Así les voltearon la moneda los demócratas del Senado a los republicanos en el tema de la frontera

El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell (republicano de Kentucky), habla con periodistas en el Capitolio en Washington, el martes 6 de febrero de 2024. (Anna Rose Layden/The New York Times)
El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell (republicano de Kentucky), habla con periodistas en el Capitolio en Washington, el martes 6 de febrero de 2024. (Anna Rose Layden/The New York Times)

WASHINGTON — Los senadores se reunían en el pleno para una típica noche de votación un lunes a finales de octubre, cuando el senador Mitch McConnell, republicano de Kentucky y líder de la minoría, se aproximó al senador Chuck Schumer, su homólogo demócrata, y le dio una noticia inquietante: el tema de la seguridad en la frontera debería estar incluido en cualquier paquete propuesto con el fin de liberar ayuda para Ucrania.

A Schumer, de Nueva York, líder de la mayoría, el ultimátum le trajo recuerdos desagradables de 2013, cuando participó en negociaciones complicadas sobre inmigración de las que se derivó un acuerdo, pero que fracasaron a pesar del firme apoyo bipartidista que había en el Senado. El problema era que una respuesta negativa podía echar por tierra la ayuda a Ucrania y dejar a los demócratas cargando al muerto. Junto con su equipo, se dedicó una semana a analizar el problema y luego se reunieron para una videoconferencia el domingo 5 de noviembre. Idearon una nueva estrategia muy arriesgada.

“Tuvimos una epifanía, como si todo se hubiera congelado”, recordó Schumer en una entrevista. “Incluir la frontera. Si lo hacemos bien y con decisión, podemos salir ganando. Y nos ayuda con Ucrania, porque a mucha de nuestra gente le importa Ucrania, así que van a votar por un buen proyecto de ley para la frontera”.

El cambio abrupto en la forma de pensar convencional de los demócratas fue muy significativo para los siguientes cuatro meses en el Capitolio. Desencadenó una complicada serie de eventos (incluidas algunas experiencias cercanas a la muerte) que allanaron el camino para que el Senado aprobara el martes temprano un paquete de ayuda de 95.000 millones de dólares para Ucrania, Israel y otros aliados de Estados Unidos en la región Indopacífica. Cabe destacar que el paquete definitivo no contenía nuevas disposiciones relativas a la seguridad fronteriza final, después de que los conservadores del Senado decidieron eliminar ese elemento de la legislación a pesar de su insistencia inicial para que se incluyera.

El fracaso de la propuesta sobre inmigración en la que trabajaron durante semanas de pláticas las personas designadas por Schumer y McConnell, a fin de cuentas, abrió las puertas para que se aprobara el proyecto de ley de ayuda al extranjero. Suficientes republicanos (22 en total) no quisieron abandonar a Ucrania, y muchos de ellos estaban convencidos de que Schumer y sus colegas demócratas habían hecho un esfuerzo de buena fe para concretar un acuerdo en materia de seguridad fronteriza que sabotearon miembros de su propio partido.

Schumer consideró desde un principio la posibilidad de que los republicanos le dieran la espalda a su propio acuerdo, dada su experiencia previa.

El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (demócrata de Nueva York), en el Capitolio en Washington el 20 de diciembre de 2023. (Kent Nishimura/The New York Times)
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (demócrata de Nueva York), en el Capitolio en Washington el 20 de diciembre de 2023. (Kent Nishimura/The New York Times)

“Lo sabíamos desde entonces”, comentó.

De cualquier manera, Schumer identificó una ventaja política si eso ocurría: los demócratas podrían decir que hicieron lo posible y culpar a la oposición republicana por no detener el alza en el número de migrantes que cruzan ilegalmente la frontera de Estados Unidos con México.

“Nos conviene que los republicanos nos abandonen en el último momento”, indicó Schumer en una entrevista en la que explicó su análisis, “porque si los demócratas lograron preparar un proyecto de ley rigurosa y bipartidista para la frontera, la frontera no dejaría de ser un problema para los republicanos, pero nos daría una oportunidad 50-50 de combatir el tema.”

