Alemania podría perder miles de médicos sirios tras la destitución de Al Assad

Las consecuencias de la destitución de Bashar al Assad en Siria suscitan preocupación en Alemania, donde el sector sanitario podría verse alterado si los miles de médicos sirios que trabajan allí decidieran regresar a su país.

Alemania se convirtió en uno de los principales destinos de los refugiados sirios en la última década. Muchos políticos en Europa, como en el Gobierno austríaco, se apresuraron a empezar a hablar de cancelar los programas de acogida de refugiados o de directamente expulsar a su población.

Pero otros señalan que entre los exiliados hay personas cualificadas cuya marcha perjudicaría a sus economías, como es el caso de Alemania con los médicos y otro tipo de personal sanitario.

"Si todos los sirios que ahora trabajan aquí abandonaran nuestro país, desaparecerían sectores enteros de la sanidad", declaró la semana pasada la ministra del Interior, Nancy Faeser. "Para nosotros es importante que ofrezcamos a los sirios que están aquí -que tienen trabajo, que se han integrado, que no delinquen, cuyos hijos van a la escuela- que se queden y estén ahí para nuestra economía".

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El sector sanitario alemán lucha por cubrir puestos de trabajo debido al envejecimiento de la población y la escasez de mano de obra cualificada. El director de la Federación Alemana de Hospitales, Gerald Gass, afirma que los sirios constituyen ahora el mayor grupo de médicos extranjeros, entre un 2% y un 3% de la plantilla.

Se calcula que unos 5.000 médicos sirios trabajan sólo en hospitales. El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, que cifra en más de 6.000 el número total de médicos sirios, afirma que son "indispensables" para la atención sanitaria.

Algunos, sobre todo los que tienen familiares aún en Siria, se plantean un rápido regreso si la situación se estabiliza, mientras que otros se sienten a gusto y bien integrados en Alemania y quieren quedarse. Pero "no se percibe ningún movimiento masivo inminente hacia Siria" en la actualidad, dice Gass.

"Desde luego, la atención a los pacientes no colapsaría en Alemania si todos los médicos sirios regresaran ahora", afirma Gass. Pero añade que estas personas a menudo trabajan en centros individuales con poco personal, por lo que un éxodo migratorio masivo podría forzar cierres locales temporales.

Los médicos sirios han hecho de Alemania su hogar

La doctora Hiba Alnayef, auxiliar de pediatría en un hospital de Nauen, a las afueras de Berlín, dice que en los últimos diez días le han preguntado por esta cuestión: "No lo sé: algunos quieren, pero es muy difícil e incierto", responde Alnayef, nacida en Alepo pero que ha pasado gran parte de su vida fuera de Siria tras llegar a Alemania desde España en 2016.

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"Ahora yo también tengo una patria aquí", explica Alnayef. "Los alemanes necesitan especialistas, Siria necesita apoyo, renovación... ahora todo está destruido", dijo. "Creo que podemos trabajar bien juntos para ayudar a ambas sociedades".

Alnayef afirma que el sistema sanitario alemán tendría "un gran problema" si sólo una parte de sus médicos sirios decidiera marcharse: "Nos falta personal, estamos quemados, hacemos el trabajo de varios médicos". La profesional admite que Alemania ha supuesto "un puerto seguro" para ella, pero que la discriminación y el racismo han hecho mucho daño y que su integración en el país ha sido un reto.

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El doctor Ayham Darouich, de 40 años, llegó de Alepo a Alemania para estudiar medicina en 2007 y tiene su propia consulta en Berlín desde 2021. "Por lo que he oído, ninguno de mi círculo de amigos quiere volver. Tienen su familia o sus consultas aquí, tienen su sociedad aquí, viven en su patria", dice Darouich. "La preocupación alemana de que muchos puedan regresar es un poco exagerada, o injustificada".

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Sin embargo, afirmó que la nación germánica tiene que hacer más para persuadir a los profesionales de la medicina de que se queden en el país tras su formación.

"Vemos que las enfermeras y los profesionales médicos de los hospitales ganan relativamente poco en comparación con Estados Unidos o Suiza", afirma Darouich, añadiendo que los horarios de trabajo mal regulados y la falta de personal en los hospitales son algunos de los factores que ahuyentan a la gente.