Los últimos éxitos de Meloni no impresionan a sus pares europeos y se encuentra con un fuerte resistencia en una cumbre informal

Meloni, durante la cumbre informal de la Unión Europea
Meloni, durante la cumbre informal de la Unión Europea - Créditos: @NICK GAMMON

PARÍS.– Una cosa son los éxitos en casa, otra muy distinta en el resto del mundo. Ese es el mensaje que probablemente haya recibido anoche en Bruselas Giorgia Meloni durante la cena informal con sus socios europeos donde, decidida a obtener varios “top jobs” para su país en la futura Comisión Europea (CE), fue puesta duramente en su lugar por varios de sus pares.

“Es claro que en el nuevo Parlamento Europeo no debe existir ningún apoyo para el futuro presidente de la Comisión que se base en los partidos de extrema derecha y populistas de derecha”, declaró el canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz.

Una durísima advertencia ratificada por su colega Donald Tusk, primer ministro polaco y negociador de los puestos por el conservador Partido Popular Europeo (PPE) que, sin usar guantes, recordó a la premier italiana que conservadores, socialdemócratas y liberales tienen los números suficientes como para decidir sin el apoyo, de los votos melonianos.

Meloni junto a otros líderes durante la cumbre informal
Meloni junto a otros líderes durante la cumbre informal - Créditos: @Geert Vanden Wijngaert

Dejada abiertamente de lado en la mesa, Meloni lanzó su esperado contrataque: decidió no apoyar la candidatura de Ursula von der Leyen – a pesar de su media promesa días antes– para el cargo de presidenta de la Comisión, argumentando que su gobierno “no acepta acuerdos preconfeccionados. Hablaremos dentro de diez días”, dijo, refiriéndose al Consejo Europeo que debe decidir definitivamente los nombres de quienes ocuparán los futuros “top jobs” de la Unión Europea.

En realidad, Giorgia Meloni trata de ganar tiempo para ver cuál es la fuerza que tendrán los dos grupos de extrema derecha que existirán en el futuro Parlamento: Identidad y Democracia (ID), formado por diputados de siete países y donde figura la Reunión Nacional (RN) de Marine Le Pen o la Lega italiana de Matteo Salvini. Y los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) que, entre otros, incluye a los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni.

El grupo de Meloni obtuvo 76 bancas, que podrían aumentar si varios de los 90 “no inscritos” deciden incorporarse al CRE. Pero de ninguna podrá contrabalancear los 190 diputados –sobre un total de 720, es decir el 26% del hemiciclo– del PPE, una cifra mayor que la que obtuvo en 2019.

La llegada a la cumbre de Donald Tusk, uno de los que se mostró firmes con Meloni
La llegada a la cumbre de Donald Tusk, uno de los que se mostró firmes con Meloni - Créditos: @Virginia Mayo

Las tratativas sobre el nombre de Von der Leyen han creado agitación incluso al interior del CRE. Los polacos del PiS y los españoles de Vox no ven con buenos ojos un “bis” de Von der Leyen, mientras que Meloni se había pronunciado a favor, esperando obtener a cambio algunos puestos en la futura Comisión. Unas esperanzas que anoche parecían alejarse, agregando impaciencia en sus aliados de grupo.

“La cena de anoche de los líderes de la UE ya selló un doble fracaso de Giorgia Meloni relegada, incluso lanzada dentro de la caldera de los impresentables”, escribió este martes el periódico La Repubblica.

Tal como afirmó Tusk, conservadores, socialistas y liberales pueden pasarse de sus votos para elegir a los principales responsables europeos: “Y ni socialistas ni conservadores quieren hacer pactos con la premier italiana”, prosigue el diario italiano.

Mientras tanto, el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, hace esfuerzos para reunir en un solo grupo a todas las extremas derechas europeas. Tarea difícil debido a las profundas que los enfrentan. Por ejemplo, “si o no” a Europa, a la ayuda a Ucrania o al acercamiento con Rusia. ¿Cómo acordar las posiciones atlantistas de Meloni con las simpatías putinianas de Marine Le Pen, sumando los extremistas españoles de Vox, los reaccionarios polacos del PiS y, tal vez, la Lega de Salvini? Esto seguramente restaría aun más espacio político a Meloni dentro de la escena europea en el momento de las grandes maniobras.

Para La Repubblica, “la presidenta del Consejo italiano se encuentra ahora ante una encrucijada: retirarse totalmente de las tratativas, volviendo así a los brazos del soberanismo más radical o aceptar la situación y poner a disposición ‘gratuitamente’ sus votos para no verse excluida del ‘gran tablero’ europeo en el momento de las grandes maniobras”.