Violencia, el mal que crece a la par del megaproyecto

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 13 (EL UNIVERSAL).- Los dos disparos al aire impidieron que su hijo fuera asesinado a machetazos. A Salvador Pinal Meléndez ya lo habían golpeado cuando disparó el arma. Todo ocurría ante los ojos de la Policía Municipal de Santo Domingo de Tehuantepec, en Oaxaca. Él mismo les había pedido auxilio porque un grupo de personas amenazaba con invadir sus tierras, pero los elementos, recuerda el hombre, no intervinieron.

"Cuando mi hijo empezó a grabar se le fueron encima con machete. Yo tenía para mi defensa una pistola. Disparé al aire para que no lo asesinaran. Me llevaron preso", dice Pinal, acusado de intento de homicidio y encarcelado tres años en el penal de Tehuantepec, tras los hechos del 20 de septiembre de 2021.

Salvador Pinal es un indígena binnizá (zapoteca) que posee un terreno de cinco hectáreas en la localidad de Santa Cruz Tagolaba de este municipio. Está en un lugar estratégico: a calles de la carretera transístmica, del ferrocarril, del Puerto de Salina Cruz y de dos Polos de Desarrollo para el Bienestar (Podebi) del Corredor Interoceánico.

Además de su libertad, perdió su propiedad. Misma situación de otras familias de campesinos violentados y amenazados para entregar sus tierras a un grupo de su comunidad. Aunque han denunciado ante la Fiscalía General del Estado de Oaxaca y ante la autoridad agraria, sus casos están congelados.

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La tierra de Santa Cruz Tagolaba se volvió de alto interés para el desarrollo industrial que se prevé en el Istmo de Tehuantepec. Las expectativas sobre el megaproyecto atraen a inversionistas que buscan adelantarse al "desarrollo", aumentando la especulación inmobiliaria y la violencia que impacta en la vida de los habitantes del istmo.

Durante su campaña en 2018 y luego como presidente electo, Andrés Manuel López Obrador anunció este proyecto. A partir de entonces, delitos como amenazas, extorsión y despojo se incrementaron en los 79 municipios de influencia de Oaxaca y Veracruz, según el análisis realizado para esta investigación a partir de los datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública.

Los casos de despojo han crecido desde 2018, cuando se presentaron 376 denuncias. Para 2021, la cifra se elevó hasta 704. En promedio, se registran dos casos cada día, de acuerdo a la incidencia delictiva de 2019 al primer semestre de 2024.

Una situación similar al delito de amenazas. Entre 2015 y 2018 el promedio anual fue de 766 denuncias, mientras que entre 2019 y 2024 esta cifra se triplicó: cada año hay, en promedio, dos mil 519 casos.

"Una tierra que me costó la voy a defender hasta donde se pueda. Arranqué ya todos los postes porque ellos ya habían lotificado, me quemaron mis 200 matas de limón y ciruela. Me dio coraje porque la justicia está a su favor", cuenta Pinal, a una semana de haber quedado libre tras demostrar su inocencia.

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El mal que golpea a todos

Hay zonas de influencia del Interoceánico donde el incremento en los homicidios dolosos resalta. Así ha ocurrido en Salina Cruz, que tenía un promedio anual de 10 homicidios dolosos entre 2015 y 2018. Esa cifra creció a 24 asesinatos entre 2019 y el primer semestre de 2024. En Santa María Mixtequilla, las cifras marcan un máximo de cuatro homicidios antes del lanzamiento del megaproyecto, pero en 2023 se registraron 14 homicidios dolosos.

Entre la inseguridad que se ha instalado en la zona, la defensa del territorio ha registrado el asesinato de al menos tres activistas.

Noel López Gallegos, integrante de Resistencia Civil Pacífica, fue asesinado en 2023. Cuestionaba públicamente la instalación del Podebi en Mixtequilla. Situación parecida a la de Félix Vicente Cruz, agente municipal en San Francisco Ixhuatán, fue asesinado el 13 de abril de 2023. "Un acto de violencia directa contra quienes defendemos la tierra, el territorio y los derechos humanos; estos hechos se dan en el marco de la imposición del Corredor Interoceánico", dijo en un comunicado la Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT) sobre su homicidio.

