Vinicius sufre una cacería dentro y fuera de la cancha y no se puede permitir

Ver para creer. Resulta ahora que Vinicius Jr. es un provocador, que nadie le quiere y que tiene que cambiar.

Hay muchos que lo único que quieren es matar el fútbol. Ya no les basta con cambiar para mal la interpretación de las reglas de fútbol y el esperpento del VAR, ahora van contra el jugador más virtuoso de la liga española porque solo clama justicia.

Vinicius es un regateador y como tal recibe muchas faltas, pero además el chico sufre una especie de acoso y derribo un partido sí y otro también desde que salta al campo, desde que toma el primer balón y no solo le pegan sino que le provocan sin que pase nada.

Claro que gran parte de culpa la tiene el arbitraje que no amonesta y expulsa como debe y LaLiga que no cierra un campo en el que, además de insultarle, le gritan hasta “mono”, una vergüenza.

A Vinicius hay que decirle que juegue pese a las patadas, pese a los insultos, pese a las provocaciones, pese a las malas decisiones arbitrales, eso sería lo ideal y hasta le provocarían menos, pero ojo es humano y no se le puede reprochar que reaccione ante tanta ignominia.

Basta ya de criticar y castigar al artista y de perdonar una y otra vez a los infractores, basta ya de campañas en contra de uno de los pocos que pone espectáculo y que ha ayudado a su equipo a llegar a lo más alto.

Pero igual esto no va solo con Vinicius, ya lo han sufrido otros como Neymar o Cristiano Ronaldo, lo padecen hoy en todas las divisiones y en todos los países miles de futbolistas y si no se para lo sufrirán otros en el futuro, si es que el fútbol sigue vivo.

Cada día hay menos regateadores, cada día hay menos fantasía y cada día el espectáculo es más aburrido, no solo por culpa de los entrenadores que quieren que los jugadores sean verdaderos robots, si no porque no se cuida al jugador diferente, que encima de recibir la patada ahora le critican por provocador.

Y si bien la simulación debe estar castigada, caerle a patadas a un jugador debe estarlo el doble. Hoy es más fácil sacar una tarjeta amarilla por una protesta que por una falta, por no hablar de las manos que es un horror.

Si pitan todas las manos, como hoy en día, más que hacer justicia es un adiós al fútbol, es el deporte en manos de personas que nunca han pisado una cancha y desconocen el espíritu de este hermoso juego.

Ahora en cuanto a sancionar las faltas, principalmente las patadas, hay que ser menos permisivo sea el jugador que sea, el minuto que sea y el equipo que sea.

Ya el tema de si Vinicius es un crack o un Balón de Oro es otro. El muchacho con apenas 22 años es muy bueno, es desbordante, asiste, marca y es capaz de cambiar un partido.

La pasada temporada con el Real Madrid Vini anotó 22 goles, incluyendo el tanto del triunfo en la final de la Champions.

En esta ya lleva 11 dianas, seis en liga, cuatro en la Liga de Campeones y uno en la Copa del Rey.

Le queda mucho por delante y más que ser mejor que el resto lo que importa es lo mucho que puede ayudar a su equipo, el Real Madrid, y a su selección, Brasil, e incluso más allá de eso lo mucho que puede ayudar al fútbol … si es que le dejan.