Un videojuego que también sirve como una lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial

Una captura de pantalla de “Last Train Home”, un juego de estrategia en tiempo real. (Ashborne Games vía The New York Times)
Una captura de pantalla de “Last Train Home”, un juego de estrategia en tiempo real. (Ashborne Games vía The New York Times)

Cuando el productor de videojuegos Petr Kolar y sus futuros colegas hicieron un viaje de investigación al Legiovlak, una réplica de un tren de la época de la Primera Guerra Mundial que recorre la República Checa, notó los impecables uniformes de la Legión Checoslovaca que llevaban los guías del museo.

“Los miembros de la Legión eran como caballeros combatiendo”, dijo Kolar, cofundador de Ashborne Games, después de esa visita. “Siempre se aseguraron de estar bien limpios y equipados. Esa es una de las razones por las que 70.000 hombres pudieron controlar todo el ferrocarril Transiberiano”.

Priorizar la precisión histórica fue fundamental para el primer juego original de Ashborne, “Last Train Home”, el cual narra la evacuación de la Legión hacia el este a través de Rusia en los rescoldos de la guerra. Su viaje hacia los barcos con destino a casa en el puerto de Vladivostok quedó atrapado en el conflicto interno de Rusia entre los ejércitos bolcheviques y antibolcheviques.

Un videojuego que también sirve como una lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial. Foto: Captura de pantalla Youtube
Un videojuego que también sirve como una lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial. Foto: Captura de pantalla Youtube


La Segunda Guerra Mundial ha sido el periodo de batalla histórico dominante en los videojuegos, desde la franquicia “Medal of Honor” y los primeros títulos de “Call of Duty” hasta “Hell Let Loose”, una recreación multijugador de los diversos frentes de la guerra que enfrenta a dos equipos de 50 personas entre sí.

Pero eso significa que estudios como Ashborne, que lanzó “Last Train Home” esta semana para PC, pueden potencialmente extraer narrativas más frescas de la Primera Guerra Mundial. Los jugadores pudieron ser mensajeros en la Batalla de Galípoli en “Battlefield 1” y experimentar los horrores del gas cloro en “Valiant Hearts: The Great War”.

Jos Hoebe, fundador de BlackMill Games y productor de videojuegos de disparos de la Primera Guerra Mundial desde hace mucho tiempo, dijo que los desarrolladores tenían la responsabilidad de presentar correctamente los detalles, en especial cuando una batalla o evento en particular tiene pocas representaciones en la cultura popular. Para sus juegos, Hoebe digiere documentos históricos en un intento de comprender al soldado promedio y arrojar luz sobre aspectos del combate que suelen pasarse por alto.

“Se siente como que somos responsables de crear la imagen que la gente tiene de este teatro de guerra”, dijo Hoebe.

Un videojuego que también sirve como una lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial. Foto: Captura de pantalla Youtube
Un videojuego que también sirve como una lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial. Foto: Captura de pantalla Youtube


“Last Train Home” es un juego de estrategia en tiempo real en el que el jugador ordena escuadrones especializados en campos de batalla rurales. Los exploradores despejan la niebla de la guerra, los fusileros cargan contra los enemigos —por lo general el Ejército Rojo bolchevique— y los médicos curan las heridas. Otra parte importante del juego es gestionar el tren blindado y la exhausta infantería mientras luchas contra las enfermedades, el hambre y el cruel frío siberiano.

El museo Legiovlak no fue la única inspiración para Ashborne, la productora con sede en Brno, República Checa. Un investigador de la Asociación de Legionarios Checoslovacos, un grupo de veteranos, le impartió conocimientos al estudio sobre equipos y armas. Y por casualidad, el director narrativo del juego encontró un libro lleno de bocetos de soldados de la Legión en una tienda de segunda mano.

“Nuestro entorno está dibujado de manera similar a esas ilustraciones”, afirmó Kolar.

Para poder meter años de conflicto en 40 horas de juego, Ashborne modifica un poco la historia.

A veces, esos cambios son cosméticos, como, por ejemplo suavizar el camuflaje para que los soldados se destaquen en la pantalla. Otros cambios aumentan la importancia de lo que está en juego: los jugadores pueden salvar a los familiares del zar Nicolás II, el último emperador de Rusia, cuando en realidad fueron ejecutados antes de que la Legión llegara a la ciudad de Ekaterimburgo. Y la evidencia de mujeres combatientes de la Legión llevó a Ashborne a contar la historia ficticia de un escuadrón exclusivamente femenino llamado Valkyrie.

Un videojuego que también sirve como una lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial. Foto: Captura de Pantalla Youtube
Un videojuego que también sirve como una lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial. Foto: Captura de Pantalla Youtube


Los relatos históricos inspiraron a Ashborne a crear “rasgos” —religiosos, nacionalistas, pacifistas, afortunados— que deciden cómo se comportan los soldados. Los herbolarios pueden buscar comida y encontrar bayas para reforzar el suministro de alimentos del tren.

Los rasgos también determinan cómo reaccionan los soldados a las decisiones de los jugadores. Si los molestas con mucha frecuencia, te enfrentarás a la posibilidad de un motín.

Ashborne consideró relatar historias de soldados reales, pero al final prefirió evitarlo. “Nos dimos cuenta de que sus descendientes posiblemente podrían molestarse debido a algunas decisiones que sus ancestros virtuales toman en el juego”, dijo Kolar.

Estas decisiones están diseñadas para ser incómodas. En un escenario, un soldado del Ejército Rojo detiene el tren y te ruega que lleves a sus familiares al médico. Podría ser una trampa. Puedes masacrarlos, complaciendo a los soldados con rasgos vengativos, o ayudarlos a costa de comida.

“Last Train Home” por lo general simpatiza con los soldados de la Legión, pero escenarios como este exploran la turbia moralidad dentro del conflicto.

Un videojuego que también sirve como una lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial. Foto: Captura de pantalla Youtube
Un videojuego que también sirve como una lección de historia sobre la Primera Guerra Mundial. Foto: Captura de pantalla Youtube


Kolar contó que algunas personas, principalmente de Rusia, han acusado a Ashborne de “ocultar los crímenes de guerra”, señalando las muertes de civiles en Cheliábinsk, Rusia, durante las escaramuzas entre la Legión y los bolcheviques. Fue un evento que Ashborne omitió, dijo Kolar, porque no encajaba con el flujo de la historia.

Los críticos también afirmaron que la Legión invadió aldeas y robó comida. Kolar dijo que su equipo intentó verificar esos detalles, pero señaló que “es difícil decir qué es realmente una fuente verificable y qué es propaganda”.

El estudio, que es en parte checo y en parte eslovaco, espera haber hecho justicia a la saga, dijo Kolar, quien espera que algunos de los detalles más notables de la historia queden grabados en los jugadores. Al menos un soldado de la Legión sobrevivió a las balas rusas y a la nieve solo para morir de una forma inusual en el viaje en barco a casa.

“‘¿Los soldados fueron atacados por un tiburón? Eso no tiene sentido’”, dijo Kolar, canalizando lo que espera que digan algunos jugadores. “Y, luego, lo buscarán en Google y se darán cuenta: ‘Oye, esto es algo que realmente sucedió’”.

c.2023 The New York Times Company

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