VIDEO | La maestra que desafió a la Patrulla Fronteriza negándose a responder una pregunta sobre su estatus migratorio

¿Qué es lo que una persona con ciudadanía estadounidense está obligada a responder si, en un punto de revisión, es detenida e interrogada por un agente de la Patrulla Fronteriza sobre su nacionalidad? El polémico caso de la profesora Shane Parmely, que vive en San Diego pero se encontraba de viaje en Nuevo México, elevó con fuerza esa pregunta y puso de manifiesto varias de las tensiones, abusos y necesidad de cambio que existen en EEUU en aspectos como la inmigración y la discriminación racial.

Como narró el periódico San Diego Union-Tribune, la semana pasada Parmely y su familia viajaban en auto por una autopista en Nuevo México cuando fueron detenidos en un punto de revisión de la Patrulla Fronteriza (que tiene facultad de operar en cuestiones de inmigración dentro de una franja de 100 millas de la frontera hacia adentro).

Uno de los momentos en que Shane Parmely es interrogada en un punto de inspección de la Patrulla Fronteriza en Nuevo México. (Facebook)
Uno de los momentos en que Shane Parmely es interrogada en un punto de inspección de la Patrulla Fronteriza en Nuevo México. (Facebook)

Uno de los oficiales le preguntó si era ciudadana estadounidense, y Parmely, sin responderle, le cuestionó a su vez si ellos habían cruzado la frontera. El agente les dijo que no y repitió su pregunta sobre su ciudadanía. Ella siguió sin responder y reiteró que nunca había sido interrogada al respecto al viajar en carretera dentro de Estados Unidos.

La discusión fue grabada en una serie de videos que Parmely compartió en su cuenta de Facebook y se ha vuelto viral en redes sociales.

Ante la insistencia del agente, Parmely le dijo que él podía preguntarle sobre su ciudadanía pero que ella no tenía por qué responderle, algo que el agente rechazó. “Usted está obligada a responder a una pregunta sobre inmigración… No está obligada a responder otras preguntas”, le dijo el agente.

Pero la profesora siguió negándose a decirle si era ciudadana y a su vez le preguntó de modo condicional que si ella le decía “sí, soy ciudadana. ¿Puedo entonces seguir mi camino?”. El agente le respondió que si su respuesta le parecía justificada al oficial, entonces sí podría ella continuar su recorrido.

Pero Parmely no pareció convencida y le inquirió que si ella (que es de raza blanca) tuviera un acento al hablar o piel oscura y le dijera que sí es ciudadana, ¿se le dejaría ir o tendría que probar su afirmación? Una situación que, cabe decir, es ominosamente común: muchas personas son detenidas por oficiales de Inmigración debido a su raza, idioma o apariencia, lo que constituye discriminación. La propia Parmely le dijo al agente de la Patrulla Fronteriza que ella tiene “muchos amigos profesores que están asqueados de ver a sus niños ser discriminados”.

El agente rechazó discriminar a nadie pero, como se comenta en el Union-Tribune, las denuncias de acciones discriminatorias en cuestiones de inmigración son constantes y dolorosas. La práctica conocida como ‘perfil racial’ (‘racial profiling’), el detener a alguien por su apariencia física o por su raza, es ilegal para la Patrulla Fronteriza (como la Corte Suprema lo determinó en su veredicto en el caso US v. Brignoni-Ponce en 1975) y es considerada discriminatoria.

La profesora Shane Parmely (izq) explica que se negó a decir si es ciudadana estadounidense en solidaridad con sus amigos que han sufrido detenciones por su raza, apariencia o idioma. (CBS)
La profesora Shane Parmely (izq) explica que se negó a decir si es ciudadana estadounidense en solidaridad con sus amigos que han sufrido detenciones por su raza, apariencia o idioma. (CBS)

Con todo, los agentes que detuvieron a Parmely y su familia no soltaron prenda e incluso condicionaron dejar al hijo de la maestra ir al baño a que ella les dijera si era o no ciudadana.

El estira y afloja duró en total cerca de una hora y, al final, los agentes dejaron ir a la profesora y su familia sin que ella les diera una respuesta directa a la pregunta sobre su ciudadanía. Y Parmely dijo después, según informó la televisora CBS, que se negó a contestar en solidaridad con sus amigos que han visto a sus familias interrogadas de modo agresivo por la Patrulla Fronteriza.

Con todo, queda en el aire la pregunta de si la profesora estaba obligada a contestar la pregunta del agente de la Patrulla Fronteriza. Ciertamente, la ley faculta a esa agencia a realizar revisiones de inmigración en el área fronteriza y hasta 100 millas adentro del país y en un comunicado de la Patrulla Fronteriza se señala que sus agentes pueden hacer interrogatorios sobre inmigración en los puntos de revisión y pueden detener a un conductor por un tiempo razonable hasta que éste responda en relación a su estatus de inmigración.

Y, de acuerdo a un documento informativo de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), aunque los agentes de la Patrulla Fronteriza pueden en un punto de revisión hacer preguntas para verificar la ciudadanía o estatus migratorio de una persona e inspeccionar el exterior de un automóvil e incluso remitir a sus ocupantes a un área para realizar inspecciones adicionales, la persona tiene el derecho a permanecer en silencio. Con todo, la ACLU señala que si no se responde a las preguntas planteadas (que sólo pueden versar sobre asuntos relacionados con inmigración) la persona puede ser retenida, como le sucedió a Parmely, hasta que las autoridades verifiquen su estatus migratorio.

¿Debió entonces la profesora responderle a los agentes, y cómo es posible que sin responderles la hayan dejado ir (lo que en principio sólo podría haberse dado una vez que las autoridades hubiesen verificado su estatus)?

En el primer caso, responder habría simplificado las cosas para Parmely, pero ciertamente tenía derecho a guardar silencio. En el segundo, es de suponer que de algún modo las autoridades identificaron que la profesora y su familia eran ciudadanos estadounidenses, si bien no es claro cómo lo hicieron. ¿Le permitieron continuar porque la profesora es de raza blanca, en una suerte de ‘racial profiling’ al revés? ¿La habrían dejado ir si ella hubiese sido latina o de origen asiático?

Sea como sea, Parmely, como ella misma dijo, rechazó responder justamente para hacer evidente la injusticia del ‘perfil racial’ y en apoyo a quienes lo padecen. Y aunque hay quien la ha criticado alegando que no respetó que los agentes de la Patrulla Fronteriza sólo hacían su trabajo, otros han reconocido su posición crítica y solidaria.

Sigue a Jesús Del Toro en Twitter: @JesusDelToro