Un violento atropello abre un debate sobre la moral en China

BEIJING (AP) — Un taxi atropella a una peatona a gran velocidad, lanzándola por los aires. Docenas de personas se quedan mirando o pasan al lado, como si la joven derrumbada en la bulliciosa intersección no existiera. Pasa un minuto entero y otro vehículo que pasa deprisa, esta vez una camioneta deportiva, pasa sobre la mujer postrada. Las grandes ruedas golpean su cuerpo inconsciente como si fuera un saco.

Cuando un video borroso de un accidente de tráfico en la ciudad de Zhumadian empezó a circular por los medios sociales chinos en la última semana, la reacción inicial fue de indignación hacia los más de 40 peatones y conductores que pasaron a metros de la mujer sin ofrecer ayuda.

Pero para muchos chinos, el video era algo más: un recordatorio en 94 segundos de la profunda decadencia de su sociedad.

A pesar de que China se presenta al exterior como una próspera potencia en ascenso, los ciudadanos chinos suelen lamentarse en sus hogares y grupos privados de WeChat de una nación que está en bancarrota en dos aspectos: el “suzhi”, o “carácter personal”, y el “dixian”, literalmente “fondo” y que alude a un sentido básico e inviolable del bien y el mal.

Es un país donde algunos fabricantes venden a sabiendas leche de fórmula tóxica para bebés y vacunas pediátricas fraudulentas. Hay restaurantes que cocinan con aceite reciclado de origen cuestionable y tiendas de alimentación que venden versiones falsas de sus productos. Muchos chinos dicen que evitan ayudar a gente en la calle por las extendidas historias sobre extorsionistas que piden ayuda a los peatones y después fingen lesiones y reclaman compensación, lo que quizá explica el incidente de Zhumadian.

“Es un problema de todo el país: nuestro rasero ha caído muy bajo”, señaló por teléfono Tian You, un novelista afincado en la ciudad suroriental de Shenzhen. “Si soy sincero, me pregunto ¿me habría atrevido yo a ayudar a la mujer?”.

Después de que el video de Zhumadian se difundiera esta semana y acumulara más de 5 millones de visionados en sus primeras 24 horas antes de ser censurado, la policía local se vio obligada a revelar que el suceso había ocurrido semanas antes, el 21 de abril. La mujer, apellidada Ma, falleció, mientras que los dos conductores que la atropellaron fueron investigados, indicó la policía sin dar más detalles.

La noticia inundó los medios sociales e incluso medios estatales. La Liga Comunista Joven, una influyente organización del partido gobernante, difundió un video en su cuenta de Weibo instando a sus cinco millones de seguidores a “rechazas la indiferencia”. Otros aprovecharon el incidente para denunciar los males de la sociedad.

“Como la bruma contaminada que cubre nuestro país, vemos una corrupción sin límites, niños que se quedan solos, disputas médicas y demás”, escribió un columnista en el Chengdu Economic Daily. “En los últimos 10 años, ¿ha mejorado o empeorado la moral de nuestra sociedad? ¿Y nuestro futuro, confían en él? No me pregunten a mí, porque yo no”.

La preocupación pública sobre la moral en China se remonta a varias décadas y afecta a gente de todas las edades. Desde que China inició sus reformas de libre mercado en la década 1980, los ciudadanos mayores se lamentan a menudo por su decadencia moral y expresan su nostalgia por una era socialista más inocente, mientras que los chinos más jóvenes y cosmopolitas se preguntan por qué el fraude y los productos falsos no son tan habituales en otros países.

Académicos chinos señalan que muchos problemas que causan insatisfacción en la clase media son el resultado de la regulación del gobierno y de las fuerzas transformadoras de un rápido desarrollo.

“En Occidente, la ley, la fe y la moral son un taburete de tres patas”, señaló Ma Ai, sociólogo en la Universidad China de Derecho y Ciencias Políticas. “Nuestro sistema legal se está poniendo al día, pero no tenemos religión y no se ha establecido un nuevo sistema moral después de que China se transformara para dejar de ser una sociedad colectivista tradicional”.

Por supuesto, hay ejemplos de transeúntes que ignoran a personas que necesitan ayuda en todo el mundo, desde Estados Unidos a India. Pero los chinos han sido especialmente autocríticos del tema.

Muchos intelectuales chinos rechazan la idea de que un antiguo aspecto de la cultura china que insta a centrarse en la familia cercana explique tragedias modernas como la de Zhumadian. Después de todo, Confuncio enseñaba la Regla de Oro y Mencio, otro filósofo respetado, instaba a sus discípulos a amar a los hijos de otros y respetar a los padres de otros como si fueran los suyos.

Una acusación que se oye con más frecuencia señala al gobierno comunista, que ha suprimido la religión y valores tradicionales y priorizado la estabilidad sobre la justicia.

“Nuestro sistema político no regula las cosas que debería y gestiona cosas que no debería”, dijo Zhang Wen, un conocido comentarista de Beijing que señaló que muchas organizaciones benéficas se han disuelto por presión del gobierno, lo que derivó en un declive del “espíritu caritativo”.

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Gerry Shih está en Twitter en www.twitter.com/gerryshih