Un niño 9 años da un tropezón y descubre un fósil de más de un millón de años

En noviembre de 2016, el pequeño Jude Sparks se encontraba en una excursión con su familia cerca de su casa, las Cruces, Nuevo México, cuando tropezó con lo que pensaba que era un cráneo de vaca.

El niño, que ahora tiene 10 años, estaba probando unos walkie-talkies con sus hermanos cuando sufrió un tropezón y cayó. “Mi cara acabó junto a la mandíbula inferior. Miré más arriba y allí había otro colmillo”, dijo.

Jude Sparks. Foto: IBT
Jude Sparks. Foto: IBT

Jude, como tantos a su edad, se había convertido en un fanático de los fósiles y dinosaurios. Para alentar su curiosidad -aunque sin grandes expectativas- su padre, Kyle Sparks, contactó a un experto en la universidad de Nuevo México, Peter Houde, a quien había visto en un video de Youtube.

“Estaba muy emocionado”, dijo Houde a ABC News. “Realmente me gusta animar a la gente a ser consciente. Es fortuito que esta familia en particular haya hecho lo que hicieron. Si hubieran tratado de desenterrar algo por sí mismos, realmente se necesita una gran cantidad de conocimientos técnicos para no destruir el espécimen”.

Houde confirmó que se trata de un estegomastodonte, un mamífero primitivo antiguo que vivió hace aproximadamente 1.2 millones de años.

Captura de video/ABC News
Captura de video/ABC News

“Un estegomastodonte nos parecería un elefante”, afirma el experto en un artículo la página web de la universidad. “De los distintos tipos de elefantes que tenemos en esta zona, este es probablemente el más común de ellos. Pero aún son muy raros. Este puede ser el segundo cráneo completo hallado en Nuevo México”.

Después de que la familia se puso en contacto con Houde, la mandíbula y dos piezas de colmillo fueron llevados al Museo de Vertebrados de la universidad. En mayo, Jude y su familia se unieron a un equipo de estudiantes y profesores que trabajaron durante una semana para desenterrar cuidadosamente el cráneo.

El niño y la familia ayudaron a los expertos a desenterrar el cráneo/Reuters
El niño y la familia ayudaron a los expertos a desenterrar el cráneo/Reuters

Se estima que la mandíbula pesa 120 libras y el cráneo una tonelada.

Houde explicó que tomó unos meses obtener el permiso para cavar en la propiedad, cuyo propietario pidió que el sitio sea secreto. También demoró tiempo obtener los productos químicos especiales necesarios para preservar adecuadamente los fósiles. El Colegio de Artes y Ciencias financió el proceso de excavación del fósil.

“Es genial para la comunidad porque ahora todo el mundo puede apreciarlo”, señaló Houde.