117° VISA Open de Argentina: un torneo que expone una difícil realidad para el golf nacional

Van Holmgren es el líder del 117° VISA Open, en Olivos Golf Club; el torneo entrega el pase para el Open Británico
Van Holmgren es el líder del 117° VISA Open, en Olivos Golf Club; el torneo entrega el pase para el Open Británico - Créditos: @ARIEL TREVISAN

La esperanza nacional se evaporó rápido durante la tercera vuelta del 117° VISA Argentina Open. Augusto Núñez, uno de los dos golfistas locales que había pasado el corte, venía envalentonado después de la sólida tarea de los dos primeros días, pero este sábado se desenganchó de la pelea por la punta. El otro representante de nuestro país, Tano Goya, nunca pudo emprender la escalada desde abajo. La explicación no solo se basa en los malos rendimientos del tucumano y del cordobés, sino también en el altísimo nivel que exhiben los jugadores del Korn Ferry Tour en el Olivos Golf Club. Se sintió el peso del circuito que antecede al PGA Tour y, al mismo tiempo, la legión argentina -compuesta por 13 créditos- nunca hizo pie en su casa.

Scott Dunlap, ganador del Abierto de 1999 y un asiduo participante en estas tierras, graficó alguna vez: “Si te bajan desde un helicóptero en un torneo del Korn Ferry sin decirte nada, creés que se trata de un certamen del PGA Tour”. No es exagerada la apreciación del campeón en Martindale: son golfistas que no dejan algo librado al azar, y que sobre todo brillan alrededor de la bandera y arriba del green, en donde se hace la diferencia en este deporte. La preparación, el enfoque y el grado de profesionalismo, semana tras semana, no difieren demasiado de las estrellas de la elite. Así es como Van Holmgren, de 24 años y profesional hace tres, lidera tras 54 hoyos con una tercera vuelta de 64 (-6) y un total de 194 (-16), uno de distancia respecto del noruego Kris Ventura.

Holmgren es una mole de 2,03m nacido en Minneapolis, que tiene estatus condicional en el Korn Ferry y que solo jugó un certamen en esta temporada; no pasó el corte en Bogotá. “Busco trofeos pase lo que pase. Tengo que hacer lo mejor que pueda y anclarme en el presente. Poder competir el fin de semana es una bendición y solo quiero divertirme”, comentó el líder.

Fascinado con la carne argentina y privado del vino hasta que finalice el certamen, Holmgren estableció un nuevo récord para los primeros 54 hoyos del torneo. La marca anterior, de 197 golpes, le pertenecía al argentino José Cóceres desde 1988.

Las salidas se adelantaron varias horas para anticiparse a una tormenta eléctrica que nunca llegó. Y el público argentino que se acercó a la cancha vio a Núñez batallando contra muchas dificultades: tres bogeys en la ida (3, 5, 6) y otro impacto psicológico negativo con el doble bogey en el 10. Después, corrigió en parte el recorrido con los birdies del 11, 14 y 16, pero se quedó con un sabor amargo tras el putt fallado en el 17 para birdie y un mal segundo tiro en el 18 que le impidió descontar otro golpe. El tucumano de Yerba Buena, que había arrancado a dos de la vanguardia, retrocedió 23 puestos hasta el 27° lugar, después de una vuelta de 72 (+2) y un total de 202 (-8), a 8 de la cima. Tano Goya tampoco pudo despegar: quedó definitivamente fuera de la contienda tras un mal score de 74 (+4), en la 63° ubicación.

Augusto Núñez nunca le encontró el pulso a la cancha durante la tercera vuelta
Augusto Núñez nunca le encontró el pulso a la cancha durante la tercera vuelta - Créditos: @ENRIQUE BERARDI

El escenario que viene dejando el Abierto expone la dura realidad del golf argentino. Más allá de que los greens fueron más benévolos que nunca, ninguno de los 13 locales pudo hacerse fuerte en una cancha familiar. Esta primera versión impregnada con el sello del Korn Ferry marca lo preparado que hay que estar para responder a la altura de los miembros de esta gira, que se adaptan a la perfección por más novedoso que les resulte el campo.

Claro que hay distintos niveles: de los 13, varios llegaron en algún momento al mejor circuito (Cabrera, Fabián Gómez, Ledesma, Núñez y Goya), otros están alimentando sus carreras (Fernández Valdés, Fernández de Oliveira, Contini, Andrés Gallegos) y el resto pelea desde más abajo (Arozena, Bauni, Montenegro y el aficionado Loureiro). Es cierto: cada tanto, el golf nacional tiene victorias resonantes y allí está Emiliano Grillo, afianzado desde hace años en el PGA Tour y ganador de su segundo título en mayo pasado. Sin embargo, cabe preguntarse qué tienen que hacer los argentinos para evolucionar, más allá de su talento innato.

Es bueno que haya subido la vara y que el Korn Ferry permanezca en la organización del Abierto hasta 2029. Qué mejor que mimetizarse con los muy buenos. Es una ocasión única en nuestro país y resta mucho por progresar.