Xi Jinping lidera un pulso estratégico frente a los aranceles de Trump

Xi Jinping lidera un pulso estratégico frente a los aranceles de Trump
Xi Jinping lidera un pulso estratégico frente a los aranceles de Trump

Mientras la guerra comercial entre China y Estados Unidos se intensifica, todo parece indicar que el presidente Xi Jinping está listo para asumir los costos, tanto económicos como políticos, derivados de este enfrentamiento con Washington. Aunque a simple vista los aranceles parecieran ser agresiones económicas directas, expertos aseguran que China lo ve como una oportunidad estratégica para reducir su dependencia de Estados Unidos. Jude Blanchette, investigador y director en el RAND China Research Center, señaló que esta separación es justo para lo que Pekín lleva años preparándose.

La paciencia de un estratega

No hay prisa por parte de Xi para llegar a un acuerdo. En Pekín, ceder demasiado pronto podría percibirse como una señal de debilidad, algo que el líder chino no está dispuesto a permitir en medio de su esfuerzo por reforzar el poder y la autoridad del Partido Comunista. Según comentó Neil Thomas a ABC News, Xi apuesta por una "paciencia estratégica", esperando que la economía estadounidense sucumba primero ante la incertidumbre que estos constantes movimientos generan.

Además, Xi ya ha comenzado a desplegar tácticas que van más allá de los aranceles. Según reportes de CNN, China está limitando exportaciones estratégicas, como las tierras raras, y restringiendo la entrada de productos culturales estadounidenses, como las películas de Hollywood. Estas medidas no solo afectan sectores específicos, sino que también envían un mensaje a la administración de Trump.

Golpes calculados, no definitivos

Si bien algunas de estas estrategias son vistas como advertencias más que como acciones definitivas, Pekín se mantiene firme en que puede soportar el impacto de esta guerra. "China no teme un conflicto prolongado", dijo Xi recientemente en una reunión con el primer ministro español, afirmando que el progreso de su nación siempre ha estado basado en la autosuficiencia, de acuerdo con informes de CNN.

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Por otro lado, Pekín también está moviendo sus fichas al redirigir su comercio internacional. Según expertos citados por Yahoo, se está considerando aumentar las compras de productos agrícolas de Brasil en lugar de Estados Unidos. Además, el veto a exportaciones de minerales estratégicos podría ser el próximo golpe si las tensiones escalan. Un analista dijo a CNN que llevar a cabo estas acciones sería visto como "desatar un conflicto económico devastador".

El costo político y económico de resistir

Para Xi Jinping, el conflicto no solo tiene implicaciones económicas, sino también políticas. En un momento de creciente centralización de poder, cualquier fracaso frente a Trump podría erosionar su imagen doméstica. Evitar verse como débil ante la comunidad internacional y su propio país es una prioridad, especialmente mientras refuerza su control sobre el Partido Comunista.


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Sin embargo, el mismo análisis de CNN resalta que debido a ataques percibidos desde Estados Unidos, Xi ha reforzado su posición dentro de China. Esto le permite convencer a la población de que los sacrificios económicos actuales son necesarios para garantizar un futuro de mayor independencia y estabilidad.

¿Podrá Trump mantenerse en pie?

Aunque Trump ha intentado presionar a Xi insistiendo en que es Pekín quien debe hacer el primer movimiento para negociar, hasta ahora no ha recibido respuesta. Según CNN, la Casa Blanca ha indicado repetidamente que Xi debería solicitar una llamada con Trump, algo que el gobierno chino ha rechazado para no percibirse como el lado débil.

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Además, la administración de Trump ha usado recursos para distraer la atención de los problemas internos, como priorizar acuerdos comerciales con Japón, Corea del Sur y Vietnam para aumentar la presión sobre China.

¿Quién ganará esta partida?

Ambos países parecen estar jugando al clásico juego de “el primero que ceda pierde”, pero a un costo global significativo. China tiene herramientas estratégicas y económicas que han sido probadas en conflictos previos con otras naciones. Estas incluyen desde cortar cadenas de suministro hasta vetos en exportaciones clave, particularmente de minerales críticos.

Mientras tanto, tanto expertos como analistas coinciden en que esta disputa no tiene un final claro ni sencillo. A largo plazo, el resultado no solo impactará las economías de ambos países, sino también el equilibrio geopolítico global. Quizás lo más peligroso es que ninguno de los dos lados parece estar dispuesto a parpadear primero.