Venezuela se agiganta ante una Dominicana que no encuentra al Sandy Alcántara ganador del Cy Young

República Dominicana imponía un respeto tan grande que Omar López habló en los términos respetuosos, utilizando frases del estilo, “vamos a luchar’‘, “vamos a darlo todo’‘, “sabemos de la grandeza de nuestro oponente’‘, como si quisiera no despertar a un gigante dormido.

El manager de Venezuela contemplaría, para su gusto, como los que crecían rumbo a una victoria 5-1 el sábado en la noche eran sus propios pupilos de Venezuela para el delirio de gran parte de los 35,890 aficionados que colmaron el loanDepor park en la jornada inicial del Clásico Mundial de Béisbol.

“Este es algo que acepto con humildad’‘, expresó López sobre el primer triunfo de los venezolanos sobre los quisqueyanos en este tipo de eventos. “Pero tenemos que seguir trabajando’‘.

Sin duda, los fanáticos dominicanos eran los más ruidosos con sus tamboras y güiras que estallaban en puro furor como cuando Juan Soto pegó un doble en la misma primera entrada para remolcar a Julio Rodríguez con la carrera que abría la pizarra.

Pero después no tendrían mucho para celebrar, porque tras ese titubeo inicial el Martín Pérez encontraría su acomodo en el montículo y le daría a sus compañeros la oportunidad de seguir el resuello de los dominicanos hasta encontrar la oportunidad de pasarles por encima.

Sin duda, Pérez hizo todo lo que podía y más frente a una alineación que muchos consideran la más peligrosa de cualquier equipo en este evento y que todavía dará mucho de qué hablar una vez que pasen la página de este resultado adverso.

Dominicana confiaba mucho en lo que pudiera hacer Sandy Alcántara, todavía oloroso a Cy Young con los Miami Marlins en la Liga Nacional, pero el derecho evidenció estar aún en estado de “primavera’‘, porque no presentó esa versión dominante del 2022.

“Hoy no fue mi día y no pudo ser, porque varios lanzamientos se me quedaron donde no quería’‘, expresó Alcántara. “Luchamos todo lo que pudimos y vamos a seguir luchando. No me sentí sobrepasado por los nervios, porque me preparo para eso. Sencillamente, no fue el día’‘.

Alcántara estuvo metido en problemas 3.2 entradas de actuación en las que permitió tres carreras con cinco imparables -incluido un doble de su futuro colega en los peces Luis Arráez-, además de tres bases por bola y solamente dos ponches.

El espigado derecho estuvo demasiado manso en la zona de strike y sus envíos rompientes no llevaban el veneno de otros momentos, como bien lo demostró Anthony Santander en la segunda entrada al pegar un batazo que se llevó la cerca e igualó el encuentro.

Santander, quien pegó doble en la octava, volvería a ser crucial en la octava entrada con un fildeo en la punta del guante para evitar un casi seguro hit con dos hombres en circulación y un solo out en la pizarra, lo que congeló la posible rebelión dominicana y firmó el destino del juego.

Quizá ese destino se había asegurado por Venezuela en la cuarta entrada, luego de que David Peralta pegara un hit que traería dos hombres para el plato, o tal vez en la sexta, cuando el propio jugador conectara un batazo de dos esquinas productor de la cuarta carrera para su país.

La puntilla vendría en la octava con un sencillo de Eugenio Suárez y ya Dominicana no tendría capacidad de respuesta ante un relevo venezolano que se comportó a gran altura para finalizar lo que Pérez había comenzado.

Ciertamente, Dominicana malgastó varias oportunidades, pero en ningún momento pudo combinar de manera efectiva y ahora necesita mostrarse como el gigante que es en el béisbol, mientras que Venezuela va con un respiro de alivio a medirse contra Puerto Rico de la mano del ex lanzador de los Marlins Pablo López.