Yerno de Ledezma se declara culpable. Colaborará contra bolichicos, hijastros de Maduro

Luis Fernando Vuteff, yerno del líder opositor venezolano Antonio Ledezma, acordó colaborar con las autoridades estadounidenses tras admitir su participación en un entramado de corrupción de $1,200 millones que también involucra a los hijastros del gobernante Nicolás Maduro.

El empresario, quien había sido extraditado a Estados Unidos en agosto del 2022, tiene previsto comparecer ante el juez federal que lleva la causa el 1 de agosto para recibir sentencia por cargos que podrían acarrear hasta 20 años de cárcel.

Vuteff, de 52 años, es un ciudadano argentino casado con una de las hijas de Ledezma, un ex alcalde de Caracas y ex preso político que se encuentra exiliado actualmente en España después de escapar de Venezuela.

Según los documentos judiciales inicialmente por la fiscalía, Vuteff y su socio, el banquero suizo Ralph Steinmann, crearon una sofisticada estructura financiera para lavar más de $200 millones obtenidos ilegítimamente de la estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA.

Esa operación fue uno de los esquemas utilizados por un pequeño club de empresarios allegados a Maduro para extraer cientos de millones de dólares de la estatal venezolana, otorgando préstamos en bolívares que luego eran pagados en dólares haciendo uso del altamente restringido tipo de cambio oficial de la época.

Entre las personas que se beneficiaron del esquema, que dejaba tasas de retorno de más de 900% en plazos de tres meses, se encontraban los empresarios venezolanos Raul Gorrín, Francisco Convit y Alejandro Betancourt , al igual que los tres hijastros del gobernante venezolano — Yosser Gavidia Flores, Walter Gavidia Flores y Yoswal Gavidia Flores.

Según otros casos judiciales derivados del mismo esquema de corrupción, los hijastros – identificados en los documentos como ‘Los Chamos’-- recibieron alrededor de $200 millones de los fondos extraídos de PDVSA.

Las autoridades habían acusado a Steinmann y Vuteff, junto a otros, habían acordado crear los mecanismos financieros y las relaciones necesarias para lavar más de $200 millones, así como abrir cuentas a nombre de al menos dos funcionarios venezolanos para que pudieran recibir los sobornos relacionados con el esquema.

Las autoridades estadounidenses aseguran que al menos $600 millones fueron obtenidos haciendo uso del régimen de control cambiario en Venezuela, instrumento que permitió aumentar astronómicamente el valor de la inversión inicial, y que los acusados tenían planes y la debida documentación oficial para malversar al menos otros $600 millones más.