Más de 100 días cautivo: el desesperado reclamo por la liberación de Kfir Bibas, el bebé en manos de Hamas que hoy cumple un año
Ya suman más de 100 días desde el ataque de Hamas a Israel que dejó más de 1300 civiles asesinados, centenares de heridos y 240 secuestrados. Entre las 136 personas todavía retenidas en la Franja de Gaza por la organización terrorista, entre otros, se encuentra Kfir Bibas, el bebé argentino-israelí, que hoy cumple un año de vida. “¿Habrá empezado a caminar por los túneles de Gaza? ¿Balbuceará alguna palabra o mantendrá la sonrisa? ¿Le cambiarán los pañales?”, se pregunta Sandra Miasnik, la tía argentina de Kfir, que pide por la liberación de su familia. Ella, junto a otras 2000 personas aproximadamente, estaba en el Parque Centenario, en el barrio porteño de Caballito, donde se realizó una convocatoria bajo la consigna “no hay festejo sin cumpleañero”.
Kfir tenía nueve meses cuando fue secuestrado junto a su hermano Ariel, de cuatro años, su madre Shiri y su padre Yarden en su casa del kibutz de Nir Oz, al sur de Israel. Pasó, en promedio, uno de cada cuatro días de su vida en cautiverio.
En el espacio verde casi todos llevaban en una mano un globo naranja con el rostro del bebé, mientras que con la otra levantaban pancartas con imágenes de los otros argentinos secuestrados. También había un pantalla con imágenes de Kfir y su familia y una torta de unos dos metros de altura. Antes de comenzar con los discursos se realizó un minuto de silencio para recordar a las víctimas del ataque.
“Vamos a arrancar como todo cumpleaños, viendo la vida de un niño que el 7 de octubre se encontró con la desgracia, con una organización terrorista que se lo llevó y que lo hicieron pasar uno de cada cuatro días de su vida secuestrado y no sabemos cuál es su situación. No hay información ni de él, ni de los otros rehenes. Hamas no permite que la Cruz Roja, ni ningún otro organismo internacional, se acerque a los rehenes. Ni siquiera presentaron una lista de los secuestrados”, describió Daniel Levin, uno de los organizadores del encuentro.
“Pido empatía y apoyo para que la energía sea una sola y más potente, para demostrarle al mundo que no hay un lado u otro para las personas de buen corazón. Kfir tendría que estar dando esos primeros pasos y jugando en su casa, con toda su familia. Punto. No hay cuestionamientos posibles”, señaló Miasnik, prima de Shiri, la mamá de Kfir y Ariel. Y agregó: “Mi tío y su esposa fueron masacrados ese mismo día. Hubo infanticidio, decapitaciones y violaciones crueles. Encerraron en jaulas a ancianos, niños, hombres y mujeres, torturándolos y negándoles comida. Esa es la gente que tiene a mi familia. Los organismos de derechos humanos están mudos respecto a los derechos humanos de los 129 secuestrados. Nuestro reclamo es humanitario, no geopolítico”, sostuvo Miasnik.
“Tomamos prestados los deseos de Kfir y pedimos por su liberación y la de todas las personas secuestradas. Para que pueda vivir en paz, que vuelva a jugar y a reencontrarse con su familia”, agregó Michelle Wejcman, que es parte de la organización del evento que ocurrió en el sector del mástil del parque.
“Pedimos que se cumplan sus deseos más básicos, que puedan volver junto a su hermano y que se acabe el terrorismo”, completó Levin.
Otra persona que se encontraba en el Parque Centenario para pedir por la aparición con vida de Kfir, era Salomon Duek, de 72 años, que afirmó que cada vez que lee sobre la crisis en Medio Oriente, se pone “extremadamente triste”. Él ha viajado varias veces a Israel y lamentó que hoy sea un lugar gris por la guerra. “Es tremendo lo que pasó. Hay un gobierno en Israel que hace las cosas muy mal, y del otro lado un grupo terrorista al que no le importa la vida humana. Me duele todo lo que pasa. Nadie debe sufrir como sufrió y sufre el pueblo judío, como tampoco el palestino. Espero que todo esto termine pronto y que la violencia no siga escalando. Pero bajo ningún punto de vista pueden seguir teniendo a hombres, mujeres y niños secuestrados, es inhumano”, indicó Duek.
Las expresiones de los manifestantes eran de dolor y empatía por el sufrimiento que, suponen, está atravesando Kfir y el resto de los secuestrados. “Imaginate un bebé que pasa de estar con sus padres a estar en manos de esos psicópatas. Es impensable el nivel de desconcierto que ese nene debe tener, y el padecimiento y desesperación de su madre. Tienen que liberarlos ya, y de mínima permitir que médicos de algún organismo internacional vayan a atenderlos”, reclamó Susana Miller, de 60 años.