Vicente Fox, el lastre de la oposición de México que no podía caer más bajo. Y lo hizo

Claudio X. González y Vicente Fox en un evento de la alianza Va x México en junio de 2023. | FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM
Claudio X. González y Vicente Fox en un evento de la alianza Va x México en junio de 2023. | FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM

Hace dos años, Andrés Manuel López Obrador abrió la disputa por el poder al nominar a sus posibles relevos. La lucha es interna en Morena, con las reglas dictadas por el líder real del partido. Hablar bien de él, no debatir entre ellos, hacer la apología de la 4T, garantizar la continuidad del proyecto y aceptar el resultado de una encuesta “popular” para la elección del mejor posicionado, después de recorrer el país. Es su diseño de sucesión presidencial.

La actividad de los partidos de oposición en México en los pasados cinco años fue de bajo perfil, repuntó recientemente cuando se creó el Frente por México y, al igual que Morena, abrió su método para la designación de su candidato a la presidencia de la república.

En el Frente por México se pusieron condiciones para alcanzar la nominación de un finalista que se convertirá en candidato o candidata. Apoyo popular mediante registro de simpatizantes, encuesta para designar a los tres mejor calificados, debates en diferentes regiones del país y por último la designación del finalista. Entre los inscritos destaca la senadora Xóchitl Gálvez que desde que expresó su determinación de disputar el poder provocó la reacción de López Obrador que la descalificó en diferentes ocasiones desde su mañanera.

Algunos interpretaron que los ataques de López Obrador significaron un impulso a las aspiraciones de Xóchitl Gálvez debido a que los dichos del presidente y las respuestas de la senadora fueron replicados en medios de todo el país, afectando positivamente su imagen.

Las expresiones de López Obrador sobre Xóchitl, asociándola con los grupos que considera sus adversarios llevan a la percepción de que intenta “descarrilar” la posible nominación de la senadora como candidata del Frente Por México.

Los mensajes del presidente no lograron el efecto negativo que hubiera deseado, incluyendo violaciones a la ley como la divulgación de información confidencial. Lo contrario sucedió. Convirtió a Xóchitl Gálvez en víctima del poder.

Muchos recordaron aquel reclamo que López Obrador le hizo a Vicente Fox por intervenir en el proceso electoral en 2006, cuando le dijo ¡ya cállate chachalaca!, ahora se lo aplicaron a él.

La Chachalaca, Vicente Fox, “abrió el pico” y se agregó a las expresiones que son aprovechadas por la propaganda del adversario. En su calidad de “padrino” que introdujo a Xóchitl Gálvez a la política, se siente con “licencia” para expresarle su apoyo y así creyó hacerlo ofendiendo a los precandidatos de Morena que se encuentran recorriendo el país en busca de su objetivo.

El pasado viernes Vicente Fox fue víctima de su irreflexión y característica torpeza política, al compartir en redes sociales un mensaje que decía: “Sheinbaum es judía búlgara, Marcelo es fifí francés, Noroña es extraterrestre y Adán Augusto es de Transilvania. ¡La única mexicana es Xóchitl!”.

La reacción en redes sociales en contra de Vicente Fox fue inmediata, usuarios lamentaron su expresión antisemita. “¡Otra vez Chente! No ayudas para nada a Xóchitl. Si quieres apoyarla borra ahora mismo este tuit, es grotesco, muy desafortunado. De paso considera borrar tu cuenta de Twitter o por lo menos no volver a mencionarla, por favor”.

Obligado, Fox se disculpó. “Pido una disculpa por haber retwiteado un Twit que no es mío (lo cual no era cierto, pues era un posteo de él, no un retuit). Tengo un profundo respeto por la comunidad judía”.

El mensaje de Twitter reenviado y la disculpa de Fox significan un “regalo” propagandístico para López Obrador y su coro que, de inmediato salió a capitalizarlo mediante generalizaciones que alcanzan a los aspirantes del Frente por México, particularmente a Xóchitl Gálvez.

Vicente Fox, expresidente de México |  FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM
Vicente Fox, expresidente de México | FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM

La reacción de Adán Augusto López fue: “No se enojen con Vicente Fox: con su actitud nos ayuda hasta sin darse cuenta”. Claudia Sheinbaum comentó: “Miren lo que es la derecha, el frente cínico opositor a través de uno de sus más brillantes exponentes: Fox. Fingen, mienten, usurpan, engañan. Después, lo que en realidad piensan. Ellos son el pasado de los privilegios, de la corrupción y sí, de la mentira”.

En un intento por reparar el “daño” Xóchitl Gálvez, excolaboradora de Fox, publicó en twitter: “Lamento y condeno el tweet del expresidente Fox que hace mofa del origen familiar de @Claudiashein”. No más odio y división entre hermanos mexicanos”.

Le envió un mensaje: “Yo le digo al presidente Fox que no me representa, él me invitó al gabinete, cumplí en el gabinete y hasta ahí. Es más, tiene un buen rato que ni lo veo”.

Vicente Fox anda en campaña para recuperar su pensión. Su “apoyo” en la campaña de Xóchitl Gálvez es tóxico debido a su incapacidad para controlar su ambición. Todavía recordamos aquella sección en la que su vocero salía a decir “El presidente no quiso decir lo que dijo”. Es la evidencia de que su peor enemigo habita en él. Es un lastre. No entiende que no entiende.

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