Un arqueólogo inglés afirma que algunas piedras de Stonehenge estaban allí antes que los humanos

El círculo megalítico de Stonehenge, en Reino Unido, es un lugar que atrae a visitantes de todo el mundo atraídos por el misterio de su origen. Nadie sabe a ciencia cierta por quién ni para qué fue construido este lugar. Hasta el momento se había mantenido la teoría elaborada en 1970 de que las piedras que componen Stonehenge habían sido llevadas al lugar desde Marlborough Downs, a 32 kilómetros de distancia. Pero ahora, el arqueólogo Mike Pitts defiende que, al menos, dos de las piedras estaban allí desde mucho antes de la llegada del hombre al lugar, desde hace millones de años.

Hasta el momento se pensaba que las piedras fueron desplazadas 32 kilómetros. (Créditos: Getty)
Hasta el momento se pensaba que las piedras fueron desplazadas 32 kilómetros. (Créditos: Getty)

Su teoría, publicada en la revista British Archaeology, defiende que dos de las piedras principales, las que marcan el solsticio de verano, las conocidas como Piedra del talón y la Piedra 16, estaban allí por casualidades de la naturaleza. Pitts afirma esto después de llevar a cabo excavaciones arqueológicas en los restos megalíticos. Encontró dos grandes pozos a los pies de ambas piedras. Cree que las rocas estaban semienterradas y que los humanos las elevaron y colocaron en pié, pero no las transportaron al lugar.

Estas rocas, a las que se denomina sarens, son enormes cantos rodados de arenisca. En la década de los 70 se dio por supuesto que no se daban de manera natural en la llanura de Salisbury, donde se encuentra Stonehenge, y se buscó un lugar cercano desde donde pensaban, habrían sido trasladadas. Pero esta teoría no explicaba por qué habían trasladado las rocas en lugar de haber construido el círculo rocoso en el mismo Marlborough Downs.

Mike Pitts defiende que el lugar se construyó en torno a dos piedras que llevaban miles de años allí. Un capricho de la naturaleza las habría colocado marcando el solsticio de verano y el de invierno. (Créditos: Getty)
Mike Pitts defiende que el lugar se construyó en torno a dos piedras que llevaban miles de años allí. Un capricho de la naturaleza las habría colocado marcando el solsticio de verano y el de invierno. (Créditos: Getty)

La teoría de Pitts viene a explicar esto. Las dos piedras que afirma estaban en la planicie de forma natural, estaban curiosamente alineadas marcando el horizonte en el lugar donde sale el sol en el solsticio de verano y por donde se pone en el solsticio de invierno. Esto debió resultar realmente mágico para los habitantes de la zona de hace miles de años, y habría hecho que distribuyesen el resto de piedras en torno a ellas.

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