Sin agua y bajo amenaza nuclear a orillas del Dniéper

Los habitantes de Nikopol, una ciudad cercana a Zaporizhzhia, arriesgan la vida para encontrar agua. El suministro está cortado desde hace varios días tras la destrucción de la presa de Kajovka.

Conseguir agua se ha convertido en un riesgo debido a que los camiones cisterna son objetivo de las fuerzas rusas.

En el lado del río controlado por Ucrania, el agua es esencial para el día a día. Por otro lado, el embalse de Kajovka es necesario para refrigerar los reactores nucleares de la central de Zaporiyia, en territorio controlado por Rusia. Los habitantes de la zona temen una catástrofe mayor si la central no se gestiona bien

En Jerson, otra de las regiones más afectadas, los servicios de emergencia distribuyen agua potable entre temores de contaminación y enfermedades. Las entregas diarias se han convertido en la norma desde la explosión de la presa el 6 de junio.

Según la Organización Mundial de la Salud, "existe un riesgo significativo de transmisión de enfermedades por el agua, como el cólera y la fiebre tifoidea, y por roedores, como la leptospirosis y la tularemia" en la zona.

El Ministerio de Defensa ruso advierte del riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos, como la fiebre del Nilo Occidental, tras las inundaciones en Kherson, tragedia de la que se acusan mutuamente Kiev y Moscú.

Kiev dice que hay "más de 500" muertos por las inundaciones en la zona controlada por Rusia.

Por su parte, los equipos de emergencia trabajan en operaciones de limpieza en la región de Jerson. El nivel del agua había descendido 7 cm el lunes y ahora está 49 cm por encima de lo normal.

Según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, más de 800 casas de cinco asentamientos de la orilla derecha del río Dniéper se han visto afectadas por las inundaciones, y más de 2700 personas han sido evacuadas.