¿Por qué se apagó la ofensiva de los Dolphins? El juego de este wide receiver es una luz de esperanza

Tyreek Hill fue la única luz de esperanza en la oscura noche de la ofensiva de los Dolphins ante los Chargers.

Con su primera atrapada estableció un récord de franquicia y con la tercera mostró una de sus características jugadas explosivas: una recepción de touchdown de 60 yardas luego de un tiro profundo del quarterback Tua Tagovailoa.

Y el otro touchdown, recuperó el ovoide en un fumble para anotar, fue una de las jugadas más increíbles en esta temporada de la NFL.

Pero si le preguntas a Hill, quien se vio afectado por una lesión en el tobillo en la segunda mitad en la derrota de Miami 23-17 ante el club de Los Angeles el domingo, no hizo lo suficiente.

“No creo que haya sido realmente un problema de ritmo. Siento que todos tuvimos una mala noche. Eso comienza conmigo mismo, un líder en el lado ofensivo del equipo”, expresó Hill, a quien le tiraron el ovoide 10 veces y terminó con solo cuatro recepciones y 81 yardas.

“Solo tenemos que mirarnos en el espejo y asumir la responsabilidad. Seré el primero que asuma la responsabilidad de mis acciones por no haber estado allí para mis compañeros de equipo cuando me necesitaron’’.

Hill, sin embargo, estaba en el lugar perfecto para ayudar a los Dolphins, con 8:45 restantes en el segundo cuarto, cuando recogió el ovoide tras el fumble del running back de Miami Jeff Wilson Jr. y corrió para un improbable touchdown de 57 yardas.

Después de que Wilson Jr. perdiera la pelota, varios jugadores, incluido el tackle ofensivo Terron Armstead, se amontonaron tratando de recuperarla.

Armstead pareció sacar el ovoide de esa aglomeración de jugadores, lo que le permitió a Hill recogerla y despegar hacia la zona de anotación.

“Al principio pensé en zambullirme entre todos ellos y luchar por la pelota, pero luego vi a Terron hacerlo y dije que no había forma de hacerlo con él allí porque si lo hubiera hecho tal vez me hubiera aplastado y no hubiera podido volver a jugar’’.

“Una vez que Armstead entró, me lanzó el ovoide y pude hacer una jugada. Parece que me vio, es una cosa de locos. Le grité y él trató de aprovechar eso’’.

Pero la jugada no fue suficiente para compensar todo lo demás que salió mal en el ataque de los Dolphins.

Esa ofensiva, que había sido tan explosiva en las últimas semanas, ha tenido grandes problemas en las últimas dos semanas en los fracasos ante los Chargers y los 49ers de San Francisco.

El domingo Miami fue superada 432-219, en yardas totales. Tuvieron el balón solo 20 minutos y 22 segundos.

Hill dijo que no señalará con el dedo a ninguno de sus compañeros de equipo por los recientes problemas ofensivos, incluido Tagovailoa, quien ha tenido dos de sus peores salidas de la campaña en las últimas dos semanas.

Tagovailoa completó solo 10 de 28 pases para 145 yardas, un touchdown y ninguna intercepción.

Fueron necesarios cinco intentos antes de completar su primer pase: un tiro de 13 yardas a Hill que le permitió al estelar wide receive romper la marca de yardas recibidas de Mark Clayton en una sola temporada de los Dolphins, que databa desde la campaña récord de Dan Marino en 1984.

En el segundo touchdown Hill quedó libre después de que el cornerback de los Chargers, Michael Davis, tropezara y se cayera en la cobertura, lo que le permitió correr hacia la zona de anotación luego de atrapar el pase de Tagovailoa.

Pero también hubo múltiples jugadas en las que Tagovailoa y Hill no se encontraron, incluido un pase temprano en el primer cuarto cuando el wide receiver no dio la vuelta a tiempo para alcanzar el ovoide.

“Este equipo es joven, pero es inteligente y no vamos a señalar con el dedo a nadie”, señaló Hill.

“Creo que Tua jugó lo suficientemente bien como para ganar este partido y siento que tengo que hacer más jugadas para él. Siento que tuve algunas oportunidades que no pude concretar y no se contarán y van a cargársela a él. Tengo que estar ahí para mi muchacho’’.