Agente de Opa-locka será arrestado de nuevo. Esta vez por arrastrar escaleras abajo a un adolescente atado

Sergio Pérez, un policía de Opa-locka con problemas que fue reasignado el año pasado después de su arresto por usar una pistola eléctrica contra un compañero, sería arrestado de nuevo el martes por la tarde.

Esta vez, Pérez aceptó entregarse a las fuerzas del orden por un incidente ocurrido hace dos años en el que fue captado en un video de teléfono arrastrando escaleras abajo a un adolescente con problemas mentales —cuyas manos y pies ya estaban atados—, confirmó su abogado Rick Díaz.

El Miami Herald informó en julio que investigadores estatales estaban estudiando posibles cargos penales contra Pérez y su compañera Nikeya Jenkins por el incidente.

Díaz dijo que su cliente irá a la sede de la Policía Estatal de la Florida (FDLE), cerca de Doral, se entregará y prometerá comparecer ante el tribunal. El abogado también criticó la acusación, diciendo que la Fiscalía Estatal de Miami-Dade está “redoblando esfuerzos” porque Pérez se negó a declararse culpable de un incidente con una pistola eléctrica por el que fue arrestado a principios de año.

“Típico, saben cuando están perdiendo”, dijo.

Pérez y Jenkins, fueron absueltos de cualquier delito internamente por la Policía en el caso que involucró a Jafet Castro, quien ahora tiene 21 años. Castro, quien tiene un largo historial de problemas de salud mental, fue atado con cables por los familiares que pidieron ayuda a la Policía antes del incidente de 2020. Pero el padre de Castro y otro familiar afirman que, cuando llegó la Policía, dijeron a los agentes que ya no necesitaban ayuda policial, pero no les hicieron caso.

Mientras en el video del teléfono se oye a los amigos y a la familia gritar y suplicar a los policías que dejen de arrastrar a Castro, se escucha a un agente decir: “Es solo electricidad. Tiene mala pinta... duele un segundo, pero sigue resistiéndose, ¿entiendes?”

Los dos agentes fueron mencionados junto con la ciudad de Opa-locka en una demanda civil federal presentada a principios de este año. La demanda de nueve cargos no solo acusa a los agentes de entrar ilegalmente en la vivienda, sino de detención ilegal y brutalidad por su trato a Castro cuando fue puesto bajo custodia. Inicialmente se acusó a Castro de resistencia a la autoridad sin violencia. Los cargos fueron rápidamente retirados.

El abogado de Castro, Michael Pizzi, dijo que la familia está “agradecida de que por fin se haga justicia y de que el policía que le golpeó brutalmente [a Castro] rinda cuentas”.

Pérez tiene un historial accidentado con la Policía de Opa-locka.

Fue despedido por el departamento dos años después de un accidente en 2013 en el que la ciudad descubrió que persiguió a un vehículo en sentido contrario por la I-95, antes que el auto que perseguía se estrellara contra un SUV, matando a cuatro turistas. Aun así, reapareció y volvió a vestir el uniforme unos años después, cuando un árbitro dictaminó que la investigación de la ciudad sobre el accidente tenía fallas.

El oficial de policía reasignado de Opa-locka, Sergio Pérez, fue acusado el martes por la brusca detención en 2020 de un adolescente ya atado, quien fue arrastrado por un tramo de escaleras de concreto.
El oficial de policía reasignado de Opa-locka, Sergio Pérez, fue acusado el martes por la brusca detención en 2020 de un adolescente ya atado, quien fue arrastrado por un tramo de escaleras de concreto.

En septiembre de 2021, Pérez volvió a estar en apuros. Esta vez se le acusó de disparar una Taser equipada con lo que se conoce como cartucho “hook-and-loop “ a un compañero dentro de la comisaría. El arma de entrenamiento no tiene carga electrónica.

Michael Steel, un capitán de Policía de Opa-locka en ese momento, dijo que Pérez entró en la oficina de Steel el 1 de septiembre y le dijo al capitán que estaba “allí para certificarlo con el uso de la nueva Taser 7”. El informe de la detención de Pérez, quien fue acusado de un delito menor de agresión, dice que el capitán le dijo repetidamente que no quería ser certificado. Entonces, según el formulario de arresto, cuando Steel se dio la vuelta, Pérez le disparó en la espalda.

“Deja de actuar como un bebé, sabes que no te dolió”, le dijo supuestamente Pérez a Steel. Aunque el arma no emitió carga eléctrica, sus ganchos dejaron dos grandes marcas rojas en la espalda de Steel. Tras el incidente, Pérez fue destituido de como agente y enviado a aplicación de códigos.

Steel, quien en un tiempo fue jefe policial interino de la ciudad, fue despedido de forma inesperada hace unas semanas, con pocas explicaciones. Díaz, el abogado de Pérez, dijo que cree que el nuevo arresto tuvo que ver con la investigación del abogado sobre Steel, el testigo estrella en el caso de la pistola eléctrica. Díaz dijo que antes del despido de Steel, el abogado descubrió que había mentido sobre un arresto anterior en una solicitud de aplicación de la ley.

En una carta enviada en julio al fiscal Juan Antonio González, la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, Díaz explicó que Steel tiene un historial de “mala conducta sostenida”, puso en duda su residencia en Estados Unidos y falseó su ciudadanía hace dos décadas cuando solicitó ser agente de Policía de Margate.

“Es claramente una venganza”, dijo Díaz.

Steel dijo que sus padres le dijeron que era adoptado a los dos años y que luego se hizo ciudadano estadounidense.