Video desinforma sobre los riesgos para humanos por productos de limpieza

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¿Estamos en riesgo al usar jabones líquidos, suavizantes y desodorantes por los químicos que contienen? Eso es lo que asegura una publicación en Instagram. Pero, hasta el momento no hay evidencia científica que demuestre que utilizar estos productos —cumpliendo las indicaciones de uso—  sean dañinas para el uso humano, explica Luis Javier Hernández, bioquímico clínico con especialidad en farmacia. 

La publicación desinformante acumula más de 2 millones de vistas, causando pánico y preocupación entre los usuarios. “Ahora todo hace daño” y “¿con qué vamos a lavar la ropa y para bañarnos que usamos?”, cuestionan usuarios en los comentarios del video.

“El jabón tiene triclosán, formaldehidos, EDTA y un montón de químicos más, entonces cuando terminas de lavar tus trastes y según tú están limpios, no están limpios, ahora están sucios pero de tóxicos”, dice el video desinformante.

También alerta contra el benceno y aluminio en desodorantes, sugiere sospechar de “cualquier químico que huela rico” ya que puede tener trietanolamina. De acuerdo con la publicación, las supuestas consecuencias de usar estos productos son: cáncer de mama, disrupción endocrina, ansiedad, depresión, déficit de atención, picos altos de cortisol, dermatitis, diabetes, entre otros. 

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Sin embargo, los productos comerciales de limpieza e higiene que contienen estos químicos están regulados para que las dosis sean seguras y lo puedes ver reflejado en las Normas Oficiales Mexicanas. En México, las autoridades encargadas de regular esto son la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), explica Hernandez.

Además, no todos estos productos contienen siempre tales químicos, puedes leer la etiqueta de ingredientes de cada uno para conocer su composición. 

¿Qué son estos químicos y qué tan dañinos son?

Triclosán. Es un ingrediente que se agrega a muchos productos de consumo para reducir o prevenir la contaminación bacteriana. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos encontró que dosis altas pueden reducir ciertas hormonas tiroideas en animales, pero aún no se sabe si esto podría afectar también a los humanos. 

En México en los productos de perfumería y belleza sólo se puede usar como conservador para todo tipo de productos y como ingrediente activo en desodorantes, con una concentración máxima de 0.50% del total del volumen del producto, explica la Secretaría de Salud

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Formaldehído. Es un compuesto químico utilizado en productos como desinfectantes y conservadores. Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, la exposición al formaldehído ha demostrado causar cáncer en animales de laboratorio. En humanos, se ha asociado con algunos tipos de cáncer en situaciones de alta exposición, pero los efectos de la exposición a pequeñas cantidades aún no están claros.

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Ácido etilendiaminotetraacético, conocido como EDTA. Compuesto empleado para estabilizar fórmulas químicas y mejorar la eficacia de los detergentes y productos de limpieza. Hernández señaló que su uso se considera seguro mientras se utilice en las concentraciones permitidas.

Trietanolamina. También conocida como trolamina, es un compuesto químico utilizado en cosméticos como agente emulsionante—para mezclar ingredientes que normalmente no se combinarían, como agua y aceites—y regulador del pH, presente en productos como cremas y champús.

Realizamos una búsqueda en los estudios publicados en Institutos Nacionales de Salud (NIH) y no encontramos ninguna investigación concluyente que relacione la trietanolamina con desórdenes psicológicos o psiquiátricos, como menciona el video de Instagram. 

El benceno está prohibido en México en productos de perfumería y belleza

El video menciona que los desodorantes tienen benceno y aluminio, pero la Secretaría de Salud en México establece que este ingrediente está prohibido, según el “Acuerdo por el que se determinan las sustancias prohibidas y restringidas en la elaboración de productos de perfumería y belleza”.

No hay evidencia científica que demuestre que la cantidad de químicos presentes en productos de limpieza sea nocivo para el uso humano.
Captura de pantalla de la Secretaría de Salud en donde se señala la prohibición del benceno.

Respecto al aluminio, este es usado comúnmente como ingrediente activo en los antitranspirantes. Las investigaciones que relacionan este elemento con el cáncer, especialmente de mama, siguen en desarrollo. 

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Pero de acuerdo con estudios publicados en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y el Instituto Nacional de Cáncer de E.U., hasta el momento no hay evidencia que demuestre una relación directa entre el uso de desodorantes con aluminio y el cáncer de mama. 

Estas son las recomendaciones para disminuir riesgos 

Respecto al video, el bioquímico Hernández opinó que se está sacando la información de contexto y que se exagera el riesgo de usar estos productos. Aún así, el especialista destacó la importancia de comprar productos que sean originales, evitando comprar productos hechos de manera casera sin regulación. 

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-189-SSA1/SCFI-2018, los productos de limpieza deben contar con un etiquetado claro que incluya la denominación específica del producto, la lista de ingredientes, el nombre y dirección del responsable de fabricación, instrucciones de uso, recomendaciones de seguridad y leyendas precautorias, así como el lote y el contenido neto. 

Además, recordó que si se descubriera que algún compuesto utilizado en productos de limpieza e higiene representa un riesgo real para la población, el gobierno debe tomar medidas, informar al público y retirar el producto. Esto se podría comunicar a través de alertas sanitarias de la COFEPRIS o la Secretaría de Salud. 

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También mencionó que aunque pueden surgir estudios que investiguen sobre la seguridad de ciertos químicos, esto no significa que las bajas concentraciones actuales representen un peligro significativo. 

En conclusión, estos compuestos están regulados para garantizar que las concentraciones en productos de uso común sean seguras. Si futuras investigaciones identifican nuevos riesgos, las autoridades sanitarias deberán alertar al respecto.