Análisis: Cinco ideas para reformar la gobernanza de la UE

Análisis: Cinco ideas para reformar la gobernanza de la UE

En la última legislatura hubo más de 660 iniciativas del ejecutivo de la UE y respuestas sin precedentes a la pandemia de COVID-19, una crisis energética e incluso una guerra en sus fronteras.

La UE demostró que, a pesar de su compleja gobernanza, donde hay voluntad política hay un camino, y así el bloque encontró las herramientas y los mecanismos para comprar conjuntamente vacunas y proporcionar a Ucrania toda la ayuda financiera, militar y humana que pudo.

Pero el panorama para los próximos cinco años requerirá la gestión de las transiciones ecológica y digital -más que mucha legislación- y lo que funcionó en el pasado puede no funcionar en el futuro.

"Sería ingenuo dar por sentado que la UE y sus miembros harán siempre lo necesario cuando la presión sea tan alta que la Unión no tenga más remedio que hacer un esfuerzo adicional para evitar que la situación se descontrole", según un reciente análisis del 'think tank European Policy Centre' (EPC).

El EPC y otros grupos de reflexión están estudiando cómo reflejar el cambio de perspectiva y de exigencias en los cambios institucionales de Bruselas, especialmente en este año electoral.

Para hacer frente a los retos del futuro y lograr que la UE sea más resistente a las crisis actuales y futuras, el bloque debe actuar más rápidamente de forma conjunta, encontrar formas de financiar sus necesidades, mejorar la coordinación entre sus instituciones y ofrecer un liderazgo fuerte, argumentan los investigadores - especialmente en un contexto de creciente polarización, amenazas a la seguridad y más países llamando ansiosamente a la puerta de Europa para unirse al club de los 27.

'Euronews' ha leído algunos documentos de debate político y ha hablado con investigadores de la UE para ofrecerle una lista de cinco ideas sobre cómo el bloque puede mejorar su funcionamiento interno para cumplir sus promesas políticas.

1. Una Comisión más ejecutiva

El creciente papel de la UE en ámbitos políticos en los que los Estados miembros son los principales responsables, como la sanidad, la política exterior y la seguridad, exige un mayor grado de habilidad y capacidad ejecutivas, según el análisis del CPE.

La Comisión Europea fue concebida hace más de 60 años como una institución estratégica encargada de proponer y desarrollar planes acordes con las expectativas de los Estados miembros y de aplicar estas estrategias mediante diversos instrumentos presupuestarios y reglamentarios, explicó a 'Euronews' Jean-Louis De Brouwer, director del programa de Asuntos Europeos del Instituto Egmont. "El problema es que la Comisión aún no está preparada para llevar a cabo estas funciones ejecutivas", añadió De Brouwer.

A pesar de haber adquirido nuevas competencias ejecutivas en los últimos años, especialmente en el campo de la tecnología, los Estados miembros siguen mostrándose reticentes a dar a la Comisión recursos adicionales para aplicar plena y eficazmente toda la nueva legislación.

Ursula Pachl, analista del CEPS, afirma que un nuevo comisario para el cumplimiento y la aplicación tendría mucho sentido para mantener la posición de la UE como potencia reguladora mundial.

El Presidente de la Comisión es ahora el único miembro del Colegio de Comisarios con competencias para coordinar y garantizar el cumplimiento de la legislación de la UE, sostiene Pachl. "Este sistema parece ahora anticuado y de alcance demasiado limitado, dados los enormes retos que tenemos por delante", escribe.

Heather Grabbe, investigadora principal de Bruegel, sostiene que la próxima Comisión debería ser imparcial y no política, y centrarse en garantizar que la legislación de la UE se aplique correctamente. "Es necesario que la Comisión tenga poderes mucho más fuertes para ser la guardiana de los tratados sobre el Estado de Derecho", afirma Grabbe.

2. Liderazgo fuerte y coordinado

En los últimos años, no es ningún secreto que la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen (Alemania/PPE), y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel (Bélgica/Renovación), no han mantenido las mejores relaciones.

Sus enfrentamientos y rivalidades personales, que culminaron en el llamado 'sofagate', dieron lugar a una menor cooperación entre ambas instituciones y no siempre presentaron a la UE como una voz unida.

"Necesitaremos cierto liderazgo por parte del nuevo equipo que habrá cuando se complete la Comisión, [y] habrá que hacer algunos esfuerzos para mejorar esta gobernanza [de la UE]", dijo De Brouwer.

El ex primer ministro portugués António Costa será el próximo Presidente del Consejo Europeo a partir de octubre, pero von der Leyen aún necesita la aprobación del Parlamento Europeo para volver a su antiguo puesto en un nuevo mandato.

"Será especialmente significativo que los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión empujen en la misma dirección", señalan los analistas del EPC. "Ambos deben comprender que el poder de la Comisión aumenta en función de la fuerza del Consejo Europeo y viceversa".

