La razón por la que el animal nacional de Escocia es un unicornio
Desde el pasado viernes, tras la noticia del fallecimiento de Isabel II, millones de miradas en todo el mundo se han centrado en Escocia, donde la Reina se encontraba en el momento de su muerte y donde comenzaron este fin de semana los actos para su despedida de autoridades y ciudadanos. Hasta el Palacio de Holyrood recorriendo la verde geografía escocesa fue trasladado este domingo el féretro. Un edificio que en su interior alberga una exposición que recorre los años de reinado de Isabel II y en el que, como en otros muchos monumentos de Escocia, están muy presentes los unicornios.
Porque el unicornio, además de un animal mitológico, es el animal nacional de Escocia. La relación entre este caballo de piel blanca y cuerno mágico se remonta a siglos atrás en el tiempo y está tan arraigado en su cultura y su arte que es imposible visitar sus monumentos clave sin encontrarse alguno. En tapices, muros, cuadros, mobiliario… allí está el unicornio, imponente. De hecho, es este animal el que dio nombre al plan de actuación en el caso de que Isabel II muriese en el Castillo de Balmoral, su residencia de verano, situada a menos de 200 kilómetros al norte de Edimburgo.
Qué hacer cuando la Reina falleciese es algo que estaba medido y estudiado desde hace tiempo. Unos planes albergados bajo la bautizada como la Operación Puente de Londres que fueron filtrados hace tiempo, como ha recordado recientemente The Guardian. Esta establece cada paso que dará el féretro con sus restos y marca el protocolo a seguir para su despedida y la coronación de su sucesor en el trono. Pero, sabida la querencia de Isabel II por Escocia, existía otra operación, llamada Unicornio, por si su fallecimiento se producía en un escenario como el que finalmente se ha dado.
Por qué llamar Operación Unicornio al escenario de la muerte de la Reina en tierras escocesas es evidente, porque es su animal nacional. La pregunta que se harán muchos es cómo llegó a convertirse un animal mitológico en oficial y por qué. Según cuenta el National Trust for Scotland, una asociación sin ánimo de lucro encargada de conservar los monumentos y lugares de interés de la región, el origen de esta singular relación se remonta a siglos atrás en el tiempo.
“El unicornio es un símbolo de pureza, inocencia y poder en la mitología celta”, explican en su portal. Además, el autor de la entrada, apunta que “estas criaturas orgullosas e indomables son ferozmente independientes y popularmente difíciles de capturar o conquistar, lo que le resultará familiar a cualquiera que haya leído la historia escocesa. Aunque los unicornios son mitológicos, los escoceses siempre se han sentido atraídos por lo que representan”.
Esa semejanza entre el carácter que se le atribuye a los unicornios y a los escoceses propició su unión hasta quedar reflejada en la heráldica. La primera vez que se tiene constancia de que el unicornio fuese representado en las armas reales de Escocia fue a mediados del siglo XVI. Cuentan que antes de que la Corona escocesa y la inglesa se uniesen al convertirse James VI de Escocia también en James I de Inglaterra (1603), el escudo de Escocia contenía dos unicornios. Al fusionarse ambos territorios, uno de estos animales fue sustituido por el león inglés.
En cuanto a las cadenas de oro con las que se representa a esta criatura mitológica, en National Trust for Scotland lo asocian al poder de los reyes escoceses para domar a estos animales, aunque, añaden, no hay certeza de que esto sea así realmente. De lo que sí hay certeza es que el unicornio está muy presente en algunos de los lugares más emblemáticos de Escocia. Se puede ver en el Palacio de Hollyrood, en el Castillo de Edimburgo, en el de Stirling con su monumental tapiz, en Dundee… Buscar un ejemplan es casi parte del encanto de visitar sus tesoros arquitectónicos.