Zelenski da las gracias a los defensores de Bajmut mientras Wagner dice que la ciudad ha caído

Una vista aérea muestra humo en Bajmut

Por Nick Starkov y Ronald Popeski

KIEV, 3 abr (Reuters) - El presidente Volodímir Zelenski dijo que los combates en torno a la ciudad ucraniana oriental de Bajmut seguían siendo "especialmente encarnizados", sin dar indicios de que la ciudad hubiera caído finalmente en manos de Rusia, como afirmaba el fundador de la fuerza mercenaria Wagner.

Yevgeni Prigozhin dijo que sus tropas, implicadas en un esfuerzo de meses para rodear y capturar la ciudad bombardeada, habían izado una bandera rusa en su edificio administrativo.

"Desde un punto de vista legal, Bajmut ha sido tomada. El enemigo está concentrado en las partes occidentales", dijo Prigozhin en un vídeo publicado el domingo en la cuenta de Telegram de su servicio de prensa.

Sin embargo, las autoridades ucranianas no indicaron que Bajmut, una ciudad de 70.000 habitantes antes de la invasión rusa lanzada hace más de un año, hubiera caído en manos rusas.

Prigozhin ya había hecho anteriormente afirmaciones prematuras.

Los militares ucranianos afirmaron en un informe del lunes que Bajmut y varias otras ciudades, incluida Avdiivka, se encontraban en el "epicentro de las hostilidades".

"El enemigo continúa su asalto a la ciudad de Bajmut. Sin embargo, nuestros defensores mantienen valientemente la ciudad", dijeron los militares.

Zelenski, en su discurso por vídeo del domingo por la noche, dio las gracias a los soldados que combatían en Avdiivka, Marinka y Bajmut.

"Especialmente Bajmut. Es especialmente duro allí", dijo.

La viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Maliar, había calificado anteriormente de "tensa" la situación en Bajmut. Las fuerzas ucranianas estaban defendiendo sus posiciones y el ejército ruso apenas prestaba atención a las pérdidas mientras atacaba, dijo Maliar.

Reuters no pudo verificar las informaciones sobre el campo de batalla.

ENFRENTAMIENTOS EN EL CENTRO DE LA CIUDAD

Los mandos militares ucranianos han afirmado que su propia contraofensiva —respaldada por tanques y otros equipos occidentales recién entregados— no está lejos, pero han subrayado la importancia de mantener Bajmut mientras tanto.

El analista militar ucraniano Oleh Zhdanov dijo que los combates habían arrasado el centro de Bajmut. Las fuerzas ucranianas habían repelido 25 ataques enemigos, pero las fuerzas rusas habían capturado la planta metalúrgica AZOM.

"El enemigo está atacando el centro de la ciudad desde el norte, el este y el sur, y está tratando de tomar la ciudad bajo su control total", dijo Zhdanov, que tiene estrechos vínculos con los militares ucranianos, en un video en YouTube.

En Rusia, un conocido bloguero militar, Vladlen Tatarski, fue asesinado el domingo por una bomba en una cafetería de San Petersburgo, en lo que parece ser el segundo asesinato en suelo ruso de una figura estrechamente relacionada con la guerra en Ucrania.

El Comité Estatal de Investigación de Rusia informó que había abierto una investigación por asesinato sobre la explosión, en la que resultaron heridas 32 personas.

No se supo de inmediato quién estaba detrás del asesinato. Prigozhin, de Wagner, dijo que "no culparía al régimen de Kiev" por ello, pero otro importante responsable ruso señaló a Ucrania, sin aportar pruebas.

Un asesor presidencial ucraniano afirmó que en Rusia estaba estallando un "terrorismo interno".

AMENAZA NUCLEAR

Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado en lo que denomina una "operación militar especial", alegando que los lazos de Kiev con Occidente eran una amenaza para su seguridad. Decenas de miles de civiles y soldados ucranianos de ambos bandos han muerto. Rusia ha destruido ciudades ucranianas y ha obligado a huir a millones de personas. Afirma haberse anexionado casi una quinta parte de Ucrania.

Kiev y Occidente califican la guerra de ataque no provocado para someter a un país independiente.

En sus advertencias a Occidente para que no arme a Ucrania, las autoridades rusas insisten cada vez más en el riesgo de que se utilicen armas nucleares en la guerra, y el mes pasado declararon que estacionarán armas nucleares tácticas en la vecina Bielorrusia.

Rusia trasladará esas armas nucleares cerca de las fronteras occidentales de Bielorrusia, según dijo el domingo el enviado ruso a Minsk, con lo que las sitúa en el umbral de la OTAN en un despliegue que probablemente intensificará el enfrentamiento de Moscú con Occidente.

Las armas "aumentarán las posibilidades de garantizar la seguridad", dijo el embajador ruso en Bielorrusia, Boris Grizlov, a la televisión estatal bielorrusa.

"Esto se hará a pesar del ruido en Europa y Estados Unidos", añadió.

La detención por Rusia de un periodista estadounidense es otro de los principales focos diplomáticos.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, instó a la liberación del periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich en una llamada telefónica con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien dijo que Washington no debía politizar el caso.

El servicio de seguridad ruso FSB declaró el jueves que había detenido a Gershkovich, acusándolo de recabar información sobre una empresa rusa de defensa que era secreto de Estado.

"El secretario Blinken transmitió la grave preocupación de Estados Unidos por la inaceptable detención por parte de Rusia de un periodista ciudadano estadounidense", dijo el Departamento de Estado en un comunicado en el que no se mencionaba a Gershkovich por su nombre.

El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores afirmó que Lavrov dijo a Blinken que la suerte de Gershkovich sería determinada por un tribunal. Reiteró la afirmación de Rusia, para la que no ha presentado ninguna prueba, de que el periodista fue "pillado in fraganti" la semana pasada.

El Wall Street Journal ha negado que Gershkovich estuviera espiando. La Casa Blanca ha calificado de "ridícula" la acusación de espionaje, que conlleva una pena de cárcel de hasta 20 años.

(Reporte de Nick Starkov y Ron Popeski; información adicional de Lidia Kelly, Mark Trevelyan y Felix Light; redacción de Lincoln Feast; edición de Stephen Coates y Robert Birsel; editado en español por Flora Gómez)