Al menos 24 muertos en ataque a edificio gubernamental en Irak
BAGDAD (Reuters) - Seis suicidas con bomba arremetieron el jueves en un edificio ministerial iraquí, tomaron rehenes y causaron la muerte de al menos 24 personas, antes de que las fuerzas de seguridad recuperaran el control del lugar, dijeron funcionarios. El osado ataque al edificio perteneciente al Ministerio de Transporte, en el noreste de Bagdad, coincide con una disputa que ya lleva un mes entre el Ejército iraquí y combatientes antigubernamentales en la provincia de Anbar. Ningún grupo se adjudicó la responsabilidad, pero los atentado suicidas son característicos de organizaciones relacionadas con Al Qaeda. Los edificios estatales suelen ser blanco del Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL) y sus aliados, cuya campaña para desestabilizar a las autoridades chiíes ha estado cobrando impulso. Una fuente de seguridad de alto nivel dijo que seis extremistas tomaron un número de rehenes -la mayoría miembros del Servicio de Protección de Instalaciones, y mataron a nueve de ellos dentro del edificio, utilizado para recibir a delegaciones extranjeras. Cuatro suicidas detonaron sus chalecos explosivos durante el asalto, un quinto murió tiroteado por las fuerzas de seguridad y el sexto falleció poco después de ser alcanzado, según responsables de seguridad. "El nivel de las medidas de seguridad en el edificio era inferior a lo normal porque es una instalación de servicios y no un lugar sensible", dijo a Reuters otra fuente de seguridad de alto nivel a condición de no ser identificada. Otras 50 personas resultaron heridas. El Ministerio del Interior dio una cifra inferior de muertos: ocho, incluyendo los seis suicidas. Funcionarios de seguridad culparon a ISIL y dijeron que esperan más ataques en Bagdad en los próximos días para distraer a las fuerzas de seguridad y reducir la presión sobre los extremistas en las ciudades de Faluya y Ramadi, en Anbar. Más de 1.000 personas murieron en actos de violencia en todo Irak desde comienzo del año, cuando militantes tomaron control de las dos ciudades dominadas por suníes en el límite con Siria. Es la primera vez que extremistas suníes tienen este tipo de control abierto en ciudades iraquíes desde el punto más álgido de la insurgencia que siguió a la invasión de Estados Unidos en el 2003 y derrocó a Saddam Hussein. El primer ministro de Irak, el líder chií Nuri al-Maliki, ha pedido respaldo internacional y armas que lo ayuden a combatir a Al Qaeda, una agrupación que ha recobrado fuerza alentada por la guerra civil en la vecina Siria, donde también está activa. La agencia de refugiados de la ONU indicó que el conflicto en Faluya ha llevado a más de 140.000 personas a abandonar sus hogares, situación que describió como el desplazamiento más grande en Irak desde la sangrienta matanza sectaria de 2006-07. (Reporte de Suadad al-Salhy. Escrito por Isabel Coles. Editado en español por Lucila Sigal y Ana Laura Mitidieri)