Vance llegó a Groenlandia en una visita cargada de tensión por las amenazas anexionistas de Trump
PITUFFIK, Groenlandia.- El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, llegó este viernes a la única base militar de su país en Groenlandia, en un viaje considerado como una provocación tras las amenazas anexionistas de Donald Trump por esta isla autónoma de Dinamarca.
Tras la llegada del vicepresidente, Trump reiteró que Estados Unidos necesita Groenlandia para garantizar la “paz mundial”.
.@VP @JDVance and @SLOTUS arrive in Greenland! pic.twitter.com/XlHEOhl9Lw
— Taylor Van Kirk (@VPPressSec) March 28, 2025
Vance, por su parte, declaró el viernes desde la base aérea que Dinamarca “no ha cumplido adecuadamente con su labor” en lo que respecta a la seguridad internacional en Groenlandia.
“Dinamarca no ha hecho lo suficiente para garantizar la seguridad de Groenlandia”, afirmó ante las tropas estadounidenses. “No han invertido lo necesario en la población de Groenlandia ni en la seguridad de esta increíble y hermosa masa continental, habitada por gente increíble. Esto debe cambiar”, añadió.
La visita además coincide con el anuncio de un nuevo gobierno de coalición en Groenlandia, liderado por el primer ministro Jens Frederik Nielsen. Su partido, el Partido Democrático de Groenlandia, apuesta por avanzar hacia la independencia de Dinamarca a su propio ritmo y ha dejado claro que no contempla una anexión a Estados Unidos. La coalición incluye a Siumut, Inuit Ataqatigiit y Atassut, pero excluye a Naleraq, el segundo partido más votado, debido a desacuerdos sobre la estrategia independentista.
El mandatario republicano había señalado el miércoles su intención de hacerse con el territorio, argumentando que era una cuestión de seguridad nacional. “Necesitamos Groenlandia”, dijo.
Los gobiernos de Dinamarca y de la propia isla se han puesto firmes sobre los deseos de Trump. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, denunció “la presión inaceptable” de Estados Unidos tras el anuncio, a principios de semana, de la visita, sin invitación, de una numerosa delegación de la administración Trump.
.@VP and @SLOTUS greet the Pituffik Space Base guardians pic.twitter.com/scWK0yH8Ia
— Taylor Van Kirk (@VPPressSec) March 28, 2025
Finalmente, la visita quedó reducida al viaje de Vance y su esposa Usha, acompañados del secretario de Energía Chris Wright, a la base militar estadounidense de Pituffik, situada en la costa noroeste del territorio.
Esto permitirá que el vicepresidente sea “informado de cuestiones vinculadas a la seguridad del Ártico” y reunirse con las tropas, indicó su oficina.
El avión con la delegación estadounidense despegó de Washington poco después de las 6 (hora local), indicaron periodistas que lo acompañaban.
Vance desató la indignación en Dinamarca a principios de febrero al afirmar que el país “no estaba cumpliendo con su deber de proteger Groenlandia ni actuando como un buen aliado”.
La base de Pituffik es una parte esencial de la infraestructura de defensa antimisiles de Washington, ya que su ubicación en el Ártico la sitúa en la ruta más corta para los misiles disparados desde Rusia contra Estados Unidos.
“Se trata de un radar esencial para detectar las actividades. Si hay armas nucleares que amenazan a Estados Unidos, no cruzarán el Atlántico o el Pacífico. Pasan por los polos”, dijo el jueves Wright en Fox News.
La postura de Putin
Conocida como Thule Air Base hasta 2023, la base sirvió como puesto de alerta ante posibles ataques de la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó la propuesta de Trump de controlar Groenlandia como un proyecto “serio” con “raíces históricas profundas”. Además, expresó su preocupación por la posibilidad de que el Ártico se convierta en “un trampolín para conflictos futuros”. Esta inquietud refleja las tensiones internacionales sobre el control de la región.
La base de Pituffik, ubicada en Groenlandia, es clave para la vigilancia del hemisferio norte y la defensa de la isla. Según la administración estadounidense, los daneses han descuidado la importancia estratégica de la región. En respuesta, el gobierno danés ha comenzado a tomar medidas para reforzar su presencia en el Ártico.
En enero, Copenhague anunció una inversión de casi 2000 millones de dólares para fortalecer su influencia en el Ártico y el Atlántico Norte. Este plan incluye la adquisición de tres nuevos buques especializados y la compra de drones de largo alcance para mejorar la vigilancia en las regiones polares. Sin embargo, algunos expertos, como Marc Jacobsen, señalan que Estados Unidos debe ser más específico en sus demandas si espera una respuesta adecuada de Dinamarca.
“No está en venta”
Groenlandia es una enorme isla recubierta en un 80% por hielo que cuenta con hidrocarburos y recursos minerales claves para la transición energética.
Este vasto territorio de 57.000 habitantes, casi el 90% de ellos de la etnia inuit, dispone de autonomía dentro de Dinamarca, que conserva competencias en diplomacia, defensa y política monetaria y suministra una ayuda anual que representa un 20% del PBI de Groenlandia.
No es la primera vez que Trump habla de tomar el control de Groenlandia. Lo hizo durante su primer mandato (de 2017 a 2021) y volvió a la carga desde que ganó las elecciones el año pasado.
Estados Unidos “sabe que Groenlandia no está en venta. Sabe que Groenlandia no quiere formar parte de Estados Unidos. Se les ha comunicado sin ambigüedades, tanto directamente como en público”, reiteró el miércoles Frederiksen.
La mayoría de su población y todos los partidos políticos promueven la independencia del territorio, aunque discrepan en la velocidad de este proceso.
Según un sondeo publicado en febrero, prácticamente toda la población rechaza la idea de formar parte de Estados Unidos.
Agencias AFP y AP