Un árbol caído sobre tu auto es más probable de lo que piensas. Y es mejor estar preparado

La época de lluvias en México trae consigo una serie de peligros que deben tomarse muy en cuenta. Uno de los más destacados es la caída de árboles sobre automóviles. Contrario a lo que se piensa, no se trata de un hecho aislado, que sea atípico, sino más bien de algo común durante estos meses del año. Así lo explicó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) con estos números, que incluso reflejan un aumento del 2.6%: en 2021 fueron 24 mil 393 casos registrados, en todo el país, y el año pasado fueron 25 mil 24 casos.

“Las caídas de impactos menores suelen ser daños en los cristales, pero también hay árboles con ramas muy grandes que generan daños en otras autopartes, como son el cofre, puertas o faros; inclusive los siniestros de mayor gravedad podría ocasionar la pérdida total del auto. Por eso es importante tener asegurado el vehículo”, externó Norma Alicia Rosas, directora de la asociación mediante un comunicado. El peligro está ahí y los gastos económicos, el problema que tanto desvela a todas las posibles víctimas, puede tener variaciones muy grandes que deben ser tomadas en cuenta.

Según la AMIS, el desembolso para cubrir los daños causados por un árbol caído sobre un auto pueden ir desde los 3 mil 500 pesos hasta los 25 mil —todo depende del tipo de golpe y del daño que cause al carro, porque algunos soportar mejor que otros—. Y no sólo se debe tomar en cuenta el golpe y lo que pueda arruinarle al carro, sino los posibles daños físicos que pueda ocasionar el impacto. Ahí los gastos salen de la estimación y pueden dispararse a cifras muy elevadas, sobre todo dependiendo del tipo de atención médica que se brinde —y más si esta llega a ser de urgencia—.

Las etapas lluviosas representan un dolor de cabeza total. Y es esa época la que se está viviendo, por ejemplo, en la capital del país. El problema es que no sólo se trata de la combinación de lluvia más vientos potentes, sino que también afectan otros factores: un suelo saturado de agua, árboles viejos y que padecen falta de mantenimiento. Por ello, las recomendaciones de esta asociación son muy claras: bajar la velocidad cuando se conduzca por zonas arboladas y, de plano, evitar estacionar el vehículo cerca de un árbol que tenga toda la pinta de ser viejo.

Y, desde luego, es recomendable que los conductores revisen el estatus del seguro que tienen contratado, para que así tengan la certidumbre de que su contrato incluye la atención contra accidentes derivados de la caída de un árbol. Con ese punto en mente, vale la pena recordar que no son eventos aislados, que son más bien habituales y que, de hecho, ha habido un incremento de incidencias —algo que también deja ver las desatenciones hacia los árboles, pues cada demarcación, en todo el país, debería recibir un mantenimiento adecuado y preventivo—. En resumidas cuentas, que no habría que esperar hasta que el árbol ya se haya caído o cuando esté por caerse.

“Los seguros están para hacer frente a eventualidades que podrían generar impactos en la salud, la vida o el patrimonio. De hecho, el vehículo está considerado el segundo patrimonio más importante de las familias, después de una casa”, resaltó Norma Alicia Rosas. Y es verdad, un carro debe contar con todos los cuidados necesarios porque su costo es, en la mayoría de los casos, un proyecto de largo plazo. Mejor estar preparado contra una posible y desagradable sorpresa.

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