La guerra por la vacuna del COVID-19 hace que el precio se multiplique hasta por 10 y la OMS lanza un aviso

La vacuna rusa del coronavirus ha sido la primera en llegar –aunque aún requiere de autorización y su eficacia ha sido puesta en cuestión– y, según datos de la OMS recogidos por Antena 3, hay 26 en fase de ensayos clínicos y más de un centenar más en la lista de candidatas. De todas esas, las mejor colocadas en la parrilla de salida (al final conseguir la vacuna parece haberse convertido en una carrera por ver quién llega antes a la meta) son las de las compañías AstraZeneca, Moderna, Pfizer, GSK, Novavax y Johnson & Johnson. Todas cuentan ya con un precio marcado que puede llegar a multiplicarse hasta por 10 según el fabricante.

La vacuna más cara será la de Moderna, con un precio entre los 27 y los 30 euros. (Foto. AP Photo/Hans Pennink)
La vacuna más cara será la de Moderna, con un precio entre los 27 y los 30 euros. (Foto. AP Photo/Hans Pennink)

Por ahora se trata de precios orientativos, previsiones que han realizado las propias farmacéuticas sobre cuál será el coste de una vacuna necesaria a nivel mundial, en millones de dosis, para conseguir inmunizarse contra el COVID-19 e ir recuperando cierta normalidad sanitaria, económica, política... A día de hoy, la más cara de las que han anunciado su precio sería la de la estadounidense Moderna, que ha establecido su coste para el destinatario en la horquilla que va de los 27 a los 31 euros.

En el otro lado, justo el extremo opuesto, se coloca la AstraZeneca, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford, y cuyo precio han avisado que no será superior a los 3 euros, que es aproximadamente lo que les costará fabricar cada unidad. No buscan negocio, sino que sea accesible para todos.

Entre una y otra, además de un precio que se multiplica por 10, hay otras tres opciones a las que ya les han puesto precio y que están una fase avanzada. Una es la de Johnson & Jonhson, que costaría 8,4 euros. Después se encuentra la de Novavax, con un precio de 13,5 euros. La segunda más cara sería la de los laboratorios Pfizer: 16,5 euros.

En declaraciones realizadas a eldiario.es, el investigador del CSIC, Vicente Larraga, explica que “la fórmula para asignar un precio a una vacuna es compleja” ya que intervienen los métodos para llegar hasta ella y lo que cuesta su producción, pero también los usuarios potenciales (la demanda, mundial en este caso) y el margen de amortización que se marque cada compañía.

Estos los precios marcados a día de hoy, pero desde la Organización Mundial de la Salud, su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha avisado esta misma semana de que “el exceso de demanda está creando ya un nacionalismo de vacunas y hay riesgo de que suban los precios de ellas”.

En declaraciones recogidas por Antena 3, el organismo internacional recuerda que “vivimos en un mundo globalizado, los países dependen unos de otros, y si no eliminamos este virus en todas partes no podremos reconstruir ninguna economía”. Si la vacuna, debido al precio, no llega a todos, es imposible vencer al coronavirus. En resumen, ese es el mensaje lanzado.

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