"La alegría se transformó en muerte de repente", dice un testigo del incendio en una boda en Irak

Bagdad, 27 sep (EFE).- "La alegría y la felicidad se convirtieron en muerte y tristeza de repente, cuando el fuego se propagó rápidamente y lo quemó todo", asegura Hanna Korkes, uno de los asistentes a la boda en Irak que esta madrugada fue escenario de un trágico incendio que se ha saldado hasta el momento con más de un centenar de muertos.

Korkes relata a EFE los primeros momentos del evento, que empezó de manera "alegre y bonita" para festejar el matrimonio de dos de sus amigos, una celebración en la que los asistentes no pararon de bailar y cantar "hasta que algunos se pusieron a lanzar fuegos artificiales de la sala".

Según informes preliminares de la Defensa Civil iraquí, la pirotecnia fue la causante del incendio que engulló por completo la sala de fiestas Al Haitham Hall, ubicada en el distrito de Al Hamdaniya de la provincia de Nínive, en el norte de Irak y de mayoría cristiana.

Las llamas se propagaron rápidamente por el local, fabricado con paneles de plástico "altamente inflamables" que colapsaron "en cuestión de minutos" encima de unos 600 asistentes a la ceremonia de enlace, mientras que los gases emitidos en la quema provocaron la asfixia de un gran número de personas.

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Hasta el momento, de acuerdo con las autoridades iraquíes al menos 114 personas han perdido la vida y otras más de 200 han resultado heridas.

"Perdimos a varios amigos y familiares en este doloroso incidente", solloza Korkes, que afortunadamente resultó ileso al encontrarse cerca de la salida del local cuando empezó a arder.

Ahí también se encontraba Basel Samir, otro asistente que presenció cómo "el techo de la sala empezó a arder a una velocidad de locura" hasta que se derrumbó sobre la muchedumbre concentrada en la pista de baile.

"Hubo una estampida, luego una avalancha en la puerta de salida... Y eso provocó que algunas personas se cayeran al suelo y fueran pisoteadas por otras", relata.

Muchos de los congregados "murieron asfixiados por la aglomeración y por los gases", asegura Samir, que desde el incidente desconoce si sus dos amigos que recién se habían dado el sí quiero siguen con vida: "No estoy seguro, pero creo que fallecieron en el incendio. Fue una escena terrible y muy dolorosa".

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Por su parte, una enfermera del hospital de Mosul, ciudad muy cercana a la sala de fiestas, dijo a EFE en condición de anonimato que el centro sanitario ha recibido decenas de cadáveres que "están pegados los unos con los otros de tal manera que no se puede distinguir el cuerpo de un hombre del de una mujer".

"Nunca en mi vida he presenciado algo tan horrible", sentencia la trabajadora sanitaria.

(c) Agencia EFE