Análisis: Hamás se regenera tras un año de guerra para continuar su lucha en Gaza

"Se dice, por ejemplo, que Hamás ha perdido 6.000 combatientes, pero parece estar reclutando, o más bien movilizando, a unos 6.000 miembros de sus reservas", declaró Hugh Lovatt, analista político del 'think tank' Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas en inglés), en una entrevista con 'Euronews'.

"Ciertamente no estarán tan bien entrenados como el grupo inicial, pero siguen siendo capaces de empuñar un arma y disparar lanzacohetes contra tanques israelíes", añadió el analista sobre el grupo islamista, que hace un año mató a 1.200 personas y tomó 250 rehenes en Israel, desatando una nueva guerra en la Franja de Gaza en la que los ataques israelíes han matado a unas 42.000 personas.

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzi Halevi, afirmó en una carta enviada a los soldados con motivo del primer aniversario del ataque que las fuerzas armadas habían "derrotado al brazo militar de Hamás" y seguían luchando contra su capacidad terrorista.

Pero los analistas entrevistados por 'Euronews' explican que Hamás no solo no ha sido derrotado, sino que aún tiene capacidad para regenerarse, en términos de reclutamiento de milicianos y rehabilitación de infraestructuras subterráneas.

"Creo que es muy fácil, de hecho, reclutar y regenerarse, simplemente porque hay muchos huérfanos y grupos como Hamás siempre han reclutado a los huérfanos de anteriores ataques israelíes", dijo Joost Hiltermann, analista político de Cris Group.

"Creo que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que Hamás ha estado trabajando para restaurar algunos de los túneles dañados", afirmó Hugh Lovatt.

La línea dura de la nueva dirección de Hamás

Por otro lado, el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, el 31 de julio de 2024, mientras se encontraba de visita en Irán, puede haberse considerado un duro golpe para el movimiento.

Exiliado en Catar, Haniyeh era considerado pragmático y relativamente moderado en las negociaciones. Pero el nuevo líder, Yahya Sinwar, autor intelectual del atentado del 7 de octubre, es visto como un partidario de la línea dura que querrá mantener la lucha armada a cualquier precio.

"Las decisiones se toman por consenso en el Consejo de la Shura. Por supuesto, Yahya Sinwar siempre tendrá una voz fuerte debido a lo ocurrido el 7 de octubre y a la forma en que se le considera dentro de Hamás, y quizá fuera de Hamás, como un líder fuerte. Y como tiene rehenes israelíes, eso le da una carta importante", explicó Joost Hiltermann.

Yahya Sinwar no se arrepiente de los atentados del 7 de octubre y cree que solo es posible crear un Estado palestino "por la vía armada", según la agencia 'Reuters', que se puso en contacto con seis fuentes políticas (cuatro de organizaciones palestinas y dos de Gobiernos de Oriente Medio).

Un antiguo militante comunista libanés, Nabih Awadah, que estuvo encarcelado con Sinwar (en Ashkelon entre 1991 y 1995), declaró a 'Reuters' que el líder de Hamás consideraba que los acuerdos de paz de Oslo (1993) entre Israel y la Autoridad Palestina eran "desastrosos" y una estratagema de Israel, que solo cedería tierras palestinas "por la fuerza, no mediante negociaciones".

Awadah lo calificó de "obstinado y dogmático", y afirmó que Sinwar se encendía de alegría cada vez que oía hablar de atentados de Hamás contra israelíes o del grupo libanés Hezbolá. Para Sinwar, la confrontación militar era la única forma de "liberar a Palestina" de la ocupación israelí.

La diplomacia sigue siendo incapaz de cambiar el curso del conflicto

Estados Unidos y la UE clasifican a Hamás como grupo terrorista, pero el movimiento islamista sigue siendo crucial para negociar un alto el fuego, según los analistas.

Algunos países occidentales podrían desempeñar un papel mediador más importante, afirma Joost Hiltermann: "Países como Noruega y Suiza pueden mantener conversaciones con Hamás porque no les ponen la etiqueta política de organización terrorista. Es una decisión política".

"La falta de canales directos de negociación es un problema porque Hamás es obviamente un movimiento que combate la ocupación militar con violencia (...). Pero es necesario que se hable más de soluciones al conflicto palestino-israelí, que hasta ahora no se están promoviendo", añadió.

Una solución política al conflicto tendrá como principal interlocutor a la Autoridad Palestina, bajo la presidencia de Mahmud Abás. La Autoridad Palestina gobierna Cisjordania y parte de Jerusalén y muchos países occidentales la ven como un actor preferente para gobernar la Franja de Gaza en sustitución de Hamás, que lo hace desde 2007 tras ganar las elecciones con su brazo político.

Sin embargo, los analistas afirman que habrá que incluir a Hamás en cualquier decisión sobre el futuro del territorio, a pesar de que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha prometido "borrar a Hamás de la faz de la tierra".

"Seamos claros, Hamás no se va a ir a ninguna parte, aunque haya sufrido tanto. Siempre tendrá la posibilidad de oponerse a cualquier intervención externa en Gaza, ya sea una intervención israelí, como está ocurriendo en este momento, o ya sea la intervención de la Autoridad Palestina en el futuro o de una fuerza internacional", afirma Hugh Lovatt.

El analista subraya que la extensión del conflicto a Líbano y las represalias directas de Irán contra Israel agravan la crisis y son también una clara señal de que Irán seguirá apoyando a Hamás en todos los frentes.

"Irán sigue siendo una importante fuente de financiación, aunque no la única, pero sin duda la mayor fuente de financiación de Hamás. Por razones estratégicas, por razones potencialmente ideológicas, pero también por razones muy pragmáticas, Irán seguirá haciéndolo", explicó Lovatt.

"No parece haber margen significativo para soluciones diplomáticas, que por supuesto siempre existen. Pero el camino elegido por ahora es utilizar la fuerza para someter a los enemigos, ver dónde caen las fichas y trabajar a partir de ahí", afirmó Joost Hiltermann.

La guerra en Gaza ha causado más de 41.000 muertos y casi dos millones de desplazados en la Franja, según las autoridades sanitarias palestinas y cifras de la ONU.