La verdadera lucha por el límite de deuda está por comenzar

Kevin McCarthy (republicano por California), presidente de la Cámara de Representantes, tras la aprobación del proyecto de ley sobre el límite de deuda en el Capitolio en Washington, el miércoles 26 de abril de 2023. (Kenny Holston g/The New York Times).
Kevin McCarthy (republicano por California), presidente de la Cámara de Representantes, tras la aprobación del proyecto de ley sobre el límite de deuda en el Capitolio en Washington, el miércoles 26 de abril de 2023. (Kenny Holston g/The New York Times).

WASHINGTON — El miércoles, los republicanos de la Cámara de Representantes hicieron lo que muchos de ellos prometieron que nunca harían: votaron para aumentar el tope del endeudamiento federal. Algunos no lo hicieron con mucho entusiasmo.

“Es terrible”, expresó la representante de Colorado Lauren Boebert, republicana de extrema derecha cuyo voto fue observado muy de cerca mientras los líderes del partido presionaban a los legisladores renuentes. “Pero se tiene que hacer, no hay otra opción”.

Como recompensa por su apoyo reticente al llamado del presidente de la Cámara Kevin McCarthy a favor de una legislación que según él fortalecería su capacidad de negociación frente al presidente Joe Biden, los conservadores de derecha se ganaron la oportunidad de votar de nuevo sobre el límite de deuda en algún momento del verano. Pero la legislación de la siguiente votación quizá no cuente con los recortes presupuestarios y la anulación de políticas que muchos republicanos exigieron para apenas lograr que funcionara este plan condenado al fracaso.

La agotadora labor que hicieron McCarthy y sus aliados para obtener la aprobación de una propuesta que todos coincidían en que no acabaría en nada resaltó las dificultades y riesgos que nos depara el futuro conforme la nación se acerca más a un posible primer incumplimiento de pagos federal. También dejó claro que al final se requeriría alguna combinación de votos demócratas y republicanos para elevar el límite de endeudamiento sin causar una catástrofe presupuestaria.

Lo más probable es que el proyecto de ley que se aprobó el miércoles sea lo máximo a lo que estén dispuestos los republicanos de la Cámara de Representantes, un acuerdo mucho más conservador que cualquiera que esperen obtener de su enfrentamiento con Biden y los demócratas del Senado, quienes siguen presionando para que se negocie el aumento del tope de deuda. Algunos declararon en pocas palabras que no aceptarían nada menos que la reducción del gasto público y la anulación de políticas que contiene esta propuesta.

“No me interesa renegociar nada… nada excepto lo que ya aprobamos”, les dijo a los reporteros Ralph Norman, representante republicano de Carolina del Sur.

El presidente Joe Biden habla con una multitud en el jardín sur de la Casa Blanca durante el Día de Llevar a Nuestras Hijas e Hijos al Trabajo en Washington, el 27 de abril de 2023. (Haiyun Jiang/The New York Times).
El presidente Joe Biden habla con una multitud en el jardín sur de la Casa Blanca durante el Día de Llevar a Nuestras Hijas e Hijos al Trabajo en Washington, el 27 de abril de 2023. (Haiyun Jiang/The New York Times).

El miércoles, en el pleno de la Cámara de Representantes, el representante Derrick Van Orden, miembro de Wisconsin en su primer mandato cuya oposición —junto con la de otros republicanos del medio oeste— obligó a McCarthy a cambiar el proyecto de ley en el último momento, también sugirió que ya había hecho lo máximo que estaba dispuesto a hacer.

“No habrá más negociaciones de parte de mi oficina”, declaró Van Orden.

Sin embargo, los demócratas jamás aceptarán la propuesta de ley de la Cámara Baja. En cambio, insisten en crear una medida sin condiciones para el límite de la deuda. Los republicanos —sin duda no los archiconservadores como Norman y Boebert que se taparon la nariz mientras votaban el miércoles— jamás apoyarán eso ni nada menos de lo que ya respaldaron.

Alguien tiene que ceder, si no la economía sufrirá las consecuencias.

Los republicanos más destacados ahora esperan que esa aprobación del plan del Partido Republicano en la Cámara de Representantes inicie un diálogo entre Biden y McCarthy que produzca un acuerdo que ambos bandos puedan tolerar, aunque no les guste del todo. Tal vez se necesiten hojas de parra para proteger a McCarthy ante las críticas de que cedió demasiado terreno en materia del gasto público y para permitirle a la Casa Blanca decir que no había abandonado su negativa a negociar el límite de endeudamiento.

Los republicanos de base tanto en la Cámara Baja como en el Senado ya se hartaron de votar por un aumento del límite de deuda, pues lo consideran una traición a los valores conservadores en términos de finanzas públicas, aunque ambos partidos hayan aprobado el gasto que cubre el incremento.

Asimismo, es el tipo de votación que la derecha podría usar para perjudicarlos en una elección primaria. Así que en su mayoría han optado por dejarlo en manos de los demócratas, los líderes republicanos y colegas más moderados que no están dispuestos a ser cómplices de un impago solo para cumplir con su deber a largo plazo. El hecho de que McCarthy perdiera solo 4 de 221 republicanos en un voto por el incremento del límite de deuda fue notable dada la historia reciente del partido.

No obstante, los demócratas afirman que la votación de la Cámara Baja en realidad fue un paso hacia atrás, ya que ha endurecido la postura republicana.

“En todo caso, las acciones en la Cámara de Representantes han vuelto más probable el incumplimiento de pago”, manifestó el jueves Chuck Schumer, senador demócrata de Nueva York y líder de la mayoría en el Senado. “Cimenta a la Cámara Baja en una postura inaceptable y nos separa aún más. Esto demuestra que la verdadera solución es un plan bipartidista limpio para evitar el impago”.

El Congreso ya ha estado en esta encrucijada antes y ya ha logrado salir del impase sin consecuencias devastadoras. Pero algo distinto esta vez es la composición de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes que se decanta más hacia la derecha que en el pasado y parece más dispuesta a considerar la posibilidad de una crisis económica con tal de salirse con la suya.

Convencer a los republicanos en la Cámara Baja de votar por un aumento del tope de endeudamiento una vez fue bastante difícil, pedirles que lo hagan una segunda vez sin atender sus demandas bien podría ser imposible.

c.2023 The New York Times Company