¿Se puede almacenar agua en el Lago de Texcoco?

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Almacenar agua en el Lago de Texcoco para enfrentar la escasez hídrica fue una de las propuestas que confrontó a las candidatas Xóchitl Gálvez, de “Fuerza y Corazón por México” y Claudia Sheinbaum, de “Sigamos Haciendo Historia”, durante el segundo debate presidencial. 

Pero contrario a lo que dijo Gálvez, esto no es viable, ya que tendría altos costos económicos y ambientales, explicó a El Sabueso una especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Sheinbaum descalificó la propuesta de su contrincante al señalar que el Lago de Texcoco “es salado”. Sin embargo, Gálvez insistió en que, no sólo se podría almacenar, sino también desalinizar el agua de este lugar tal como sucede en otros países como Israel.

“Hay la posibilidad de almacenar agua en Texcoco, Claudia no entiendes que hay plantas que desalan. Si está salado le quitamos la sal y ya (…) es mejor almacenar agua tratada en el Lago de Texcoco que llevársela hasta Hidalgo y traerla. Esa es una buena solución, tenemos que tratar el agua, almacenarla, potabilizarla y volverla a meter a los hogares”, detalló durante una entrevista con Atypical Te Ve el pasado 29 de abril. 

Consultada por El Sabueso, Gabriela Jiménez Casas, especialista en educación ambiental por UNAM, explicó que las implicaciones de combinar agua dulce con salada en el Lago de Texcoco van más allá de “quitarle la sal”, pues esto dañaría gravemente el ecosistema, que, además de ser un Área Natural Protegida, se incluyó en la Lista de Humedales de Importancia Internacional en 2022. 

Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez discutieron del lago de Texcoco en el segundo debate presidencial Foto: Cuartoscuro
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez discutieron del lago de Texcoco en el segundo debate presidencial Foto: Cuartoscuro

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Como te contamos en esta otra nota,  la sal no se destruye, solo se transforma en salmuera, y si no se maneja adecuadamente se convierte en un riesgo para la vida oceánica y los ecosistemas marinos.

¿Qué pasa si almacenan agua dulce o tratada en el Lago de  Texcoco?

El Lago de Texcoco es un humedal cuyo tipo de suelo es altamente salado por factores prehispánicos como su ubicación al interior y en la parte más baja de la cuenca del Valle de México, el deslave de tierras en época de lluvia; la falta de un desagüe natural para deshacerse de las sales vertidas de otros lagos y la recepción de aguas manantiales, como lo explica la historiadora Rocío Maribel Ávila Gómez  en su tesis “El Lago de Texcoco: Historia de una pérdida”

En este sentido, Jiménez Casas explicó que las especies de flora y fauna en el Lago de Texcoco viven y subsisten por las condiciones lacustres originales. 

“Si meten agua salada en un lugar que es dulce o al revés no es ayudar al ecosistema, al contrario, lo va a dañar”, explicó la especialista de la UNAM. “Si deciden meter agua dulce van a espantar y a matar un montón de especies que ya están viviendo ahí”. 

También puntualizó que, incluso, si se intentara salinizar el agua para evitar el daño al ecosistema, esto tendría costos muy elevados y no garantizaría el bienestar total del ecosistema. “No es nada más solucionar el problema del agua como tal, sino que tiene que solucionarlo sin dañar otras cosas”, señaló. 

Desalinizar el agua salada de Texcoco, pero…¿A qué costo?

Durante la entrevista donde detalló su propuesta, Xóchitl Gálvez aseguró que de combinar el agua tratada con la salada en Texcoco, esta se podría desalinizar en plantas. 

Sin embargo, dependencias nacionales y organizaciones internacionales como Naciones Unidas (ONU) han reconocido que estos procesos también tienen fuertes repercusiones ambientales, energéticas y económicas. 

La desalinización no es nueva en México. En 2022, el propio titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Germán Arturo Martínez Santoyo, advirtió que estos procesos se llevan a cabo en el país, pero tiene una alta demanda energética, elevados costos de operación y mantenimiento y requieren de una adecuada disposición de aguas residuales (salmuera), las cuales pueden ser contaminantes para los ecosistemas. 

Santoyo también explicó durante el foro “Desalinización de agua de mar y su aprovechamiento” que “uno de los principales factores que limitan este tipo de tecnologías, es el costo, el cual depende de diversos factores, principalmente la ubicación de la planta, la fuente de abastecimiento, las dimensiones y el costo energético (el cual representa hasta 70% del total)”. 

En el año 2000, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) dio a conocer que el precio promedio para desalinizar agua salobre era de 0.35 dólares por metro cúbico y de 1.54 dólares para el agua de mar. Sin embargo, los costos de este tipo de procesos pueden ser más altos o más bajos según del tipo de desalinización que se haga, la calidad del agua fuente que se utilice, la calidad del agua demandada según su uso final; la capacidad de la planta, entre otros factores. 

El lago de Texcoco es naturalmente salado Foto: Cuartoscuro
El lago de Texcoco es naturalmente salado Foto: Cuartoscuro

Sobre los efectos ambientales de la desalinización, el reporte “El estado de la desalinización y la producción de salmuera: una perspectiva global”, respaldado por la ONU, dio a conocer que en 2019 cerca de 16 mil plantas desalinizadoras en el mundo producían flujos de aguas residuales (salmuera) y químicos tóxicos mayores a los esperados. 

El reporte considera que “la salmuera sigue siendo un problema importante de la desalinización”. En este sentido, si se desalinizara el agua de Texcoco, los desechos contaminantes tendrían que eliminarse alguno de los métodos tradicionales como descarga directa en océanos, una superficie de agua o alcantarillado, inyección de pozos profundos y estanques de evaporación, dependiendo de la ubicación geográfica de la planta. 

La descarga de salmuera, por ejemplo, tiene efectos ecológicos asociados a alteraciones fisiológicas del agua alrededor del lugar donde se vierte el desecho. Las plantas justo al océano a menudo descargan la salmuera sin tratar directamente en el mar, mientras que  “cuando se descarga continuamente en aguas superficiales, estos factores plantean riesgos para la vida oceánica y los ecosistemas marinos”, explica el reporte.

Además, los residuos y la alta salinidad pueden producir “profundos impactos en organismos bentónicos (asociados al fondo acuático) y traducirse a efectos ecológicos observables a lo largo de la cadena alimenticia”. 

También ha habido esfuerzos para tratar o eliminar la salmuera -como la recuperación de minerales- con el fin de evitar o mitigar los impactos ambientales negativos. Sin embargo estas tienen “altos costos económicos y demandas energéticas” que representan una barrera para su aplicación, según el análisis.