Una temporada de huracanes activa y la pandemia de coronavirus “dibujan un escenario catastrófico”

Doyle Rice

Gracias a la COVID-19, la temporada de huracanes que comienza oficialmente el lunes será diferente a cualquier otra.

“La combinación de una pandemia en curso y el pronóstico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de una temporada de huracanes activa dibuja un escenario catastrófico”, según el grupo de política de desastres SmarterSafer Coalition.

El mes pasado, los pronosticadores federales de NOAA anunciaron que se formarían hasta 19 tormentas con nombre propio, de las cuales hasta 10 serán huracanes. Es solo uno de los muchos pronósticos que vaticinan una temporada inusualmente activa en 2020.

“Esta podría ser una temporada muy activa”, dijo el meteorólogo de AccuWeather Dan Kottlowski. “Mientras más activa sea la temporada, más probable es que tengamos al menos uno, dos o tres eventos importantes”.

Astrid Caldas, científica climática de la Union of Concerned Scientists, dijo: “La intersección de la pandemia con la temporada de huracanes no tiene precedentes y es desafortunada, ya que se desarrollará a medida que los recursos y el personal de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) se reduzcan debido a la respuesta a la pandemia y una serie de desastres que vienen ocurriendo desde 2017, lo que dificultará que la agencia se enfrente al desafío que implican los desastres que ocurren simultáneamente”.

Aunque no tengamos la pandemia, “será una temporada de huracanes desafiante”, dijo Rachel Cleetus, también de la Union of Concerned Scientists, debido al número previsto de tormentas. “Como nación, no estamos preparados para afrontarlo y eso pone en riesgo la vida de las personas”.

La capacidad del país para mantener a las personas seguras se pondrá a dura prueba, agregó, y en gran parte todo dependerá de la eficacia de FEMA y las autoridades estatales y locales para trabajar de manera colaborativa en estas circunstancias sin precedentes.

“Otros desastres, como las continuas inundaciones del Medio Oeste y la próxima temporada de incendios forestales, también atentan contra los recursos de la agencia”, añadió Cleetus.

FEMA dijo que está preparada para la temporada de huracanes: “Aunque FEMA sigue liderando las operaciones federales durante la respuesta a la COVID-19 en todo Estados Unidos, seguimos tomando medidas intencionales y proactivas para responder y recuperarnos de futuros desastres, como los huracanes, mientras respondemos a la COVID-19. FEMA ya ha respondido a una meteorología adversa durante esta pandemia, con los devastadores tornados en el sureste, mientras se prepara para el comienzo de la temporada de huracanes 2020”.

Sin embargo, la abrumadora lucha contra la COVID-19, combinada con unos recursos ya escasos, tendrá un impacto dramático en la capacidad de los gobiernos federales, estatales y locales para aliviar los desastres que provocan los huracanes.

Y la amenaza de contraer la COVID-19 actuará como un elemento disuasorio para algunas personas que valoren la posibilidad de acudir a un refugio para escapar de un huracán.

“Si tenemos que hacer refugios colectivos, ¿qué protocolos vamos a seguir?”, preguntó Jared Moskowitz, director de la División de Gestión de Emergencias de Florida, en una reciente conferencia de prensa, según AccuWeather. “¿Vamos a preparar refugios solo para la COVID? ¿Cómo vamos a hacer las evacuaciones?”.

Este año, cuando los sistemas tropicales amenacen a Estados Unidos, otra dinámica también podría entrar en juego: la fatiga por desastre.

Meses de estrés y preocupación por la pandemia del coronavirus, así como sus implicaciones en la sociedad, la economía y la vida cotidiana, han afectado a muchos estadounidenses, informó AccuWeather.

“Están cansados ​​de ver números. Están cansados ​​de ver los medios de comunicación. Están cansados”, le dijo a AccuWeather Bill Wheeler, coordinador adjunto de gestión de emergencias en el condado de Harris, Texas.

