Unicef dice que al menos 10 niños han muerto en ataques del Ejército birmano en una semana

Bangkok, 12 sep (EFE).- Unicef denunció este jueves la muerte de al menos diez niños en la última semana por los ataques aéreos perpetrados por el Ejército de Birmania contra poblaciones controladas por rebeldes en varias zonas del país.

La agencia de la ONU expresó hoy en un comunicado su "profunda alarma" por los informes de víctimas, que incluyen al menos diez niños, durante los bombardeos registrados desde el jueves de la semana pasada.

Esta serie de ataques de las Fuerzas Aéreas contra poblaciones de los estados Shan (noreste), Chin (noroeste) y la región de Magway (centro) han dejado 24 muertos -incluidos los menores- y ocho heridos, apunta Unicef.

"Mientras el conflicto de Birmania continúa, los niños y sus familias son los más afectados por estos ataques. Los niños son asesinados en lugares donde deberían sentirse seguros, como centros educativos", apunta June Kunigi, directora de Unicef para la región de Asia Oriental y el Pacífico.

Kunigi señala que "temen" que los ataques de los militares continúen intensificándose y subraya que en lo que llevamos de año al menos 600 niños han muerto o han resultado heridos en Birmania por los conflictos desatados tras el golpe de Estado militar de febrero de 2021.

A principios de mes, el general Min Aung Hlaing, líder de la junta militar, advirtió de que el Ejército preparaba una ofensiva contra grupos rebeldes tildados como "terroristas". A raíz de la declaración, el Ejército ha incrementado los ataques aéreos contra las guerrillas étnicas opuestas al régimen castrense.

"Unicef recuerda a todas las partes que el asesinato y la mutilación de niños, y los ataques a las escuelas, son violaciones graves. Los niños y los civiles deben ser protegidos en todo momento", subraya la directora regional.

Esta ofensiva militar llega después de que el Ejército acumulara desde octubre del año pasado importantes derrotas que le han hecho perder bastante terreno, especialmente en zonas fronterizas con China y Bangladés, ante el empuje de varios grupos rebeldes.

La sublevación militar ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica y ha abierto una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.

Los numerosos conflictos armados a lo largo del país han forzado a más de 2,7 millones de personas a abandonar sus hogares desde el golpe, según las últimas cifras de Naciones Unidas.

(c) Agencia EFE