Al parecer, la estrategia les resultó casi de inmediato con la victoria de Tom Suozzi, quien es demócrata, en las elecciones especiales de la Cámara de Representantes en Nueva York el martes. Logró evadir los ataques de su oponente republicana en el tema de inmigración gracias a que pudo acusarla y también a su partido de jugar a la política con la frontera con el rechazo del acuerdo en el Senado.

“Por desgracia, demasiados republicanos sucumbieron a los ataques de Donald Trump”, afirmó Schumer tras la votación en el Senado.

El senador reconoció que las pláticas sobre la frontera todo el tiempo fueron delicadas. Con regularidad instaba al senador Christopher Murphy, demócrata de Connecticut que encabezó las pláticas en representación de su partido, a no quitar el dedo del renglón y estar dispuesto a hacer concesiones significativas, aseveró. Schumer les sugirió a algunos funcionarios de la administración de Biden que incluyeran directamente en las conversaciones del Senado a Alejandro Mayorkas, el secretario de Seguridad Nacional, y así lo hicieron.

Schumer explicó que, alrededor del Día de Gracias, también procuró a través de su equipo una mayor participación del presidente Joe Biden, los principales funcionarios de la Casa Blanca y McConnell para ampliar el apoyo.

Les pidió a unos cuantos demócratas del Senado con credibilidad como partidarios firmes de Ucrania y buenas relaciones con los republicanos que comenzaran a persuadir a los republicanos de que los demócratas eran sinceros cuando afirmaban que estaban dispuestos a tomar medidas estrictas para detener el aumento de cruces en la frontera. Además, a fin de calmar sus inquietudes y enojo, estuvo en contacto con activistas progresistas e hispanos que estaban furiosos de solo pensar que Biden y los demócratas pudieran aceptar que se aplicaran restricciones severas en la frontera.

A pesar de que echó toda la leña al fuego, no fue posible tener un acuerdo listo antes de que el Senado saliera de vacaciones por Navidad, por lo que Schumer y los negociadores se vieron obligados a seguir trabajando durante las vacaciones. Schumer indicó que hizo llamadas telefónicas incluso el día de Navidad.

Hubo un momento prometedor cuando el Congreso regresó el mes pasado, según Schumer. El senador James Lankford de Oklahoma, el principal negociador de los republicanos en las pláticas, comenzó a compartir detalles del posible acuerdo con colegas de alto rango, quienes parecieron estar impresionados por cuánto habían cedido los demócratas en el tema. Parecía posible la aprobación, aunque en las semanas siguientes, Trump comenzó a criticar el incipiente acuerdo e instar a los republicanos a que lo rechazaran.

El acuerdo no tardó en fracasar el 4 de febrero, unas horas después de que se dieron a conocer todos los detalles del mismo. Los conservadores de extrema derecha del Senado se sublevaron y se mofaron de la noción de que los demócratas hubieran hecho concesiones reales, además de señalar que, de cualquier forma, Biden no haría valer la nueva ley.

Ante todos estos indicios, los republicanos del Senado, incluido McConnell, le dieron la espalda al acuerdo. A fin de cuentas, solo cuatro republicanos votaron a favor de ponerlo a consideración del pleno. Los republicanos todavía tienen la intención de criticar a los demócratas por temas de seguridad fronteriza y señalar que la falta de una política fronteriza estricta en el proyecto de ayuda a Ucrania es la razón por la que no aceptaron la legislación en la Cámara de Representantes.

De cualquier manera, los miembros de ambos partidos reconocieron la visión de Schumer y su habilidad para proseguir con una jugada que protegió a los demócratas de una reacción desfavorable ante el fracaso, ofreció una defensa política en el tema de la política fronteriza y, a pesar de todo, le permitió rescatar la ayuda para Ucrania, en colaboración con una coalición bipartidista de senadores.

“Vio una oportunidad y la aprovechó”, explicó el senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut. “Gracias a su enfoque, sigue siendo una labor bipartidista, con todo y el encono y la resistencia” que hemos observado.

c.2024 The New York Times Company