FEMA lanzó hace poco la “Guía operativa de la pandemia COVID-19 para la temporada de huracanes 2020” para ayudar a los gestores de emergencias y los funcionarios de salud pública a prepararse mejor para afrontar los desastres mientras siguen respondiendo y recuperándose de la pandemia.

Aunque FEMA tiene como objetivo cumplir su misión, señaló que la respuesta a desastres puede llevarse a cabo de forma remota este año y que el público debe saber que el proceso de solicitud de la agencia no se puede hacer de manera presencial debido a temas de salud y seguridad.

“A pesar de que esto es comprensible, no hay duda de que complicará significativamente los esfuerzos de preparación y recuperación ante huracanes, sobre todo en las comunidades que tienen menos recursos o están más aisladas”, dijo la Union of Concerned Scientists.

Los hogares de ancianos corren un riesgo particular durante un huracán, según el meteorólogo de Weather.us, Ryan Maue.

“Durante la temporada de huracanes lo más importante es preparar a quienes viven en residencias para ancianos, incluidos los hogares de ancianos, para los posibles impactos de tormenta”, dijo. “Esta es solo una de las muchas áreas en las que la pandemia de coronavirus se cruza con la temporada de huracanes”.

Cleetus señaló que la temporada de huracanes dura hasta el 30 de noviembre y los expertos en salud pública advierten sobre la posibilidad de que se produzca un aumento de las infecciones a finales de este año.

“No estamos fuera de peligro si pensamos en los desafíos de salud pública”, dijo.

En la Cruz Roja Americana, Trevor Riggen, vicepresidente senior de servicios de desastres, dijo: “los desastres no se detendrán durante el brote de coronavirus, por lo que a medida que nos acerquemos a la temporada de huracanes, nuestro objetivo será brindar comodidad y apoyo a cualquier persona que lo necesite después de un desastre”.

Agregó que, en medio de la crisis de coronavirus, la Cruz Roja proporcionará virtualmente algunos servicios de ayuda, incluido apoyo a la salud mental y asistencia económica, gracias a inversiones en artículos como ordenadores portátiles, puntos de acceso inalámbricos y dispositivos móviles.

“En vez de abrir refugios, estamos priorizando habitaciones individuales de hotel o habitaciones estilo dormitorio para asegurarnos de que las personas tengan un lugar seguro donde quedarse si no pueden regresar a casa después de un desastre”, dijo Riggen.

Un hombre buscando entre los escombros de su casa destruida por el huracán Dorian, en Rocky Creek East, Grand Bahama, Bahamas, el jueves 12 de septiembre de 2019.
Un hombre buscando entre los escombros de su casa destruida por el huracán Dorian, en Rocky Creek East, Grand Bahama, Bahamas, el jueves 12 de septiembre de 2019.

Aunque Estados Unidos podría pasarlo mal, las naciones del Caribe pueden correr un riesgo aún mayor. Erynn Carter, directora senior de respuesta humanitaria en Mercy Corps, dijo que la región enfrenta un “escenario de pesadilla” si un huracán golpea en medio de “una pandemia incontenible”.

“La creciente demanda de suministros de salud ha tensado las cadenas de suministro”, dijo Carter. “La dificultad para acceder a determinados artículos, como los productos de higiene y los suministros médicos, perjudicará los preparativos necesarios para la respuesta a los huracanes”.

“En el caso de que se produzca una gran tormenta, las cadenas de suministro seguramente se verían limitadas aún más por los daños causados ​​por los huracanes. Eso amenazará la vida de las personas que necesitan atención médica y equipo para combatir la COVID-19, así como la vida de las personas con lesiones y problemas de salud causados o empeorados por un huracán”.

Hasta el momento, la temporada de huracanes ha comenzado rápido. Ya se han formado dos tormentas con nombre: las tormentas tropicales Arthur y Bertha.

Es la primera vez desde 2012 que se formaron dos tormentas durante el mes de mayo.

Este artículo fue publicado originalmente en Yahoo por USA Today