Líder opositor se entrega a fuerzas de seguridad Venezuela, multitud inunda las calles
Por Eyanir Chinea y Deisy Buitrago CARACAS (Reuters) - Un dirigente opositor acusado de incitar a la violencia en las manifestaciones que sacuden Venezuela se entregó el martes a las fuerzas de seguridad, mientras decenas de miles de sus seguidores inundaban las principales avenidas de Caracas. Venezuela vive partida entre quienes defienden los ingentes planes sociales del Gobierno que favorecen a buena parte de los 29 millones de habitantes, y los que quieren un cambio de timón cansados de la inflación y la galopante delincuencia. El opositor Leopoldo López, que estuvo en la clandestinidad hasta el martes por una orden de arresto en su contra en medio de las manifestaciones contra el Gobierno que dejaron cuatro muertos, apareció ante miles de simpatizantes, dio un breve discurso y trepó a una tanqueta que vigilaba la concentración. Con una bandera venezolana en el puño derecho en alto y una flor en la mano izquierda, López entró al vehículo mientras sus seguidores coreaban "Leopoldo, amigo, el pueblo está contigo". "Si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, para que Venezuela despierte definitivamente y podamos construir ese cambio en paz y democracia (...) entonces vale este encarcelamiento infame", dijo López antes de entrar a la tanqueta, escoltado por miembros de la Guardia Nacional. Luego de avanzar unas cuadras dentro del vehículo blindado, los militares trasladaron a López a una camioneta todoterreno. Pero la marea de manifestantes bloqueó las principales avenidas de la capital y las fuerzas de seguridad tuvieron que llevar a López a un aeropuerto militar en Caracas. Desde allí, López fue trasladado al Palacio de Justicia donde permanecía a la espera de que le lean sus cargos, dijo a Reuters una portavoz de su partido, Isadora Zubillaga. La fiscal general, Luis Ortega, aseguró en su cuenta de Twitter que en las próximas horas se presentará al dirigente ante la justicia "con la garantía de todos sus derechos". "Este jefe político de la derecha fascista venezolana ya está en manos de la justicia", dijo el socialista Maduro desde el palacio de Gobierno ante una multitud de trabajadores petroleros que marchó en su apoyo. "Tiene que responder ante la Fiscalía, ante los tribunales, sus llamados a la sedición, al desconocimiento de la Constitución". Aunque los choques entre oficialistas y opositores han dejado en la última semana cuatro fallecidos, cientos de heridos y destrozos en oficinas públicas, no hay indicios de que la continuidad de Maduro en el poder esté en juego. Los militares, que en la historia del país sudamericano han inclinado la balanza a la hora de presionar por la salida de un mandatario, respaldaron a Maduro. "La FANB (Fuerza Armada) estará siempre del lado de la justicia y el desarrollo patrio", dijo la ministra de Defensa, la almirante en jefe Carmen Meléndez. "Todo acto de violencia nos lleva al atraso, a la intolerancia". El presidente asegura que la oposición con el apoyo de Estados Unidos busca reeditar el libreto del golpe de Estado que alejó en el 2002 por apenas unas horas a su fallecido mentor Hugo Chávez del poder. Pero los líderes opositores sostienen que sólo buscan acortar su mandato a través de un referéndum revocatorio, permitido por la Constitución para el 2016. "¿HASTA CUÁNDO TANTO ODIO?" Los disturbios han generado el rechazo y pedidos de diálogo por parte de los países latinoamericanos. El Departamento de Estado estadounidense dijo estar preocupado por la tensión que reina en las protestas. Desde la vecina Colombia, el presidente conservador Juan Manuel Santos llamó a la calma y a abrir canales de comunicación entre las distintas facciones políticas. "Los problemas de los venezolanos los resolvemos los venezolanos", dijo Maduro exigiendo a Santos y a su colega chileno Sebastián Piñera mantenerse al margen. "Ya basta, carajo". En Cuba, el gobierno organizó un acto de respaldo al mandatario. La isla no solo comparte una afinidad ideológica con Maduro, también recibe unos vitales 110.000 barriles diarios de petróleo de Venezuela en condiciones preferenciales. Los manifestantes opositores -muchos de ellos estudiantes universitarios- seguían firmes en las calles y aseguraron que no se irían a sus casas hasta que el ex sindicalista de 51 años renuncie a la presidencia. En las ciudades más pobladas del país se produjeron el martes escaramuzas entre ambos bandos políticos y autoridades reportaban, al menos, un herido de bala. La víspera, un estudiante murió durante una protesta antigubernamental, la cuarta víctima en una semana de manifestaciones. El joven de 17 años fue arrollado cuando participaba de una marcha en la ciudad oriental de Carúpano, dijo la Fiscalía. "Atropellado por un oficialista. ¿Hasta cuándo tanto odio? 17 años, estudiante 5to año. Carúpano", escribió en su cuenta de Twitter el diputado César Rincones del partido opositor Acción Democrática (AD). De acuerdo con el Gobierno podría haber una quinta víctima. La ministra de Información, Delcy Rodríguez, dijo en su cuenta de Twitter que un trabajador textil fue asesinado a tiros en Caracas por grupos violentos que buscaban realizar un golpe de Estado pergeñado por Estados Unidos. Las autoridades no respondieron la solicitud de Reuters por información adicional. Maduro destituyó el martes al jefe del servicio de inteligencia tras recriminarle públicamente la participación de sus fuerzas en las protestas que dejaron fallecidos. (Escrito por Diego Oré; Reporte adicional de Jorge Silva, Andrew Cawthorne y Jaczo Gómez en Caracas; Javier Faría en San Cristóbal, Luis Jaime Acosta en Bogotá y Nelson Acosta en La Habana; Editado por Silene Ramírez y Pablo Garibian)