¿Un apocalipsis zombi por hongos es realmente posible? Lo que plantea 'The Last of Us' no es tan descabellado

Un hongo de cigarra zombi (Massospora cicadina) ha consumido la parte trasera de esta cigarra faraón, sustituyéndola por un “bloque” de esporas calcáreas. Matt Kasson, CC BY-ND
Un hongo de cigarra zombi (Massospora cicadina) ha consumido la parte trasera de esta cigarra faraón, sustituyéndola por un “bloque” de esporas calcáreas. Matt Kasson, CC BY-ND

¿Podría realmente producirse un apocalipsis zombi causado por hongos, como el Cordyceps de “The Last of Us”? – Júpiter, 15 años, Ithaca, Nueva York

Los zombis infunden miedo, persisten, y también pueden colarse en nuestras mentes; de hecho, cuántas películas o series aterradoras hemos visto al respecto.

Los animales invadidos por zombis y que ya no controlan sus cuerpos o comportamientos. Sirven a los intereses de un “amo”, ya sea un virus, un hongo o algún otro agente dañino.

El término “zombi” proviene del vudú, una religión que evolucionó en la nación caribeña de Haití. Pero la idea de ejércitos de zombis compuestos por humanos no muertos que devoran cerebros proviene de películas como La noche de los muertos vivientes, programas de televisión como The Walking Dead y videojuegos como Resident Evil.

Todos esos contenidos son ficción. Sin embargo, en la naturaleza podemos encontrar ejemplos reales de zombificación; o sea, un organismo que controla el comportamiento de otro organismo.

Según estudios, los hongos son un gran reino biológico que incluye mohos, mildius, levaduras, setas y también hay los 'zombificadores'. Pero no te preocupes porque esos “organismos devoradores de cerebros” suelen atacar a los insectos.

Uno de los ejemplos más famosos es el hongo de las hormigas zombies, Ophiocordyceps unilateralis, que forma parte de un grupo más grande conocido como hongos Cordyceps.

Este hongo inspiró el videojuego y la serie de HBO The Last of Us, en la que una infección fúngica generalizada convierte a las personas en criaturas parecidas a zombis y colapsa la sociedad.

En el mundo real, las hormigas suelen entrar en contacto con este hongo cuando las esporas (partículas reproductivas del tamaño del polen que produce el hongo) caen sobre el animal desde un árbol o planta en lo alto. Las esporas penetran en el cuerpo de la hormiga sin matarla.

Una vez dentro, el hongo se propaga en forma de levadura. La hormiga deja de comunicarse con sus compañeras de nido y deambula sin rumbo fijo. Con el tiempo, se vuelve hiperactiva.

Finalmente, el hongo hace que la hormiga suba por una planta y se sostenga con sus mandíbulas a una hoja o un tallo, un comportamiento llamado “cumbre”. El hongo pasa a una nueva fase y consume los órganos de la hormiga, incluido su cerebro.

De la cabeza del insecto muerto brota un tallo y produce esporas, que caen a su vez sobre las hormigas sanas que se encuentran debajo, comenzando el ciclo de nuevo.

Una ninfa de cigarra cítrica infectada con Ophiocordyceps sobolifera. La ninfa habita bajo tierra, pero el hongo la obliga a llegar a la “cumbre” justo por debajo de la superficie, permitiendo que emerjan sus tallos (rosados) y esporas. Matt Kasson, CC BY-ND

Los científicos han descrito innumerables especies de Ophiocordyceps. Cada uno es pequeño y tiene un estilo de vida muy especial. Algunos viven solo en áreas específicas: por ejemplo, el Ophiocordyceps salganeicola, un parásito de las cucarachas sociales, se encuentra solo en las islas Ryukyu de Japón. Espero que todavía existan muchas más especies en el mundo esperando ser descubiertas.

El hongo de la cigarra zombi, Massospora cicadina, también ha recibido mucha atención en los últimos años. Infecta y controla las cigarras faraón, que son las que viven bajo tierra y emergen brevemente para aparearse en ciclos de 13 o 17 años.

El hongo mantiene a las cigarras con energía y volando, incluso mientras va consumiendo y sustituyendo sus partes traseras y el abdomen. Este comportamiento prolongado de “huésped activo” es raro en los hongos que invaden insectos. Algunos miembros de la familia Massospora atacan a moscas, polillas, milpiés y escarabajos soldado, pero hacen que sus huéspedes lleguen a la cumbre y mueran, como las hormigas afectadas por Ophiocordyceps.

Esos vínculos mórbidos, relaciones que conducen a la muerte, se han ido formando y refinando a lo largo de millones de años de tiempo evolutivo. Un hongo que se especializa en infectar y controlar hormigas o cigarras tendría que desarrollar herramientas demasiado nuevas durante millones de años más para poder infectar incluso a otro insecto, aunque sea un pariente cercano, por lo que no vamos ni siquiera a hablar del ser humano.

En mis investigaciones, he recolectado y manipulado cientos de cigarras zombis vivas y muertas, así como innumerables insectos, arañas y milpiés infectados con hongos. He diseccionado cientos de especímenes y he descubierto aspectos fascinantes de su biología. A pesar de esa exposición prolongada, todavía controlo mi comportamiento.

Docenas de cigarras de 13 años infectadas con micadina Massospora preparadas para el secado y análisis en el laboratorio de micología de Matt Kasson en la Universidad de Virginia Occidental. Matt Kasson, CC BY-ND

Algunos hongos amenazan la salud humana, como el Aspergillus fumigatus y el Cryptococcus neoformans, que pueden invadir los pulmones de las personas y causar síntomas graves similares a los de la neumonía. El Cryptococcus neoformanspuede propagarse fuera de los pulmones afectando al sistema nervioso central y causar síntomas como rigidez en el cuello, vómitos y sensibilidad a la luz.

Las enfermedades fúngicas invasivas están aumentando en todo el mundo, así como las infecciones fúngicas comunes, como el pie de atleta, una erupción entre los dedos de los pies, y la tiña, una erupción que, a pesar de su nombre, es causada por un hongo.

Los hongos prosperan en ambientes cálidos y húmedos. Puedes protegerte contra muchos de ellos duchándote después de sudar o ensuciarte y no compartir equipo deportivo o toallas con otras personas.

No todos los hongos son tan aterradores e incluso las variedades alarmantes no te convertirán en un muerto viviente. Lo más cerca que puedes estar de un hongo zombificante es a través de películas de terror o videojuegos.

Si tienes suerte, es posible que encuentres una hormiga zombi o una mosca en tu vecindario. Y si te parece interesante, podrías convertirte en un científico como yo y dedicar tu vida a buscarlas.

Matt Kasson

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