Ahora que viene Halloween es buen momento para armar un Kit para eliminar vampiros

Quizá los vampiros temiesen la luz del sol, se sintieran inquietos ante la presencia de un crucifijo y de unos dientes de ajo y evitaran exponerse a esas situaciones, como cuentan las antiguas leyendas y creencias populares sobre estos especiales seres espectrales o cadáveres vivientes, que van por las noches a chupar poco a poco la sangre de los vivos hasta matarlos.

Pero los denominados “no muertos” seguramente nunca habrán imaginado que, siglos después de sus fechorías, algunos de los elementos utilizados por sus víctimas para protegerse, se convertirían en objetos codiciados por coleccionistas y serían subastados por importantes sumas de dinero.

Los expertos de la casa de subastas y valoración de antigüedades Hansons Auctioneers, HA, (https://hansonsauctioneers.co.uk), en el Reino Unido, no detectaron la presencia de ninguno de estos seres de largos colmillos y mirada penetrante entre quienes asistieron a la subasta de un “kit para matar vampiros”, pero sí que observaron un enorme interés por parte de quienes pujaron por adquirir ese misterioso conjunto de objetos.

Aunque no se puede descartar que entre los participantes hubiera algún “vampiro infiltrado”, porque en la batalla de ofertas que se produjo para adquirir el botiquín con objetos que supuestamente sirven para protegerse de los monstruos sedientos de sangre, participaron clientes de distintos países, utilizando la plataforma internacional para pujas en línea de Hansons.

Biblia y crucifijo que forman parte del botiquín anti-vampiros.
Biblia y crucifijo que forman parte del botiquín anti-vampiros.

Bromas aparte, la escalada de las sumas de dinero que se ofrecieron durante esa subasta hizo saltar por los aires los cálculos iniciales de la valoración de los objetos, llegando a un precio de remate elevado, según informan desde HA.

El lote antivampiros pasó bajo el martillo en Hansons Auctioneers con un precio mínimo calculado entre 2,000 y 3,000 libras esterlinas (£), (2,250-3,430 dólares), pero se disparó y el martillo bajó cuando finalmente alcanzó las £13.000 ($14,600), según Jill Gallone, responsable de comunicación de HA.

UNA RELIQUIA MUY COTIZADA

“El lote fue adquirido por un comprador privado del Reino Unido después de una feroz competencia de ofertas, y el precio total pagado, incluyendo la prima del comprador (cargo adicional al precio de remate) fue de 16.900 libras esterlinas”, añade.

“Antes de la subasta hubo un intenso interés en este artículo por parte de sus compradores potenciales. Atrajo fuertes ofertas anticipadas, pero el resultado superó todas las expectativas. Las ofertas llegaron de todo el mundo, incluidos Estados Unidos, Canadá y Francia”, explica Charles Hanson, propietario de HA.

La caja con cerradura, que contiene herramientas y objetos sagrados para alejar a los vampiros, cuenta en su tapa con dos crucifijos de latón que actúan como un dispositivo de bloqueo deslizante y secreto.
La caja con cerradura, que contiene herramientas y objetos sagrados para alejar a los vampiros, cuenta en su tapa con dos crucifijos de latón que actúan como un dispositivo de bloqueo deslizante y secreto.

Destaca que la noticia sobre el hallazgo y salida a subasta de este botiquín para matar vampiros se volvió viral y fue noticia en lugares tan distantes del Reino Unido como Australia y EEUU.

Los objetos como éste, que aparecen esporádicamente aunque en muchos casos son elementos teatrales creados en años recientes por diversión o para los amantes del terror, “fascinan tanto a los coleccionistas como a las personas en general, y este kit de vampiros tiene una procedencia particularmente interesante”, según Hanson.

“Originalmente perteneció a Lord Hailey, un `par´ (título de nobleza) británico que trabajó un tiempo como administrador de la India británica, el gobierno colonial de la corona británica sobre el subcontinente indio, que incluyó territorios de los actuales países de Paquistán, India, Bangladesh y Birmania.

Para los expertos de HA “es interesante que, ya sea por miedo o debido a la fascinación, un miembro del más alto orden social aristocrático del Reino Unido, un hombre con un lugar en la cámara de los Lores, hubiera adquirido este artículo”.

Esto “nos recuerda que el mito de los vampiros afecta a personas de todos los ámbitos de la vida, incluida el aristocrático”, añaden.

Los elementos del kit de finales del siglo XIX están estampados con las iniciales de Lord Hailey y contienen su nombre y dirección, según HA.

Juego de pistolas contenidas en el kit.
Juego de pistolas contenidas en el kit.

CAJA LLENA DE SORPRESAS

La caja con cerradura, que contiene herramientas y objetos sagrados para alejar a los vampiros, cuenta en su tapa con dos crucifijos de latón que actúan como un dispositivo de bloqueo deslizante y secreto. En el interior de la caja hay otros crucifijos, un juego de pistolas, un frasco de pólvora hecho de latón, agua bendita, una Biblia gótica, un mazo de madera, una estaca, unos candelabros de latón y rosarios, así como algunos documentos de la policía metropolitana de la época.

Según las referencias históricas “William Malcolm Hailey, primer barón Hailey (1872-1969) fue reconocido por su intelecto. Fue educado en Corpus Christi College, Oxford. Fue gobernador del Punjab de 1924 a 1928 y gobernador de las Provincias Unidas de 1928 a 1934”, explica HA. “Y, sin embargo, en medio de su ilustre carrera, se sintió atraído por este kit para matar vampiros, unos objetos que son a la vez curiosos e intrigantes”, reflexiona Charles Hanson.

Vista frontal del botiquín anti-vampiros, en posición de altar.
Vista frontal del botiquín anti-vampiros, en posición de altar.

“La creencia en los vampiros, unas criaturas ‘no muertas’ que se afirma que necesitan sangre humana para sobrevivir, se remonta a cientos de años y persiste en algunas partes del mundo en la actualidad. Estos seres forman parte del folclore europeo”, según este especialista en reliquias, piezas únicas y tesoros históricos.La publicación de ‘El vampiro’ de John Polidori, en 1819, tuvo un gran impacto y fue seguida por el clásico ‘Drácula’, de Bram Stoker, en 1897, una época relativamente cercana a aquella en la que vivió el barón Hailey, según Hanson.

Por aquel entonces “la tarea de matar a un vampiro era extremadamente seria y los relatos históricos sugerían la necesidad de utilizar métodos y herramientas particulares. Se decía que los artículos de importancia religiosa, como los crucifijos y las biblias, repelían a estos monstruos, de ahí su presencia en el kit”, apunta.