En 2022, hombres armados dispararon contra Erick Sánchez y Jesús Manuel García Martínez, ambos defensores de la tierra a causa de los despojos que el megaproyecto ha dejado en la región. El ataque ocurrió en Santa Cruz Tagolaba y terminó con la vida de García Martínez; Sánchez quedó lesionado.

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Inseguridad, el obstáculo a vencer

En febrero de 2021, el Centro Regional de Fusión de Inteligencia del Sureste diagnosticó al Corredor Interoceánico. Determinó que habrá "nuevos conflictos territoriales, sociales y de la delincuencia organizada por aprovechar las oportunidades económicas que el proyecto generará", según la documentación de los correos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), filtrados por los hackers Guacamaya.

La tendencia al alza de la violencia se relaciona con la presencia de cinco organizaciones delictivas.

En Oaxaca, el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Zetas y los Beltrán Leyva concentran la pugna por el control de las rutas de trasiego de droga que circula por el Océano Pacífico y en la frontera con Veracruz. También han diversificado sus actividades: secuestran, ejecutan, roban, trafican armas, extorsionan y, particularmente en el Istmo, roban hidrocarburos y trafican personas.

Sobre Veracruz, el informe menciona que están presentes células del CJNG, Los Z Vieja Escuela y el Cártel del Golfo. Se señala un incremento en homicidios dolosos y extorsiones, "presumiéndose la disputa de las organizaciones delictivas por el control del territorio que ocuparía el Corredor Transístmico".

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Señalan también la presencia de comunidades que se rigen por usos y costumbres "originando conflictos sociales por la disputa de tierras, resultando en homicidios y enfrentamientos armados entre grupos de campesinos e indígenas".

Minutas de trabajo revelan coordinación interinstitucional para "llevar a cabo diversas acciones para atender las demandas de los grupos sociales y disuadir a los grupos delictivos que buscan beneficiarse a costa del desarrollo del proyecto".

En agosto de este año, el capitán Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) hizo público un posicionamiento en el que dijo que "los llamados megaproyectos no derivan en desarrollo. Son sólo corredores comerciales abiertos para que el crimen organizado tenga nuevos mercados". El EZLN señala la pugna entre cárteles rivales por el tráfico de personas y drogas, pero también por el monopolio del cobro de piso, tanto en el Tren Maya como en el Interoceánico.

Patrimonios a la venta

"Se vende terreno en zona Corredor Interoceánico". "A tan sólo 10 minutos del puerto de Salina Cruz". "Increíble zona comercial que va a sustituir al canal de Panamá". La publicidad a lo largo de la Carretera Transístmica es similar a la que abunda en redes sociales.

Mientras que el mercado pone los ojos en la tierra que colinda con el megaproyecto, familias enteras pierden su patrimonio.

"Me están amenazando, no podemos salir a la calle, tenemos miedo", dice Norma Angélica Miranda, quien fue despojada de su terreno familiar en 2021. Aunque denunció penalmente por despojo y abigeato, no ha podido recuperar su predio. Hoy su terreno está lotificado: lo preparan para la venta.

El Istmo es un coctel de cultura y tradición, mezcladas con conflictos por la tenencia de la tierra que coexisten con intereses empresariales y del crimen organizado. Ahí la violencia no tiene un único perpetrador, coinciden los entrevistados.

"Invadieron nuestras tierras con la finalidad de entregárselas a los inversionistas que piensan llegar a Tehuantepec", dice Elizabeth Woolrich, albacea de 14 hectáreas de terreno comunal en posesión de su familia desde hace 69 años.

El organismo Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) dijo que han tenido conocimiento de que "personas se han hecho pasar por representantes de la institución para obtener beneficios personales", por lo que exhortó a la ciudadanía a denunciar.

"Si quieren nuestras tierras podemos llegar a un acuerdo si es por el progreso del Istmo. No nos oponemos a vender, pero que no nos roben las tierras, porque con tanto sacrificio las adquirimos", dice Pinal.

Este proyecto fue apoyado por el Pulitzer Center.

Aumentan delitos en territorio del interoceánico

Con el anuncio de la intervención al Istmo en 2018, crecieron los delitos

PERIODO DESPOJO AMENAZAS EXTORSIÓN

2015-2017 268 570 54

2018-2020 485 2,102 157

2021-2023 661 2,855 213

Fuente: Incidencia delictiva de los 79 municipios de influencia del Corredor, SESNSP.