El ajedrez de los Tigres coloca a los irreconocibles Guardianes al borde del abismo en la Serie Divisional

Detroit está a una victoria de lograr algo que no se avizoraba ni de lejos.

El conjunto del que nadie esperaba nada a principios de temporada está muy cerca de avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana tras vencer a los Guardianes en el regreso al Comerica Park.

Con otro “habitual’’ juego de bullpen, los Tigres recurrieron a su escaso pero efectivo ataque para vencer el miércoles 3-0 a Cleveland, que era el conjunto favorito por la profundidad de su róster y el mejor talento disponible, al menos sobre el papel.

En el primer choque de playoffs en la Ciudad de los Motores desde el 2014, el manager AJ Hinch volvió a utilizar su tablero de ajedrez y movió las fechas con cuidado y selección para sacarles el máximo a sus jugadores en las mejores situaciones posibles.

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Después de que el estelar Tarik Skubal silenciara a los Guardianes en el triunfo del lunes 3-0 para igualar a un triunfo la Serie Divisional, era de sobra sabido que Hinch volvería a su táctica de colocar un “opener’’ para iniciar el encuentro y darle luego paso al resto del bullpen.

El mánager depositó la primera pelota en las manos del venezolano Keider Montero, quien trabajó un solo episodio, antes de cederle el puesto a Brant Hurter que sumaba 3.1 entradas, y así se sucedieron varios integrantes del pitcheo de segunda línea que continuaron la labor de colgar cero tras cero.

Hasta el momento, la estrategia le ha funcionado de maravillas al piloto de Detroit que controla y establece los enfrentamientos en base al personal y las circunstancias, mientras que Cleveland se notaba ansioso por encontrar la respuesta a estos movimientos.

A simple vista la ofensiva de los Guardianes debía ser suficiente para aceptar cualquier reto, pero el dominio individual de Skubal un día y el esfuerzo colectivo del bullpen al otro han sacado de balance a los dirigidos por el manager Stephen Vogt.

Vamos con la misma energía, a ganar en cada entrada. Candelita Iglesias y los Mets no quieren dar tregua

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Sin esos grandes nombres que impresionan con el madero, los Tigres se han bastando para facturar las carreras suficientes y espaciadas para apoyar a su pitcheo, como sucedió en esta ocasión al pisar la goma en la primera, tercer y sexta entradas con un sencillo, un elevado de sacrificio y un doble, respectivamente.

Del lado contrario de la luna, los visitantes suman ya 20 innings consecutivos sin producir anotaciones, algo que no se preveía en ninguno de los escenarios ni pronósticos.

Lo irónico es que el bullpen de Cleveland fue el mejor de todo el béisbol en la temporada regular y debió ser el gran protagonista de esta serie, porque ya quedaba claro que la rotación de los Guardianes presentaba agujeros muy preocupantes.

Para redondear ese juego que algunos llamarían pequeño, Detroit ha exhibido una defensa impenetrable y el ejemplo se pudo ver claramente en la séptima entrada, cuando el antesalista Matt Vierling realizó un enorme salto para capturar una línea potente que, sin dudarlo, habría remolcado carrera para los Guardianes que, ya sea por abridor o por “opener’’, suman dos blanqueadas consecutivas y están al borde del abismo.