Alerta dengue: subirá la temperatura, ¿volverán los mosquitos?
La temperatura de los últimos días, que durante buena parte de las jornadas se mantuvo por debajo de los 20°C, logró una merma en la actividad de los mosquitos. En medio de la epidemia de dengue que atraviesa la Argentina, notar una menor presencia de estos insectos en las casas y los espacios abiertos generó alivio, pero la mala noticia es que este fin de semana esa suerte de tregua, al menos en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), llegará a su fin. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la temperatura estará por encima de los 20°C y eso, según los expertos consultados, estimulará la actividad de los mosquitos.
“Van a estar a full”, afirma Adrián Diaz, biólogo, director del Laboratorio de Arbovirus del Instituto de Virología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador independiente del Conicet.
El especialista describe que la presencia de estos insectos disminuye cuando baja la temperatura, porque está menos activo, pero eso no significa que vaya a disminuir la población. “Empezará a aumentar la temperatura. Por ahora, los individuos estuvieron aletargados, no es que están muriendo. Hay que diferenciar comportamiento de mortalidad. Ahora, si desciende la temperatura a menos de 15°C y se mantiene de ese modo durante cinco días o más, ahí sí la actividad de alimentación del mosquito se inhibe y empiezan a morir”, explica Diaz.
El experto remarca que el aumento de la temperatura acelera el ciclo de vida y el comportamiento del mosquito. “Si baja la temperatura, su letargo es pronunciado, pero nunca deja de estar activo, salvo que la temperatura sea muy baja. Por encima de los 20°C van a estar muy activos. El calor y la humedad generan mucha actividad”, indica.
Según el Boletín Epidemiológico Nacional, el análisis de la curva epidémica de dengue a nivel país registra un descenso en el número de casos semanales. Hasta el momento, desde la semana 13 (del 25 de marzo al 31 de ese mes), se registraron 29.840 infecciones, casi un 32% inferior a lo registrado en la semana anterior a la mencionada. Aunque hay que tomar con prudencia los casos de las últimas semanas, porque pueden modificarse de acuerdo a la sucesiva integración de información por parte de los notificadores, advierten en el documento oficial.
Caída pronunciada
Laura Harburguer, integrante del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa y miembro del Consejo Nacional de este instituto, resalta que recién a partir de mayo se verá realmente una caída pronunciada del número de mosquitos circulando. La especialista indica que la población de mosquitos varía año a año según las temperaturas. Por eso pronostica que habrá que esperar hasta ese mes para que en la zona del AMBA la presencia de mosquitos baje de manera considerable, para recién volver a aparecer en la primavera.
Sin embargo, las bajas temperaturas matan a los mosquitos adultos, pero no siempre a las larvas y los huevos. Para que ello suceda, las temperaturas deberían ser mucho más bajas que 15°C.
El Aedes aegypti, el mosquito vector del dengue, deposita sus huevos sobre la superficie del agua dejándolos en alguna pared rugosa, como las de cualquier recipiente que acumule agua o las de un hueco en un árbol. Esa manera de depositarlos es diferente a lo que hacen otras especies que liberan sus huevos directamente sobre el medio acuoso, como un charco o una zanja. Luego, esos huevos se transforman en larvas, después en pupas y más tarde en adultos.
“En el caso de las larvas es difícil estimar a qué temperatura mueren porque al encontrarse en el agua están en una temperatura distinta a la del ambiente. Las larvas resisten las bajas temperaturas, pero su ciclo se hace más largo con el frío. A una larva en condiciones de verano, con 25°C de temperatura promedio, le demanda unos 10 días llegar a adulto. Pero cuando baja la temperatura demoran un mes o dos meses, pero es difícil que las larvas se mueran por el frío”, describe Harburguer.
Pero el caso de los huevos es aún más complejo porque sobreviven al invierno. De hecho, hay estudios que muestran que incluso logran superar temperaturas cercanas a los 4°C.
Por eso, afirma Harburguer, este invierno para no tener un brote en la primavera y verano, habría que hacer una campaña importante de descacharrado, en baldes, piletas, tanques de agua y otros recipientes que puedan funcionar como un criadero.
“Hay que cepillar los recipientes para eliminar los huevos pegados a las superficies. Eso es lo que podemos hacer como ciudadanos, luego hay acciones que deben estar a cargo de las autoridades sanitarias”, agrega.