Alejandra del Moral, la escandalosa traición política que avisa hacia dónde ven que va el poder en México

Alejandra del Moral, excandidata a la gubernatura del Estado de México por la alianza PRI-PAN-PRD |  Foto Archivo:ALFREDO ESTRELLA/AFP via Getty Images
Alejandra del Moral, excandidata a la gubernatura del Estado de México por la alianza PRI-PAN-PRD | Foto Archivo:ALFREDO ESTRELLA/AFP via Getty Images

Cuando se abre el mercado de la disputa por el poder, los políticos reaccionan con cautela pensando en su subsistencia personal. No los mueven los principios ideológicos de los partidos. Su convicción está en mantenerse dentro de los beneficios que les reporta saberse a la sombra de quien domina la escena política. Sin recato alguno pasan de una opción a otra. En tono de burla les dicen chapulines. Ellos dicen que son pragmáticos.

Argumentando que Alejandro Moreno, “Alito”, imprimió un cambio de rumbo en el PRI, que lo tiene secuestrado y provocó que el partido se hubiera alejado de sus ideales revolucionarios de democracia y justicia social, Alejandra del Moral renunció a su militancia por más de 20 años en ese partido, del que hace un año fue candidata al gobierno del Estado de México.

En su discurso para conquistar la gubernatura, Alejandra del Moral decía que Morena era el partido de la destrucción. Ahora Claudia Sheinbaum, por medio de un mensaje en redes sociales, anunció que Alejandra decidió incorporarse a su proyecto, porque se habían reunido y reflexionaron sobre el futuro de México y encontraron que tenían más coincidencias que diferencias.

Las campañas son para sumar y lograr adhesiones de todo color, es cuando los chapulines saltan alegremente, pero hay límites y tal vez por eso, Claudia Sheinbaum aclaró que Alejandra del Moral no militará en Morena ni en el Verde o el PT y no se le ofreció ningún cargo.

Parece que lo que motivó a Alejandra del Moral a dar el salto hacia la sombra de la candidata de Morena fue un ataque de patriotismo y por eso decidió tirar a la basura la militancia de décadas en el PRI al que le debía todo. Con ese logo fue presidenta municipal de Cuautitlán Izcalli, diputada local y federal, secretaria de Desarrollo Social y de Desarrollo Económico, en el gobierno de Alfredo del Mazo y candidata al gobierno del Estado de México.

Siendo un cuadro de alto nivel en el PRI, la salida de Alejandra del Moral y su adhesión al proyecto de Claudia Sheinbaum, lo que incluye la aceptación de Morena, que hace un año repudiaba, generó reacciones entre quienes fueron sus colaboradores y seguidores en el Estado de México durante su campaña.

El adjetivo traición fue el más repetido, con el que manifestaron su indignación políticos y excolaboradores de Alejandra del Moral. El tono de profunda decepción. En los reproches el lema de su campaña, Valiente, fue tomado para decirle que Valiente era quedarse en el PRI, que tanto le había dado y no usar el pretexto de una dirigencia cuestionada para traicionar los principios por los que lucharon y expusieron su vida, por ella, hace un año.

El pragmatismo y la visión de mantener la vigencia de su vida política, es lo que podría explicar saltos como el que dio Alejandra del Moral. De los sucesos destaca que ella buscó a Sheinbaum, que no le ofrecieron ninguna posición, cuando menos no en lo inmediato, lo que implica que, de ganar Claudia el 2 de junio, podría obtener una oportunidad. Significa que dentro del PRI dio por terminada su carrera política.

Sucede que cuando los políticos “saltan” a otra opción, suelen ofrecer algo y, en el contexto de las elecciones que se realizarán en 2 de junio, lo que podría haber ofrecido Alejandra del Moral sería una parte de los 1. 7 millones de votos que obtuvo en la pasada elección por el gobierno del Estado de México, lo que parece remoto si consideramos que su “traición” tuvo el efecto de cohesionar al PRI. Implica que lo único que puede ofrecer a la campaña de Sheinbaum es su propio voto.

Faltan cinco días para las elecciones y, aunque las deserciones de los políticos suelen ser decepcionantes para los partidos que son abandonados, no parece que la decisión de Alejandra del Moral pudiera afectar la “moral” de la oposición que apoya a Xóchitl Gálvez que, como fenómeno político, evolucionó en un ambiente adverso.

Entender qué motivó la determinación de Alejandra del Moral a dejar atrás su capital y trayectoria política y asumir los costos que tendrá su acercamiento a Claudia Sheinbaum, podría interpretarse como la aceptación de una indicación surgida de niveles de mando que le indicaron hacer lo que hizo. Implica considerar que el grupo al que pertenece le mostró el camino por el que transita.

Desde el enfoque de la propaganda de Morena, la renuncia de Alejandra del Moral a su militancia en el PRI, podría ser útil para enviar el mensaje de que la oposición se está “desmoronando” y salen corriendo a apoyar a Claudia, porque ella va adelante en las encuestas. Falta poco para el 2 de junio, mañana dejará de ser noticia. El beneficio se dio en la difusión que hizo Claudia Sheinbaum. Ella ganó. Pierde quien traiciona. El repudio de su comunidad permanecerá en el tiempo. ¿y si el futuro que le prometieron no se realiza?