3. Fijar objetivos estratégicos claros

Bruegel acaba de publicar un memorándum dirigido a los próximos líderes de las instituciones de la UE, en el que sus investigadores señalan que no toda la legislación ha sido buena en los últimos cinco años, y que los avances han sido lentos o inexistentes en áreas importantes como la unión de los mercados de capitales.

Los investigadores también afirman que la respuesta de la Comisión al declive de la competitividad de la UE ha sido unilateral, al no adoptar legislación clave para profundizar en el mercado único, y que el Consejo no ha logrado ponerse de acuerdo sobre nuevos recursos propios para ayudar a reembolsar la próxima generación de préstamos de la UE. "Creo que un mayor consenso sobre los ámbitos en los que la UE debe actuar más sería lo más valioso que podría acordarse en este momento", declaró Grabbe a 'Euronews'.

Cuanto más alineados estén los objetivos fijados por los líderes de la UE en la Agenda Estratégica para los próximos cinco años y la hoja de ruta de la Comisión, mejor, y la aplicación de los objetivos clave del bloque debería contar con el apoyo de grupos de trabajo estratégicos, recomienda el CPE.

Un grupo de trabajo podría estar anclado institucionalmente en la Comisión y dirigido por una figura política con experiencia que se centrara en una prioridad específica, como la industria de defensa y seguridad de la UE. "Sin embargo, para ser eficaces, tendrían que tener poderes reales de coordinación y estar integrados en el sistema de la UE", escriben los analistas del EPC.

4. Reformar la toma de decisiones de la UE

Según los investigadores, se puede hacer mucho sin reformar los Tratados. "El contexto político actual hace prácticamente imposible llevar a cabo el tipo de reforma institucional a gran escala basada en los tratados que hemos tenido en el pasado", declaró el investigador de Bruegel a 'Euronews', argumentando que no es realista con las divisiones actuales entre los Estados miembros y la diferente visión que tienen las fuerzas populares de la derecha radical de lo que debería ser la UE.

La ampliación, por ejemplo, es extremadamente complicada debido al número de vetos que tiene cada Estado miembro en el proceso, que se han ido haciendo cada vez más elaborados con el tiempo, dijo Grabbe, añadiendo que no tienen por qué ser tan ornamentados.

"La UE debería ser innovadora a la hora de preparar la próxima oleada de ampliación, incluida la adhesión de Ucrania. Debería considerarse seriamente la posibilidad de una adhesión escalonada", dice la nota de Bruegel.

Otro aspecto clave será cómo estructurar -o reestructurar- el funcionamiento interno de la Comisión, para que haya una mejor coordinación entre los distintos ámbitos políticos y para que cada comisario de la UE (hay uno por país) tenga una cartera importante.

"La necesidad de organizar grupos de comisarios tiene sentido, pero todos deben tener algún tipo de cartera significativa. Ese es el reto", dice Grabbe.

5. Uso más eficaz del presupuesto de la UE (¿y endeudamiento común?)

Durante la campaña electoral, von der Leyen dijo que aprovecharía la experiencia de los últimos cinco años para simplificar el presupuesto de la UE, eliminar redundancias y hacerlo más eficiente.

En mayo, la Comisaria alemana de centro-derecha dio a entender que estaría dispuesta a recortar las costosas subvenciones agrícolas y las ayudas a las regiones más pobres para dar prioridad a nuevas áreas de gasto, como la defensa.

"La agricultura y la cohesión desempeñarán un papel, sin ninguna duda, pero tenemos que centrarnos en lo que es más importante en este momento", dijo von der Leyen durante un debate electoral.

La presidenta de la Comisión habló de la necesidad de nuevos recursos propios y no cerró la puerta a nuevos préstamos conjuntos para tapar los déficits de financiación, una idea respaldada por líderes como el francés Emmanuel Macron, aunque la opinión más aceptada por los Estados miembros se inclina por hacer más con recursos limitados.

"Si queremos poner literalmente nuestro dinero donde está nuestra boca, tendremos que pensar ampliamente cuando llegue el momento de pensar en la próxima generación de recursos financieros necesarios para la UE", subrayó De Brouwer.

El director de Egmont cree que se puede hacer mucho más para simplificar los instrumentos presupuestarios existentes y hacer un mayor uso del enfoque basado en el rendimiento. Esto significa que el dinero de la UE sólo se transferirá a los Estados miembros si cumplen determinados objetivos que midan sus reformas y su rendimiento, como ocurrió con el plan Recuperación 'Next Generation'.

"También debería estudiarse la posibilidad de aumentar el presupuesto de la UE, pero sólo si también se reforman las políticas actuales que absorben la mayor parte del presupuesto comunitario (PAC y cohesión)", señala la nota de Bruegel.