‘No venderás ni una empanada’. Hoy vende 3 millones y está entre las mejores empresarias de EEUU

Pilar Guzmán llegó a tener $46 en el banco y estuvo a punto de que su negocio se fuera a la bancarrota. Hoy Half Moon Empanadas, que abrió en el 2008 en Miami, se ha expandido a 22 tiendas en todo el país, 11 de ellas en aeropuertos.

“El año pasado vendimos como 3 millones de empanadas, la mitad en Miami y la otra en el resto del país”, dice Pilar Guzmán, directora ejecutiva de Half Moom Empanadas, que se encuentra entre las 5,000 compañías de más rápido crecimiento del país.

La empresaria mexicana fue incluida el 9 de abril entre las fundadoras de compañías más destacadas de Estados Unidos. La lista Female Founders 250, elaborada anualmente por la revista Inc., “honra a 250 mujeres cuyas ideas e innovaciones en diferentes industrias contribuyen a que el mundo sea un mejor lugar”.

Además de las cifras del éxito de su compañía, y de las empanadas, al estilo argentino, que se hacen desde la masa y los ingredientes en dos fábricas en Miami, Guzmán está orgullosa del equipo que ha creado y de la posibilidad que les brinda a los empleados de crecer junto con el negocio y alcanzar posiciones de liderazgo.

“Si logras que una persona crea en sí misma, le puedes cambiar la vida”, dice Guzmán, indicando que su compañía, que tiene 120 empleados –95% son latinos y 75% mujeres– es una “máquina de empoderamiento”.

“Muchos mánagers de las tiendas de Half Moon Empanadas empezaron de cajeros o poniendo relleno en las empanadas”, rememora Guzmán, que dedica un interés especial a que las mujeres que trabajan en su compañía crezcan en sus empleos y alcancen puestos ejecutivos.

“Sé lo que es llegar a este país sin hablar el idioma, sin familia”, recuerda la empresaria, que arribó hace dos décadas. “Pude abrirme puertas en Miami gracias a que creí siempre en mí y en el propósito de la empresa”.

De la bancarrota a alegrar la vida de los viajeros en aeropuertos

A Guzmán le hizo mucha falta mantener la confianza en sí misma cuando la primera tienda de Half Moon Empanadas, que abrió en Miami Beach, junto a un socio, estaba haciendo agua.

“Como una gran visión”, califica Guzmán la idea original de su socio de que las empanadas argentinas, horneadas, muy ricas, algunas hasta de dulce de leche –un verdadero pecado– conquistarían el paladar de los estadounidenses. Pero no faltaron muchos retos que los llevaron a tocar fondo.

Les subieron el alquiler del local a $11,000 y el banco les cerró la línea de crédito, lo que no era extraño en medio de la crisis económica del 2008.

Fue entonces que a Guzmán, que trabajaba con la Knight Foundation, se le despertó el espíritu de emprendimiento. Las ventas en la tienda de Washington Avenue no estaban funcionado, así que comenzó a vender las empanadas en festivales y ferias callejeras.

“Nos dimos cuenta que en un día en la calle vendíamos más que en una semana en la tienda”, recuerda sobre lo que la impulsó a llevar luego las empanadas a la cafetería de la Universidad de Miami y de la Universidad Internacional de la Florida.

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En el 2015 lograron ganar la licitación para abrir la primera tienda de Half Moon en el aeropuerto de Miami.

“Somos el negocio que más vende por pies cuadrados en Miami International Airport”, dice Guzmán, indicando que pronto van a tener cuatro tiendas en el aeropuerto de Miami.

En Denver son el kiosco que más vende de todo el aeropuerto –”más que Starbucks”, apunta–, y en algún momento tendrán tres tiendas en ese aeropuerto, de los más concurridos del mundo.

Posicionarse en los aeropuertos en muy complejo porque el 90 por ciento del real estate lo tienen cinco grandes empresas, explica Guzmán.

Half Moon Empanadas tiene una certificación de negocio de minorías, lo que le ha permitido ganar licitaciones y competir con esas grandes empresas.

Como los aeropuertos reciben dinero federal, tienen que cumplir con ciertos requisitos, entre ellos darles participación a negocios minoritarios, amplía Guzmán.

También ha sido clave para el negocio tener sus propias fábricas. Tienen una en la calle 79 y la avenida 8 del noreste, y la otra en Little Haiti, desde donde salen las empanadas que surten al sur de la Florida y al resto del país, y donde cuentan con “ventanitas” para que los clientes locales las puedan comprar. También se ordenan por Uber Eats y en el sitio web de la compañía, www.halfmoonempanadas.com

“Después de la pandemia hemos crecido un 60% en ventas y vamos a crecer un 80% porque ya tenemos muchos contratos firmados”, anticipa Guzmán, indicando que ya está lista mentalmente para convertirse en una compañía unicornio, aquellas que alcanzan un valor de $1,000 millones sin salir a la Bolsa.

Buenos mentores y un gran equipo

En el camino al éxito empresarial, Guzmán destaca la importancia de los mentores y la ayuda de los bancos comunitarios, para obtener los préstamos para hacer crecer el negocio.

En su caso, el mentor fundamental fue el empresario cubanoamericano Mike Fernández, presidente ejecutivo de MBF Healthcare Partners, una firma de inversión enfocada en compañías de salud, con sede en Coral Gables.

Fernández, defensor de los inmigrantes, salió de su natal Manzanillo, en la región oriental de Cuba, a los 11 años, y hoy es un empresario de Miami de proyección nacional.

“Fernández me ha abierto puertas, me ha aconsejado, me ha conectado, pero lo más poderoso que ha hecho es que creyó en mí. Es muy importante que haya allá afuera una lucecita, diciendo: ‘Creo en ti, Pilar’ “, dice Guzmán, que se siente satisfecha de que, al ser distinguida entre las mujeres empresarias y fundadoras del 2024, pueda inspirar al menos a un emprendedor.

“Enfrentas mil rechazos, lo que te hace cuestionarte a ti mismo, por lo que tienes que creer en tu proyecto y en su propósito”, dice.

En su caso, ha visto como una señal del universo la posibilidad de cambiar vidas mediante el emprendimiento.

“Estudié Desarrollo Económico, me molesta la inequidad”, dice Guzmán, que tiene una maestría de Georgetown University.

Una de sus empleadas, Erica Valencia, cajera principal de las tiendas de Half Moon Empanadas en el campus principal de FIU, recuerda el día en que pudo ahorrar suficiente dinero para algo que había soñado durante mucho tiempo.

“Llamé a Pilar y le dije: ‘Hoy pude comprar mi propio carro y es gracias a este trabajo y a las oportunidades de crecimiento que me han dado’. Le di las gracias — y las dos lloramos”, contó Valencia, que empezó en la empresa hace cinco años rellenando empanadas.

A finales de año Half Moon Empanadas planea tener 19 tiendas en 13 aeropuertos del país. Atrás quedaron los tiempos en que le decían a Guzmán que “no iban a vender ni una empanada en el aeropuerto”. Ahora a las cifras se suma el impacto positivo del negocio.

“Quiero mostrarle a la mujer latina que pueden tener posiciones de liderazgo y ser madre, y quiero dejar mi marca para que ese liderazgo fluya más autentico”, concluye Guzmán, que tiene como su mayor inspiración a sus dos hijos.