El genio de las botellas
Nadie conoce a Zoran Madzirov en las calles de Copenhague. Un transeúnte anónimo que pasaba por allí grabó unos minutos de la interpretación de una conocida sinfonía, tocada sobre impares botellas. Cuando subió el video a Youtube, lo llamó simplemente "el artista". Alguien escribió después: "Mozart sonríe desde el cielo".
En Macedonia, en la antigua ciudad de Strumica, sí conocen bien al supuesto "músico callejero". Madzirov nació hace 44 años en esa región, cuando aún pertenecía a la Yugoslavia comunista. Su padre era músico y de él aprendió el amor al jazz, esa forma sublime y, para no pocas personas, incomprensible de la genialidad musical. Luego estudió en Alemania.
Madzirov no juega con las obras de clásicos como Mozart o Igor Stravinsky por mero placer experimental. Hace años inventó el "botellófono", un instrumento musical compuesto precisamente por botellas. El ser humano no ha dejado de explorar nuevos sonidos y objetos para reproducirlos desde hace más de 30.000 años.
La cristalina fama de este genio macedonio ha atravesado los Balcanes y ha cautivado a músicos cuyo nombre y anatomía probablemente sí reconocerán en Copenhague, en Londres y en Nueva York: Sting, Tito Puentes, Tina Turner… Lo más curiosos pueden encontrar en Amazon un par de discos de Madzirov, uno de ellos como integrante del trío Les Barons Karamazov. El otro, de 2010, tiene un título casi intraducible, pero fácil de entender: "Bottling Jazzy".
Este genio de la botella no podrá ofrecer tres deseos a quien lo escucha, pero sí, garantizado, excelentes melodías para el oído y el alma.
Zoran Madzirov - Vienna 2011 - from DNHD Work on Vimeo.