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La unión de la izquierda francesa que pone en jaque al Partido Socialista

París, 6 may (EFE).- La unión de la izquierda francesa para las próximas legislativas urdida por Jean-Luc Mélenchon, pone en jaque al Partido Socialista (PS), que por vez primera en muchas décadas no es hegemónico en su espacio político y que ve como crecen las disensiones internas.

Recién refrendado por el Comité Nacional del PS, el pacto, al que antes habían llegado también ecologistas y comunistas, ha comenzado a despertar suspicacias en el seno de la única fuerza de izquierdas que hasta ahora ha liderado un gobierno en el país.

El ex primer ministro Bernard Cazeneuve, cabeza visible del ala más moderada del PS, fue de los primeros en anunciar su salida de la formación, mientras que otros lo van haciendo de forma paulatina.

La posición de Mélenchon sobre Europa, su llamamiento a desobedecer los tratados comunitarios, es el argumento que más fricciones causa en un partido que en el pasado ya se fracturó por ese frente.

En 2005, se dividió en dos durante el referéndum sobre la Constitución Europea, que acabó siendo rechazada por los electores dejando en mal lugar a la dirección, que había apostado por el "sí".

El partido está ahora en manos de una generación más joven, que en una parte importante no ha conocido el poder y se ha visto obligada a gestionar un partido a la deriva desde la salida tumultuosa del Elíseo de François Hollande en 2017.

El presidente socialista, elegido en 2012, acaparó altas cotas de impopularidad, hasta el punto de que, en una decisión inédita, decidió no presentarse cinco años después a un segundo mandato, lo que dejó al partido huérfano y en caída libre.

Benoît Hamon obtuvo en 2017 el peor resultado en unas presidenciales hasta entonces, el 6 %, pero Anne Hidalgo lo empeoró el pasado mes de abril, al dejar al socialismo por debajo del 2 %.

Desamparados, los dirigentes del partido han visto la alianza con Mélenchon y su partido, La Francia Insumisa (LFI), como la única vía para salvar su grupo parlamentario y están haciendo malabares dialécticos para justificar algunas de las posturas acordadas.

PROGRAMA ANTES DEL MIÉRCOLES

La nueva coalición, bautizada Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES), presentará el sábado las principales líneas de su proyecto, mientras que la semana que viene se anunciará el programa común.

El portavoz de LFI, Manuel Bompard, aseguró a la televisión pública France 2 que ese programa se basará en las propuestas de Mélenchon en las pasadas presidenciales y estará listo antes del próximo miércoles.

LFI se ha reservado algo más de la mitad de las 577 circunscripciones electorales que están en juego en las legislativas de junio, en concreto 325. Sobre todo la región de París, donde cuentan con gran respaldo electoral, y en otras zonas periurbanas, con un elevado porcentaje de población obrera.

Los ecologistas liderarán 100 carteles, sobre todo en las grandes ciudades, donde en las pasadas municipales tuvieron un gran resultado, que les permite gobernar Lyon, tercera urbe del país, Burdeos o Grenoble, además de estar en los ejecutivos municipales de París y Marsella.

El PS se queda con 70 candidatos, la mayoría de los que ahora tienen asiento en la Asamblea Nacional, mientras que los comunistas tendrán 50, también en gran parte en circunscripciones que ganaron hace cinco años.

LAS ENCUESTAS NO SUSTENTAN LAS AMBICIONES DE LA IZQUIERDA

Bompard indicó que el objetivo de la coalición es convertirse en el bloque más votado en las legislativas del 12 y 19 de junio próximos y obligar así al presidente, Emmanuel Macron, a elegir a Mélenchon como primer ministro para aplicar su programa electoral.

Una hipótesis que no se sostiene en ningún sondeo publicado, pero que sí ha alimentado cierta dinámica a favor de la izquierda, que ha colocado al veterano político, tercero de las pasadas presidenciales, como la segunda personalidad política mejor valorada del país, solo superado por el ex primer ministro Édouard Philippe.

Las negociaciones fructuosas para confeccionar un frente de izquierdas han servido para eclipsar a la ultraderechista Marine Le Pen, que está retrasando su entrada en campaña.

Su mano derecha, Jordan Bardella, afirmó en la radio France Info que "nadie se cree" la victoria de la izquierda en las legislativas, que será para el partido de Macron, por lo que el objetivo de Marine Le Pen será convertirse en la primera fuerza de oposición.

Bardella agregó, con ironía, que Mélenchon pretende ser el primer ministro de Macron, a quien contribuyó a reelegir al pedir tras la primera vuelta de las presidenciales que no se votara por Le Pen.

Luis Miguel Pascual

(c) Agencia EFE