, después de que Israel se retirara del territorio en 2005.

Israel ahora bombardea la zona en represalia por un terrorismo sin precedentes y al menos 830 palestinos han muerto y otros 4,250 han resultado heridos, además de que se han encontrado los cadáveres de 1,500 militantes palestinos en la frontera entre Israel y Gaza, muertos luchando contra las Fuerzas de Defensa de Israel. (IDF)

Antisemitismo

Una fuerte muestra de apoyo a Israel es especialmente significativa en la Florida, en donde los actos de antisemitismo han sido audaces y van en aumento.

Algunos han sido organizados por grupos neonazis que promueven una agenda de extrema derecha.

Otros parecen llevados a cabo por lobos solitarios, como el sospechoso Andrew Johnson, grabado en video y detenido el sábado por destrozar una sinagoga en el vecindario de Brickell de Miami y acosar a los fieles con insultos tipo “Heil Hitler”.

Esto es obra de nacionalistas blancos estadounidenses que apoyan al ex presidente Donald Trump y al gobernador de la Florida Ron DeSantis, no de personas de Oriente Medio.

La retórica de odio es el combustible que permite el comportamiento de odio. En el sur de la Florida hemos estado sufriendo de ello durante los últimos años contenciosos de política desagradable.

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Conflicto palestino-israelí

La Florida también tiene una considerable población musulmana procedente de diferentes países. Estos estadounidenses no aprueban el terrorismo, pero apoyan la existencia de un estado palestino y denuncian las condiciones de hacinamiento e insalubridad en las que viven los palestinos en Gaza y la vigilancia constante a la que se ven sometidos a diario en Cisjordania.

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Aunque esta época de luto no es la adecuada para airear estas quejas —ya que pueden parecer o tomarse como excusa para el terrorismo— todas las voces deben ser escuchadas en nuestra democracia.

Además, como aprendí durante un viaje a Israel y Jordania en 2019, la realidad actual y la historia de la región son complicadas, no binarias. La mayoría de los países vecinos apoyan una solución de dos estados al conflicto palestino-israelí sobre un territorio que ambas partes consideran les pertenece.

La complejidad también se traslada al sur de la Florida en donde no todos los judíos, por ejemplo, apoyan los agresivos asentamientos territoriales de Netanyahu o los controvertidos intentos de revisar los tribunales.

Las voces propalestinas no deberían acallarse con puñetazos en la cara, como ocurrió este fin de semana en Fort Lauderdale cuando un grupo que apoyaba a Israel se enfrentó a dos manifestantes propalestinos que sostenían la bandera de Palestina.

Uno de los manifestantes judíos usó agresivamente su bandera israelí para impedir que un reportero de Herald grabara el ataque e hiciera su trabajo de reportar el conflicto. Comprendo el dolor, la indignación, pero no puedo aprobar esa reacción.

Es contraproducente y disminuye el terreno moral de cada uno. Debemos separar a los terroristas del resto de la gente.

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El ataque contra Israel es un momento que cambia dinámicas y llama a la reflexión.

Al igual que el presidente Joe Biden, condeno con todo mi ser la bestialidad con la que los militantes de Hamás atacaron a los israelíes en la festividad de Simchat Torá, que marca la conclusión del ciclo anual de lecturas públicas del Torá.

Con el telón de fondo de semejante “maldad pura y sin adulterar”, como la calificó Biden, y su impacto a miles de millas en el sur de la Florida, ha sido difícil seguir con la rutina diaria sin derramar lágrimas después de ver las imágenes en los noticieros de jóvenes rehenes asustados, personas sangrando y ciudades devastadas.

Es difícil conciliar que el país moderno que muchos hemos visitado se convierta de la noche a la mañana en una zona de guerra.

Pero podemos apoyar a Israel de todo corazón y recibir las opiniones palestinas.

La democracia lo exige, incluso en tiempos de guerra.

FOTOGALERÍA: Miles de personas se reúnen en apoyo de Israel en Holocaust Memorial en Miami Beach

Santiago.
Santiago.