La ultraderecha de Austria cierra campaña confiada en que va a ganar el domingo

Viena, 27 (EFE).- El ultranacionalista FPÖ cerró este viernes su campaña para las elecciones legislativas del domingo con un mensaje de confianza en que las urnas lo convertirán en la primera fuerza política de Austria y que con ello cambiará el rumbo del país.

"Esta vez lo lograremos, vamos a conseguir el primer puesto, vamos a allanar el camino hacia la cancillería federal (jefatura del Gobierno)", declaró el líder del FPÖ, Herbert Kickl, en un multitudinario mitin celebrado en la céntrica Plaza de San Esteban, delante de la homónima y emblemática catedral de Viena.

Los asistentes al acto estaban rodeados de agentes de seguridad y de unas vallas que los separaban de manifestantes contrarios al FPÖ que gritaban "¡nazis fuera!".

La confianza de Kickl se basa en los sondeos, pues todos le auguran que su partido -una de las formaciones de extrema derecha más antiguas de Europa, fundada en 1955 por antiguos oficiales nazis y que hoy forma parte del grupo 'Patriotas por Europa' en el Parlamento Europeo- será el más votado, con entre el 26 y el 28 %.

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Le sigue de cerca, con cerca del 25 %, el gobernante y conservador ÖVP del canciller federal, Karl Nehammer, y las encuestas más recientes revelan que la distancia entre ambos se ha acortado en los últimos días, por lo que el resultado podría resultar más reñido que el que se prevía hace pocas semanas, según los analistas.

Al pedir el voto de sus seguidores, el líder ultraderechista reiteró sus conocidas promesas de poner fin a la inmigración y cancelar las ayudas estatales a los extranjeros.

Se trata de "proteger a los correctos, y éstos son la propia población", declaró desde un gran escenario ante la multitud que enarbolaba banderas rojiblancas de Austria y globos azules (el color del FPÖ).

También prometió defender la propiedad privada, no aumentar los impuestos, incluir en la Constitución que "solo hay dos géneros, hombre y mujer" y volver a imponer la disciplina y la puntualidad en los colegios.

"No apoyaremos a los belicistas", aseguró en una alusión a la Unión Europea (UE), a la que acusa de buscar la guerra mediante el apoyo a Ucrania.

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"Nada de lo que dije es extrema derecha, es completamente normal", afirmó Kickl, quien fue ministro del Interior durante dos años, bajo el Gobierno de coalición encabezado por el conservador Sebastian Kurz que se rompió en 2019 debido a un escándalo de corrupción.

Tras arremeter contra el Gobierno y contra todos los demás partidos, el ideólogo radical se presentó como el único antisistema y el único que sabe responder a la voluntad de los ciudadanos.

"Estamos ante una gran decisión para cambiar de dirección", aseguró.

Pese a la confianza mostrada, es dudoso que el FPÖ integre el próximo gobierno, pues aunque gane no tendrá la mayoría absoluta y todos los demás partidos descartan una alianza con los ultras, salvo el ÖVP, aunque éste ha dejado claro que solo pactaría con ellos si prescinden de su líder.

La campaña para las elecciones del domingo concluirán mañana, sábado, con un mitin del Partido Socialdemócrata (SPÖ), el tercero en la intención del voto, con cerca del 20 %.

(c) Agencia EFE