Aliados que facilitan armas a bandos en guerra en Sudán "facilitan la masacre", dice funcionaria ONU

En esta imagen de archivo, un hombre pasa junto a una casa afectada por los recientes ataques registrados en Jartum, en una zona devastada por los combates entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares, en Sudán, el 25 de abril de 2023. (AP Foto/Marwan Ali, archivo)

NACIONES UNIDAS (AP) — La jefa política de Naciones Unidas acusó el martes a los aliados de las fuerzas militares y paramilitares en guerra en Sudán de “facilitar la masacre” que se ha cobrado la vida de más de 24.000 personas y ha creado la peor crisis de desplazados del mundo.

“Esto es inconcebible”, dijo Rosemary DiCarlo al Consejo de Seguridad de la ONU. “Es ilegal y debe terminar”.

Aunque no nombró a los países que financian y proporcionan armas al ejército de Sudán y a las Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares, apuntó que tienen la responsabilidad de presionar a ambas partes para que trabajen para alcanzar una solución negociada que ponga fin a la guerra.

Sudán se sumió en el conflicto a mediados de abril de 2023, cuando las largas tensiones entre sus líderes militares y paramilitares estallaron en la capital, Jartum, y se extendieron a otras regiones, incluyendo Darfur Occidental, que ya quedó asolado por matanzas y atrocidades en 2003. La ONU advirtió recientemente que la nación está al borde de la hambruna.

El mes pasado, las FAR arrasaron la provincia de Gezira, donde atacaron pueblos y aldeas, causaron decenas de muertos y violaron a mujeres y niñas, según la ONU y grupos locales.

DiCarlo dijo al Consejo que las ONG sostienen que esos ataques han estado marcados por “una de las violencias más extremas en los últimos 18 meses”.

Además, condenó enérgicamente los continuos ataques de la fuerza paramilitar contra civiles y dijo que la ONU también está “consternada por los ataques a civiles perpetrados por fuerzas afiliadas a las Fuerzas Armadas Sudanesas en el área de Jartum”.

DiCarlo apuntó que ya es hora de que las fuerzas rivales se sienten a negociar, pero señaló que ambos bandos parecen convencidos de que pueden ganar en el campo de batalla, una idea que está siendo alimentado por el apoyo exterior y las armas.

“A medida que se acerca el final de la temporada de lluvias, las partes siguen aumentando sus operaciones militares, reclutando nuevos combatientes e intensificando sus ataques”, dijo. “Esto es posible gracias a un considerable apoyo externo, incluido el flujo constante de armas al país”.

Sudán ha acusado a Emiratos Árabes Unidos de armar a las FAR, algo que el país niega con contundencia. También se reportó que los paramilitares han recibido apoyo del grupo mercenario ruso Wagner. Y expertos de la ONU dijeron en un informe a principios de este año que tenían el respaldo de comunidades aliadas árabes y de nuevas líneas de suministro militar que pasan por Chad, Libia y Sudán del Sur.

En cuanto al gobierno, el general Abdel Fattah Burhan, quien lideró una toma militar del país en 2021, es un aliado cercano del vecino Egipto y su de presidente, el ex jefe del ejército Abdel-Fattah el-Sissi. En febrero, el ministro sudanés de Exteriores sostuvo conversaciones en Teherán con su homólogo iraní en medio de reportes no confirmados de compra de aviones no tripulados para las fuerzas gubernamentales.

DiCarlo pidió que se intensifiquen las acciones internacionales para proteger a los civiles y promover el diálogo.

El enviado especial de la ONU para Sudán, Ramtane Lamamra, “está considerando la próxima fase de su acercamiento a las partes en guerra, incluida otra ronda de ‘conversaciones de proximidad’ centradas en compromisos relacionados con la protección de los civiles”.

El ejército boicoteó las conversaciones de proximidad celebradas en Ginebra en julio y que buscaban impulsar la ayuda humanitaria e iniciar las conversaciones de paz a pesar de los llamados internacionales a participar. Las FAR enviaron una delegación a la ciudad suiza.

DiCarlo indicó que Lamamra viajará a Sudán y otros lugares de la región en las próximas semanas para reunirse con actores clave para discutir un nuevo intento de diálogo.

Ramesh Rajasingham, director de coordinación de la oficina humanitaria de la ONU, informó al Consejo sobre las “impactantes atrocidades" cometidas en Gezira y los combates en Darfur Occidental y Darfur del Norte que están llevando a más personas a huir.

Desde abril de 2023, más de 11 millones de personas han abandonado sus hogares, de las cuales tres millones se marcharon a países vecinos, explicó. El mes pasado, 58.000 residentes en los dos estados de Darfur cruzaron a Chad, donde ahora hay más de 710.000 refugiados, agregó.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.